Carles Puigdemont podrá votar en las sesiones del Parlament, y hacerlo desde Waterloo, a partir del 25 de julio. Así lo ha acordado este martes la Mesa del Parlament, al fijar los plazos de aprobación de la reforma del reglamento de la cámara pactado por el bloque independentista junto a PSC y Comunes para habilitar el voto telemático de los tres diputados que siguen huidos de la justicia: Puigdemont en Bélgica, Lluís Puig en Francia y Rubén Wagensberg en Suiza.

La Mesa presidida por el neoconvergente Josep Rull propondrá en la próxima reunión de la Junta de Portavoces la celebración de un pleno el 11 de julio para el debate de la reforma pactada por socialistas e independentistas. Lo hará con una tramitación exprés, por lectura única, para sustanciarla en una única sesión. Tras su aprobación, se abrirá el periodo de presentación de enmiendas de modo que el debate y votación final se pueda hacer en un nuevo pleno convocado para el 25 de julio.

El concurso de los socialistas era fundamental para sacar adelante la reforma, que necesita mayoría absoluta para salir adelante. El PSC impugnó la delegación del voto de Puig en la pasada legislatura, consiguiendo un dictamen del Tribunal Constitucional que anulaba esa delegación. Pero ahora se ha sumado ahora a los independentistas para allanar sus negociaciones con ERC, facilitando el voto Wagensberg, diputado republicano.

Grupo propio para la CUP

La reforma incluye además un cambio hecho a medida de la CUP: la posibilidad de cambios en los grupos parlamentarios. De este modo, los antisistema podrán abandonar el Grupo Mixto, que ahora comparten con Aliança Catalana de la islamófoba Sílvia Orriols. El texto admitido por la Mesa propone la la modificación del artículo 27 del reglamento para añadir movimientos entre grupos parlamentarios durante los cinco primeros días de cada período de sesiones.

Es el mismo sistema que rige en el Congreso de los Diputados, pero que no contemplaba el Parlament. Una vez aprobada la norma, los grupos han pactado, de forma excepcional, un periodo para volver a constituir los grupos parlamentarios y facilitar así que la CUP pueda salir del Grupo Mixto. Los antisistema necesitarán, eso sí, que otro grupo les ceda un diputado, puesto que sus cuatro escaños son insuficientes para tener grupo propio.

Reforma contra Vox

La reforma impulsada incluye además un tercer ámbito, el de las declaraciones institucionales del Parlament. El objetivo, en este caso, es esquivar el rechazo de Vox a prácticamente todas las declaraciones institucionales promovidas por los grupos de la cámara durante la pasada legislatura, eliminando la exigencia de que se aprueben por unanimidad.

Una medida a la que este martes respondía el líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, apuntando al objetivo de esa reforma. "Seguiremos trabajando para construir una mayoría alternativa" añadía Garriga.

La alianza de socialistas e independentistas se volverá a poner a prueba en el pleno del 11 de julio, cuando el Parlament escogerá a los ocho senadores de designación autonómica. Un reparto que debe pactarse previamente en la Junta de Portavoces. Con los resultados del 12M, el PP catalán debería proponer a uno de los senadores.