El enchufe más famoso de Madrid ya no está. Una gigantesca grúa ha retirado estos últimos días la cúpula de las Torres Colón, cuya reforma avanza ya a pleno rendimiento.
Ubicadas en la esquina de Génova con Paseo de la Castellana en la Plaza de Colón, estas Torres son propiedad de Mutua Madrileña, que en septiembre adjudicó a Dragados, filial de ACS, su reforma y rehabilitación. Su fisionomía cambiará por completo y la finalización de las obras está prevista para 2022.
Se prevé que las obras del edificio concluyan en el año 2022 y la reforma conllevará la eliminación de su emblemático 'enchufe', el remate ornamental que corona el conjunto. En su lugar, se erigirán cuatro nuevas plantas de oficinas, manteniéndose sin alteraciones la altura (117 metros) y la edificabilidad de las torres.
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El enchufe ya no está
El edificio diseñado por Antonio Lamela, ejemplo de la arquitectura suspendida de España e inaugurado en 1977, será así remodelado por tercera vez en 50 años.
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El inicio de las obras
Se encargará del proyecto el estudio Luis Vidal + Arquitectos, mientras que el nuevo diseño cuenta con el visto bueno de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural (CPPHAN) del Ayuntamiento.
EP
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Así serán en el futuro
Las obras generarán más de 200 empleos directos y 400 indirectos entre pequeñas y medianas empresas proveedoras, fundamentalmente de la Comunidad de Madrid.
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Pionero en "arquitectura suspendida"
El edificio se empezó a construir por el tejado y fue el primero en España dentro de la "arquitectura suspendida".
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Oficinas en vez de uso residencial
En un primer momento quisieron que estas torres se dedicaran a uso residencial, un piso por planta. Incluso llegaron a construir un piso piloto a las afueras de Madrid, pero el proyecto sufrió varias complicaciones. Siempre han sido oficinas.
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Rumasa, primer propietario
En 1975 se inauguraron las torres y su primer propietario fue el conglomerado de empresas Rumasa.
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4.350 millones de pesetas
Pero llegaron los 80 y la famosa expropación de Rumasa. En 1983 las torres ya pertenecían al Gobierno y tras una subasta pública pasaron a pertenecer al grupo británico Heron Internacional, que en 1986 pagó 4.350 millones de pesetas por ellas.
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La escalera de evacuación
Una nueva normativa de seguridad contra incendios le obligó a una remodelación en los noventa. Se necesitaba construir una escalera de evacuación y Heron Internacional, que seguía siendo la propietaria, se negó a paralizar la actividad en sus oficina.
Por eso, al arquitecto se le ocurrió colocarlas fuera, entre ambas torres, y para ello diseño un soporte encima del edificio. Aquello se acabó materializando en el polémico «enchufe verde» y la «carcasa naranja» de la fachada
EP
Con la reforma ya terminada fue la Mutua Madrileña la que compró el edificio en 1995. Le costó 8.845 millones de pesetas. Allí se han mantenido desde entonces y en 2017 presentaron al Ayuntamiento una consulta urbanística para su reforma.
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Energías renovables
Las nuevas Torres Colón solo utilizará energía eléctrica de origen renovable, y consumirá un 60% menos de energía que un edificio convencional. Además, casi el 10% de la energía que se consuma será generada por el propio edificio.