La Copa América aspira a una audiencia televisiva de 942 millones de personas en todo el mundo. Miles más seguirán la competición desde las playas de Barcelona. Pero los auténticos afortunados vivirán el espectáculo desde las lindes del campo de regatas, en lanchas, yates, veleros y catamaranes. "Allí es donde está el espectáculo, donde se oye el espectáculo", describe Rosario Cellier, CEO de Sail & Charter, la empresa escogida por la organización de Copa América para ofrecer este servicio.

Sail & Charter cuenta ya con 47 barcos de todos los tipos y tamaños para ofrecer un servicio del que los mejores clientes son los internacionales. La Copa América no tiene en España el seguimiento de países como Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos o Nueva Zelanda, aunque la ciudad de Valencia ya acogió la competición en 2007 y 2010.

Barcelona espera la llegada de 2,5 millones de seguidores de la Copa América, que comienza este jueves 22 de agosto y se prolongará hasta el 12 de octubre, cuando se celebrará la regata final entre el ganador de las fases previas y el defensor del título, el Emirates Team New Zeland. La gran mayoría podrá seguir las regatas desde las tres fan zones de las playas del Bogatell y Sant Sebastià y la del Port Olímpic.

La especial orografía del litoral catalán, que cae a pocos metros de la costa, ha permitido fijar un campo de regatas mucho más próximo a la costa de lo que estaba en el caso de Valencia. Desde las playas de Barcelona se podrán seguir, también con pantallas gigantes, las evoluciones del INEOS Britannia del Reino Unido, el Alinghi Red Bull Racing de Suiza, Luna Rossa Prada Pirelli de Italia y el American Magic New York Yacht Club de Estados Unidos, además del Team New Zealand.

Vivir la Copa América

Para los más entregados, la opción sin embargo es seguir la regata desde el mar. La organización de America's Cup es la responsable de distribuir a los barcos que seguirán la regata en los tres laterales del campo de regatas. Queda libre el lateral más próximo a la costa, para permitir la vista desde las playas.

Las embarcaciones se distribuyen por eslora y tipologías de los barcos, con especial atención a las gestionadas por la empresa oficial o los yates de las empresas patrocinadoras. No hay que olvidar que la Copa América es una competición que vende lujo, y sus patrocinadores hacen honor a ese espíritu. Lo demuestra el espectacular yate de Ernesto Bertarelli, creador y dueño del equipo Alinghi, que durante los entrenamientos se ha podido ver ya en el Port Vell de Barcelona.

De hecho, se espera que Barcelona reciba durante las semanas de la competición a cuatro de los cinco mayores yates del mundo según la lista Forbes. Kayaks, canoas, motos de agua y similares están prohibidos por seguridad.

Barcelona acogerá durante las semanas de la competición a cuatro de los cinco mayores yates del mundo según la lista Forbes

En este contexto se moverán las 47 embarcaciones de Sail & Charter, la empresa nacida en la Copa América de Valencia, que se ha convertido en proveedor oficial de la 37 America's Cup de Barcelona. "No es solo salir en barco, es una experiencia", relata Cellier para explicar su oferta, que incluye la posibilidad de seguir entrenamientos o regatas de competición alquilando un barco completo o comprando tickets para un barco compartido.

Son en torno a seis horas de navegación desde que la organización da la salida al barco, con catering y explicación de las evoluciones de la regata. "Esta edición la marcan los catamaranes porque la regata es estática como un circuito de Fórmula 1", asegura Carlos, patrón de una de las embarcaciones de Sail & Charter.

Aunque la compañía oferta prácticamente cualquier tipo de barco. Desde el catamarán de 250 plazas que Alinghi ya ha contratado para las familias de los miembros del equipo a veleros de 13 metros con capacidad para 11 personas. También oscilan los precios, en función del tipo de embarcación pero también de los días escogidos. Desde los 190 euros para salir en catamarán durante los entrenamientos a los más de 600 euros para seguir la regata final, en octubre.