"Queda absolutamente descartado entrar en el Govern de Salvador Illa". Así de contundente se mostró Oriol Junqueras al ser preguntado por su futura relación con un PSC omnipresente en las instituciones catalanas si vuelve a hacerse con la presidencia de ERC. El líder republicano presentó este martes su "programa electoral" para volver a presidir Esquerra junto a la número dos de su candidatura, Elisenda Alamany. Y lo hizo abanderando la oposición a los socialistas catalanes, consciente de que buena parte de la militancia republicana rechaza el pacto de investidura suscrito el pasado verano.
De hecho, el apoyo a la investidura de Illa se decidió en una consulta a la militancia que se saldó con un 53,5% de los votos a favor y el 44,8% en contra. Solo hubo 550 votos de diferencia en una votación en la que Marta Rovira, ex mano derecha de Junqueras, fue la encargada de defender el acuerdo alcanzado con los socialistas en base al compromiso con una nueva financiación autonómica que permita a la Generalitat recaudar y gestionar todos los impuestos soportados en Cataluña.
Rovira ha dejado ya la secretaría general del partido y no aspira a la reelección, pero apadrina la candidatura que lideran Xavier Godàs y Teresa Jordà, los principales rivales de Junqueras. De ahí que el ex líder republicano busque capitalizar el rechazo a un pacto de investidura asociado a la gestión de Rovira. Pacto al que también se oponen las otras dos candidaturas en liza.
Promesas incumplidas
"Nuestro reto" tanto para liderar de nuevo Esquerra como en el futuro, señalaba Junqueras, es "ser la fuerza política que ocupe un papel protagonista, con voluntad de estar en la calle y en las instituciones como alternativa al PSC". Un partido socialista, advertía, que "acumula mucho poder en ámbitos institucionales". Los socialistas gobiernan la Generalitat, los ayuntamientos de Barcelona, Tarragona y Lleida y las diputaciones provinciales, además de buena parte de los ayuntamientos metropolitanos.
En este contexto, Junqueras aseguró que "había muchas razones para votar que no al pacto investidura", aunque en su momento evitó posicionarse sobre la consulta interna del partido. El primer motivo, argumenta Junqueras, es "la poca confianza" en que los socialistas cumplirán sus promesas. A modo de ejemplo, el republicano recuerda que los socialistas todavía tienen que cumplir sus pactos con ERC derivados de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
Junqueras se refirió a la promesa de condonación de parte de la deuda de la Generalitat con el Fondo de Liquidación Autonómica (FLA). Un acuerdo que suponía un ahorro de 15.000 millones de euros para las arcas de la administración autonómica, del que Junqueras hizo bandera en su momento en primera persona. "Es importante que la ciudadanía sea consciente de que reducir de la deuda con el FLA permitiría al Govern muchos de los retos en ámbitos como el transporte, la vivienda, o la industria" insistía este martes. "En nosotros encontrarán exigencia para que cumplan, si no cumplen no tendrán nuestro apoyo" añadía Junqueras.
Comisión de la Verdad
Al margen de la futura relación con los socialistas, Elisenda Alamany desgranó las principales propuestas de su programa para Esquerra. Un proyecto en el que destaca la creación de una 'Comisión de la Verdad' para investigar la guerra sucia en el seno de Esquerra descubierta a raíz de la crisis de los carteles sobre el Alzehimer y los hermanos Ernest y Pasqual Maragall.
El primer objetivo de la nueva dirección que quiere encabezar Junqueras es "no repetir las malas prácticas" que atribuyen a la dirección liderada por Rovira, con especial foco en Sergi Sabrià, que ha sido la mano derecha de Pere Aragonès durante los últimos años. "Toda la militancia reclama saber qué pasó" asegura Alamany, y quieren saberlo "a través de los órganos del partido, no por los medios". Por eso proponen "reformular la Comisión de Garantías", que no ha sido capaz de aclarar quien fue el responsable de esas campañas de "falsa bandera", más allá de cuatro trabajadores del departamento de comunicación.
Paralelamente, sin embargo, se proponen crear una Comisión de la Verdad destinada exclusivamente a aclarar la existencia de una 'estructura B' en el seno de ERC, encargada de organizar esas campañas de guerra sucia -con episodios como el envío de mariachis a la sede de Junts, o la aparición de un muñeco ahorcado del propio Junqueras- al margen de los órganos de dirección en los que participaba Junqueras.
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hace 1 mes
Jajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Golfos no. Lo siguiente.