Una de las pocas promesas hechas a su padre que el, todavía, vicepresidente de la Xunta de Galicia no pudo cumplir, fue la de no entrar en política. Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968), quien será presidente regional y, bajo todo pronóstico, a la espera de que sea designado en el congreso del PP gallego, el próximo presidente del partido, forma un tándem perfecto con el líder saliente Alberto Núñez Feijóo. Hasta tal punto que, nada más dar el paso Feijóo para tomar las riendas del PP nacional en plena crisis interna, dentro del grupo parlamentario de los populares de Galicia le auguraban un importante cargo en la directiva nacional.
Incluso, entre los suyos, se le proyectaba como futuro secretario general, por ser y haber ejercido hasta el momento, el papel de 'fiel escudero' del ya dirigente nacional. Como un método de Feijóo de asegurarse un aliado en Madrid en quien confiar. Precisamente, esa complicidad entre ambos ha hecho que Feijóo decida ascenderlo y designarlo sucesor natural; como continuador de las políticas emprendidas desde 2009. El popular ha visto mayor potencial en Rueda presidiendo el consello do Goberno y la autonomía, que sofocando fuegos y organizando internamente a los vicesecretarios y portavoces de la formación. Esa tarea, la ha reservado para Cuca Gamarra.
Rueda ya ha activado la maquinaria electoral para aglutinar el mayor número de avales en las primarias gallegas del PP, primero de los inscritos y afiliados, y después, de los compromisarios elegidos por ellos. Y lo ha hecho marcando las tres líneas de trabajo que llevará a cabo: mantener la unidad dentro de las siglas regionales, apoyar en todo lo posible para que Feijóo alcance La Moncloa en las próximas elecciones y lograr la quinta mayoría popular en Galicia.
La mano derecha de Feijóo
El idilio político entre Feijóo y Rueda comienza a finales de 2005. El fundador y presidente del PP de Galicia Manuel Fraga, pese a haber ganado las elecciones, debe ceder la Xunta al socialista Emilio Pérez Touriño tras el pacto del PSOE y el BNG. Eso lleva a Fraga a iniciar el trámite de sucesión y aúpa a Feijóo para desempeñar el liderazgo del partido.
En la nueva andadura, el orensano quería contar con un perfil neutro y bajo a su lado para ejercer de secretario general; una persona que no tuviese mayor afinidad con alguno de las baronías que habían competido y pugnado con Feijóo para hacerse cargo del control interno del PP de Galicia (PPdeG): José Manuel Barreiro, Xosé Cuíña y Enrique López Vega.
Feijóo buscó un perfil neutro, sin preferencia marcada por otro barón territorial
Rueda, por entonces, cumplía a la perfección con esa demanda. Ejercía de director general de la Administración Local de la Xunta y llegó a los oídos de Feijóo de la mano de Xesús Palmou, el 'segundo' de Fraga, que abandonaba junto a él el barco. Concretamente, éste había designado a Rueda en ese cometido y fue recomendado.
Feijóo barajó el nombre de Rueda y finalmente lo citó un día en el Hotel NH de Vigo, donde le propuso acompañarle en el nuevo periodo que se abría en el PPdeG y durante la etapa de oposición. El lerense aceptó y se convirtió en nuevo secretario general. Y, tras un periodo de rodaje, se fue fraguando una relación de complicidad entre ambos. A la oposición le siguió la mayoría absoluta, la primera de Feijóo; y a ello, la adquisición para Rueda de nuevas funciones: vicepresidencia o la consejería de Presidencia, Justicia y Administración Pública.
A esa mayoría le siguieron dos más y el nombramiento de Rueda como presidente del PP de Pontevedra en 2016. La sobrecarga de funciones, años atrás, hizo que el 'segundo' de Feijóo se planteara dejarlo al verse desbordado y al no poder tener el contacto familiar que le hubiese gustado, aunque continuó. En cambio, ese año, decidió dar paso a un relevo dentro de la organización, a Miguel Tellado como nuevo secretario general. Uno de los principales respaldos que Feijóo, como vicesecretario de Organización, ha trasladado a Madrid a principios de abril.
Garantizar la continuidad
"Nunca en mi vida busqué lo que voy a ser ahora", expresó Rueda el viernes 22 de abril, tras anunciar oficialmente su candidatura en su Pontevedra natal -allí se celebrará el congreso regional para designar presidente-, ante las bases de la agrupación. Reiteró en el "reto" que supone optar a presidir el PPdeG y la Xunta, aunque lo hará "continuando con la labor de alguien insustituible para ser remplazado", en alusión a Feijóo. Y para ello, destacó, es fundamental mantener la "unidad", porque sin "unidad no hay partido".
Precisamente, la falta de capacidad para garantizarla es de lo que advierten algunos miembros populares gallegos. Definen a Rueda con dos palabras: una persona "solvente" y con "experiencia". Alguien que conoce al milímetro la Xunta y el consejo de Gobierno, pero que "está muy pegado a Pontevedra", lo que podría desestabilizar la balanza territorial y priorizar más a la provincia.
"Rueda tiene experiencia en la Xunta y es solvente, pero puede generar divisiones en el PPdeG"
En el PPdeG entienden que Feijóo quiera tirar de su mano derecha para suplirlo y, así, contar con cierta influencia en la toma de decisiones pese a permanecer en Madrid. No obstante, consideran que "el grupo está muy unido" en este momento, y la senda abierta por Feijóo, que decantará el apoyo mayoritario inicial para cerrar el tramite, a un medio plazo puede dar lugar a divisiones internas.
La de Rueda, explican a este medio, es una de "las dos almas" con las que cuenta el PPdeG en este momento. La otra es Pedro Puy, actual portavoz popular en el Parlamento de Galicia. "Tiene un perfil más ideológico y presidenciable que Rueda, que es más técnico". Pero, sobre todo, destacan, es valorado por su "calma" y "discreción".
Es un político "imparcial" que se entrega completamente a la región y, a diferencia de Rueda, "nunca se decanta por un territorio". Y, a juicio de las filas del PP gallego, la apuesta de Feijóo por él sería "la que menos rechazo generaría". Sin embargo, su handicap, advierten, es que "no ha tenido labor ejecutiva".
Rueda es una de las "dos almas" que habitan en el PPdeG, más técnico que ideológico
A diferencia de Puy, que es sobrino de Fraga, Rueda no tiene "el punto de galleguismo" tan representado -su padre es de Jaén-, y no empatiza por igual en el entorno urbano y el rural. Pero sí gana en términos mediáticos. Y es que, a diferencia del ámbito nacional, donde es un completo desconocido, su presencia en la televisión y el resto de medios gallegos es una constante.
Pese a todo, la candidatura de Rueda está avalada por uno de los principales barones del PP de Galicia, el presidente del partido en Ourense y de la Diputación José Manuel Baltar, una de las figuras más relevantes dentro.
Rueda es un gran aficionado a montar en moto y bicicleta. A partir de junio iniciará una carrera de dos años en la que deberá ganarse la reputación y el respaldo con el que cuenta Feijóo en la terra galega para mantener y garantizar una quinta mayoría absoluta en la comunidad. Todo con un nuevo competidor a la derecha, Vox, que puede logar sacar tajada de los populares en un momento de transición y orfandad.
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