El Govern de Salvador Illa mantendrá el Decreto 3/2023 que ampara la supresión de todas las licencias de pisos turísticos de Barcelona en el plazo de cinco años. Así lo han acordado este miércoles el presidente catalán y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en la primera reunión de trabajo de los dos mandatarios socialistas. Collboni ha pedido también, y obtenido, el compromiso del Govern para aumentar la tasa turística a los cruceros de escalas cortas en Barcelona, y revisar la fiscalidad turística en su conjunto.

En concreto, el Govern se ha comprometido a incluir en la Ley de acompañamiento de los próximos presupuestos catalanes la exención para que el Ayuntamiento de Barcelona pueda aumentar la tasa turística sobre los pasajeros de cruceros con escala inferior a 12 horas en la capital catalana. "Lo que pedimos" ha explicado Collboni tras el encuentro, es "destopar tasa turística", fijada ahora en 4 euros, para que el Ayuntamiento pueda aumentar el tramo local.

El alcalde ha recordado que en la actualidad Barcelona recibe 1.6 millones de cruceristas en escalas de menos de 12 horas. Y ha advertido que esta modalidad de crucerista está experimentando "un crecimiento en cifras no asumibles para la ciudad", pese a que este tipo de visitantes reportan 6,4 millones de euros en concepto de tasa turística.

Fiscalidad turística

Collboni ha reclamado además "abrir un debate más sosegado sobre la fiscalidad turística en Cataluña". El objetivo, ha argumentado, debe ser que los Ayuntamientos puedan financiar a través de esas tasas turísticas "los servicios de transporte, limpieza, seguridad, o la saturación de en nuestros espacios" provocada por el crecimiento del turismo.

El alcalde ha reconocido, sin embargo, que la tasa turística ya sirve en Barcelona para financiar políticas públicas al margen de los efectos del turismo. Collboni ha señalado como ejemplo que este verano el consistorio ha climatizado 24 escuelas publicas de primaria "gracias a la tasa turística". El objetivo, ha añadido, es climatizar 170 colegios públicos con cargo a la tasa turística. "Es el retorno social que deben tener los impuestos al turismo".

En este contexto, Collboni se ha felicitado además porque "en 2028 cesará la actividad de pisos turísticos en la ciudad". Collboni ha obtenido el compromiso de Illa de mantener la regulación impulsada por Pere Aragonès para que los ayuntamientos puedan suprimir las licencias de pisos turísticos en el plazo de cinco años. Una regulación que el PSC había cuestionado, pero que forma parte también de sus acuerdos con los Comunes. En el caso de Barcelona, se trata de 10.000 pisos con licencia turística que a partir de 2028 "volverán" al mercado de vivienda de alquiler, se ha felicitado Collboni.

Promoción de 637 viviendas públicas

Tanto el alcalde como el consejero de Presidencia, Albert Dalmau, han destacado que "asegurar acceso a vivienda" será una prioridad del nuevo Govern. Para demostrarlo, Illa se ha comprometido a desbloquear la construcción de 1.700 viviendas públicas en Barcelona a las que se comprometió hace un año Aragonès. Un proyecto bloqueado después por las dudas sobre su financiación desde el Instituto Catalán del Suelo (Incasol).

El Govern se ha comprometido a licitar durante este mes de septiembre 637 viviendas públicas correspondientes a la de primera fase de ese proyecto, tras la cesión por parte del Ayuntamiento de 11 solares de suelo público. En las próximas semanas se licitarán los concursos arquitectura con un presupuesto de dos millones de euros, ha detallado Dalmau, para unas promociones valoradas en su conjunto en 82 millones de euros.

El acuerdo alcanzado el pasado enero contemplaba la construcción de 1.700 viviendas en 27 solares de la ciudad. Los servicios urbanísticos del Ayuntamiento "tienen como prioridad conseguir más suelo para vivienda pública" ha asegurado Collboni. El alcalde ha destacado también, en este sentido, el proyecto de promoción de viviendas en solares cedidos por el Consorcio de la Zona Franca, "que suman 1.900 viviendas más".