La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha autorizado el traslado de otros cuatro presos de ETA a cárceles vascas o próximas a Euskadi. Entre los reclusos que se beneficiarán de la medida figura Jon Bienzobas Arretxe, condenado por el asesinato de quien fuera presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente en 1996. Actualmente este preso cumplía condena en la cárcel de Cádiz (Puerto III) y será acercado a la prisión de Dueñas, en Palencia.

Detenido en enero de 1998, Bienzobas cumple una condena de 30 años, "pendiente de acumulación", aclara el Ministerio del Interior, por delitos de asesinato, atentado, terrorismo y depósito de armas y explosivos. No será hasta junio de 2039 cuando cumpla las tres cuartas partes de su condena. La Secretaría General ha resuelto progresarle a segundo grado. Además del asesinato del presidente del TC, fue condenado en 2007 por matar de Rafael San Sebastián, crimen que ETA reconoció que cometió "por error". La condena más elevada que le ha sido impuesto es de 186 años por su participación en el atentado con coche bomba el 15 de enero de 1994 en Madrid. El comando hizo estallar el vehículo al paso de una furgoneta del Ejército con once militares abordo. La bomba no produjo muertos pero sí numerosos heridos.

Junto a él otros tres presos de la banda han recibido hoy la autorización a su traslado en el momento en el que las condiciones de la pandemia lo permitan. Entre ellos se encuentra Ignacio Etxeberria, a quien se acercará desde la prisión de Topas, en Salamanca, a la cárcel de El Dueso, en Santoña (Cantabria). Está condenado a 457 años de cárcel por el atentado que costó la vida de cinco militares el 6 de febrero de 1992, al paso de cuya furgoneta hizo estallar una bomba. Fallecieron Francisco Carrillo, Ramón Carlos Refojo, Juan Antonio Núñez, Emilio Domingo Tejedor y Antonio Ricote. Además, en 2003 fue condenado por el asesinato -el 23 de marzo de 1992- en Madrid de Juan José Carrasco Guerrero, hijo de un coronel de Infantería en la reserva.

Un traslado a Zaballa (Álava)

El tercero de los presos de ETA que será acercado desde la prisión de Puerto III (Cádiz) a la cárcel de Villabona, en Asturias, es Aitor Aguirrebarrena. Fue condenado a 75 años de prisión por el asesinato de los agentes de la Guardia Civil, Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, el 20 de agosto de 2000 en Sallent de Gallego. Sobre él también pesa la condena a 33 años por el asesinato del funcionario de prisiones, Máximo Casado, el 22 de octubre de 2000 en Vitoria. En su historial figura además haber sido condenado a 23 años por la colocación de una furgoneta bomba junto a un cuartel en Agreda y participar en el atentado contra la discoteca 'Txitxarro' de Deba (Guipúzcoa).

El único de los cuatro presos que será trasladado a un centro penitenciario del País Vasco es Patxi Marqués. Pasará de cumplir condena en la cárcel de Castellón II a hacerlo en la de Zaballa, en Álava. Está condenado a 62 años por planear un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Algorta (Vizcaya). Además se le ha clasificado en tercer grado.

Por último, las medidas adoptadas esta semana se completan con la concesión del tercer grado al preso Unai Fano, que cumple condena en la cárcel de Basauri. Interior destaca que ha remitido varios escritos en los que rechaza el uso del a violencia y reconoce el dolor y sufrimiento causado a las víctimas.

Sin colaborar con la Justicia

En una nota, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha lamentado los nuevos acercamientos "sin que hubieran colaborado con la Justicia". La asociación también lamenta que se autorizara a la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, trasladarse hasta Andalucía para visitar a presos de ETA en prisión: "Allí visitó a etarras, entre ellos Henri Parot, imputado por 82 asesinatos. ¿Queda ya algún resquicio de duda en alguien de quién es EH Bildu?", se pregunta la AVT.

La asociación asegura que según su contabilidad con los cuatro nuevos acercamientos anunciados hoy suman ya 148 los traslados autorizados desde el verano de 2018 y que han beneficiado a 134 etarras -algunos han sido trasladados en más de una ocasión-. De todos ellos, 27 se han acercado a cárceles vascas o navarras y en 52 casos los beneficiados cumplen condena por delitos de sangre.