Las elecciones autonómicas en Euskadi han arrojado una victoria clara del PNV que mejora sus resultados pasando de 28 a 31 escaños, un incremento importante de EH Bildu, con cuatro escaños más, llegando a 22 representantes en el Parlamento Vasco y la entrada por Alava de Vox con un representante en el Parlamento Vasco.

En unas elecciones tan singulares como las del 12-J, la participación ha sido la más baja de todos los comicios autonómicos celebrados en el País Vasco. En estos comicios la participación ha sido del 52,8%, siete puntos por detrás del 59,7% que se registró en las elecciones al Parlamento Vasco de 1980. La baja participación ha hecho que el 'precio' de los escaños se abarate de modo importante y las formaciones obtengan más parlamentarios incluso con un menor número de votos que en 2016.

Los resultados revelan que la coalición PP+Cs no ha funcionado y que arroja un mal resultado con la pérdida de tres de sus nueve representantes. La suma de PP y Ciudadanos arroja el peor resultado de la derecha constitucionalista hasta ahora, con apenas 60.000 votos. El revés de la coalición supone, sin embargo, la entrada de Ciudadanos en el Parlamento Vasco por el escaño que logra en Álava su candidato José Manuel Gil. El resultado es un revés para la apuesta de Pablo Casado que impuso la candidatura de Carlos Iturgaiz dentro del proceso de renovación del PP en Euskadi que impulsó Génova y que culminó con la dimisión de Alfonso Alonso semanas antes de las elecciones.

Casado e Iglesias

Aún más importante es el hundimiento de Elkarrekin Podemos, que se deja cuatro de sus once parlamentarios. La formación de Pablo Iglesias ha perdido asientos en todos los territorios y lo hace dejándose el importante apoyo que obtuvo hace cuatro años. Si en 2016 la formación logró el voto de 157.000 ciudadanos, ahora sólo suma 71.000. La apuesta por la candidata Miren Gorrotxategi contó con el apoyo de Iglesias en el proceso de primarias que le enfrentó a la candidata de la dirección de Podemos en Euskadi. La victoria de Gorrotxategi precipitó la salida de la dirección del partido en el País Vasco, a días del inicio de campaña y que ha culminado con la elección de una nueva secretaria general en pleno proceso electoral.

La sorpresa la ha protagonizado Vox, con un escaño por Alava que daría entrada a su candidata, Amaya Martínez a la Cámara vasca. La formación de extrema derecha ha logrado rozar el 2% del voto emitido en Euskadi. Ha realizado una campaña electoral en un clima de gran tensión en todos sus mítines en los que importantes dispositivos de seguridad de la Ertzaintza han tenido que blindar los actos. En los últimos días, ante la previsión de un escaño que auguraban los sondeos, el resto de formaciones llamó a la movilización para parar a Vox. Finalmente la formacion ha logrado más de 17.500 votos.

El PNV logra así acercarse al mejor resultado de su historia, en 1984 -previa a su escisión- cuando obtuvo 32 parlamentarios, uno más de los que podría lograr al cierre del 12-J. La formación ha logrado algo más de 347.000 votos, el peor resultado desde 1998.

De igual manera, la izquierda abertzale logra uno de los mejores datos de su historia, con este escrutinio, al pasar de los 18 parlamentarios actuales a poder alcanzar los 21.

Mayorías absolutas

El candidato Urkullu ha logrado el objetivo marcado por el PNV que pasaba por ampliar en un escaño por territorio histórico su representación. El último escaño de Alava se lo han disputado el PNV y EH Bildu por un estrecho margen de votos. Pese a ello, con los 31 asientos que ha obtenido y los 10 que logra el PSE el Gobierno de coalición PNV-PSE alcanza una cómoda mayoría absoluta.

Quien no logra capitalizar de modo significativo su alianza y coalición de gobierno con el PNV es el PSE, que sólo mejora sus resultados con un representante más. La candidata socialista, Idoia Mendia, logra ampliar a 10 los 9 asientos que tenía hasta ahora.

Los resultados del 12-J permitirían al PNV diferentes opciones para alcanzar los 38 escaños en el Parlamento Vasco. Si bien la opción preferida por Urkullu es reeditar la coalición con el PSE, que esta vez le permitiría gobernar con 41 de los 75 escaños del Parlamento, cabrían otras opciones. La suma para una mayoría la obtendría con EH Bildu o incluso con una suma con PP+Cs y Vox. Sin embargo, la opción de una alianza de izquierdas, que ha defendido de modo reiterado Elkarrekin Podemos, se quedaría sin opciones a sumar sólo 37 de los 38 asientos que suma la mayoría parlamentaria.