Cubre Madrid la noche más cristalina para los denunciantes de corrupción cuyo fulgor redunda en la salud democrática de España. El 16 de febrero de 2023, el Congreso daba luz verde a la ley que protege a estos informantes; un día antes de que Bruselas denunciase a España (así como a Alemania, República Checa, Estonia, Hungría, Italia, Luxemburgo y Polonia) ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) por no trasponer a la legislación nacional la directiva continental aprobada en 2019, toda vez que el plazo venció el pasado 17 de diciembre.
Esta nueva norma, que fija sanciones de hasta un millón de euros para quienes osen represaliar a los denunciantes de corrupción, emociona a Ana Garrido, denunciante de la tan conocida como nefanda trama Gürtel cuando era técnico de Juventud en el Ayuntamiento de Boadilla. Garrido y hoy presidenta de la Asociación Española de Denunciantes de Corrupción. Ella padeció en primera persona los ábregos de dar el paso de denunciar, si bien siempre se mantuvo firme en la oriflama de la honestidad por una sociedad mejor.
Se aproxima la medianoche. A esta jornada, intensa en sensaciones, le quedan unas velas por soplar; aunque, en esta oportunidad, el deseo ya se ha cumplido antes. Ana Garrido, envuelta en la dicha y en la conquista, atiende a El Independiente para valorar esta suerte de manto protector al denunciante de corrupción. “Ha tardado tanto… Y justo hoy. Es el mejor regalo de cumpleaños que he recibido”. Este 17 de febrero de 2023 la utopía ha amanecido entre pámpanos de realidad.
Pregunta: ¿Qué supone la aprobación de la ley que protege a denunciantes de corrupción?
Ana Garrido: Una gran emoción. Un enorme avance para combatir la corrupción, aunque tiene algunos puntos que pulir. Hasta la fecha, el denunciante de corrupción en España estaba absolutamente desprotegido. Es un logro tremendo, sobre todo tras tantos años desde que empezamos a luchar en el Parlamento Europeo.
P: Tú fuiste la denunciante de corrupción en Gürtel. ¿Qué supuso dar ese paso sin escudo?
R: La gran mayoría de denunciantes de corrupción hemos acabado en la ruina porque éramos una chinita en un engranaje que generaba poder y dinero. Denunciar suponía una muerte civil. La quiebra económica te llega a través de los pleitos en los que te ves inmerso. Pero hay algo peor: la soledad. La gente teme acercarse a ti por si le perjudica. No te dan empleo porque estás estigmatizada. Yo elaboraba bisutería para remontar. Dormí en una casa abandonada. Me calentaba las albóndigas junto a la calefacción central. Pasé de una vida estable con un trabajo apasionante a luchar para sobrevivir.
P: Europa ha sido clave…
R: Por supuesto. Dio un toque al Gobierno y a otros países que se hacían los remolones. Portugal, por cierto, fue de los primeros.
P: Esta ley aplica a lo público y a la empresa privada, así como a ONG…
R: Toda organización con más de 50 personas tendrá que abrir un canal interno de denuncias respetando el anonimato o la confidencialidad.
P: ¿Es este uno de los puntos más fuertes del texto?
R: Sí, desde luego. Es fundamental para que la gente se pueda sentir segura a la hora de denunciar. Si no desvelas tu identidad, es mucho más fácil. También las sanciones millonarias para frenar a los que tomen represalias contra los denunciantes de corrupción.
“Hay dos cosas importantes que mejorar en esta ley”
P: No en vano, también has esgrimido ver “lagunas”…
R: En mi opinión, hay dos cosas importantes que mejorar. Por un lado, que se tenga que acudir obligatoriamente al canal interno. Soy partidaria de externalizarlo con el fin de una garantía absoluta. La otra gran carencia es que un denunciante de corrupción pueda estar imputado por revelación de secretos. Si se pretende que la gente se sienta libre y segura no es lógico esto último. Imagínate un medio de comunicación, que juega un papel vital en esto, como imputado por una información que le haya llegado y corroborado. Es un gran punto de partida, pero hay que pulir ciertas cosas.
P: Ha contado con el visto bueno de todos los partidos, salvo Vox y el PP. Este último ha argumentado que la ley “no cumple con las expectativas que esta lacra exige”…
R: Es posible y válido que opinen que esta ley no es la más adecuada.
P: ¿Volverías a denunciar tras lo vivido con Gürtel?
R: Sí. Pero de otra manera. He aprendido mucho a lo largo de estos años. Ahora, cuando asesoro a otros denunciantes les explico qué errores no cometer. Cierto es que ya con esta ley será más fácil y gozarán de más cauces.
P: Con todo, ¿empleas la palabra victoria?
R: Sin duda. Para mí, es un legado que dejamos a este país los que tanto hemos luchado contra la corrupción. Por eso estoy brindando. Y porque ha coincidido con mi cumpleaños.
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