Lo sucedido estos días en Almendralejo (Extremadura) donde unas niñas se han encontrado con imágenes de ellas mismas desnudas gracias a la inteligencia artificial no es una excepción. Meses atrás, famosas vienen denunciando cómo anónimos se apropian de su imagen para crear un efecto en el que se superpone su cara a un cuerpo desnudo componiendo una fotografía que parece real. La realidad siempre va por delante del Código Penal, dicen los juristas, pero lo cierto es que aunque no existe jurisprudencia concreta sobre este tema los expertos ven motivos delictivos para que estas conductas no queden impunes.

"Uy, tendría que verlo", "pues no creo que exista jurisprudencia porque es muy novedoso", "tendría que mirarlo, no se me ocurre ningún ejemplo" eran algunas de las respuestas de juristas consultados este lunes sobre qué podría pasar en el caso de que alguien se encontrara circulando por Internet un desnudo falso. Que se trata de casos sin precedentes es una obviedad porque la inteligencia artificial ha irrumpido recientemente en la vida de las personas creando contextos que quien hizo las leyes más antiguas no podía imaginar. El Código Penal sólo dice la palabra "inteligencia" una vez y no le acompaña la palabra artificial por lo que es inútil buscar cómo penar estas conductas digitales de forma explícita. Si bien, sí se pueden buscar tipologías en las que incardinar estos hechos.

El caso de Almendralejo es bastante más sencillo de resolver penalmente porque se trata de menores. En ese municipio de Badajoz de unos 30.000 habitantes una veintena de madres creó un grupo de Whatsapp para coordinarse al conocer que se habían difundido en varios institutos imágenes de sus hijas desnudas, modificadas. La Policía Judicial del lugar ya ha confirmado que está investigando los hechos. Todavía está por determinar cuántas alumnas hay afectadas, pero el delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, hablaba este lunes de "varios" y anunciaba que el caso estaba en manos de la Fiscalía de Menores.

Si son menores es pornografía infantil

El delito de pornografía infantil incluye expresamente que se considera todo material "visual a un menor o una persona discapacitada necesitada de especial protección participando en una conducta sexual explícita, real o simulada". Este artículo 189 del Código Penal fue adaptado en 2015, precisamente, para añadir este concepto.

"En 2011 se dictó por la Unión Europea una directiva que obligaba a los Estados a tipificar la pornografía infantil virtual", profundiza Jaime González Gugel, abogado penalista del despacho especialista en ciberdelitos Oliva-Ayala. "Luego, hay una circular de la Fiscalía General del Estado (2/2015) que intenta dar instrucciones para interpretar qué se entiende por material virtual. Hay que tener una cierta interpretación restrictiva y pone de ejemplo que no es un cómic o un manga. Pero en este caso sí sería", comenta González.

Las fuentes consultadas en la Fiscalía recorren también se inclinan por esta tesis. El punto d de ese artículo introdujo las "imágenes realistas de un menor", que no reales, y puntualizó que el fin debería ser "principalmente sexual". "Habrá que ver la naturaleza de esas imágenes. No son actos sexuales, sino que son desnudos, si aparecen explícitamente esos órganos sexuales se podría entender que entraría en esta definición", puntualiza el abogado penalista González.

Famosas que también han sido víctimas

Si la fotografía es de un mayor de edad, como ha ocurrido ya con famosas como Laura Escanes, los expertos difieren en los caminos que podrían recorrerse para llegar al delito, aunque conciden en que la conducta es punible.

"Habría como dos planos. Uno, más allá del origen, de cómo se haya creado la imagen, lo que importa es el objeto de protección es decir que el titular de los derechos pueda tener el control sobre el uso que se hace de su imagen. Como esto no sucede y hay unas terceras personas que ponen en circulación unas fotos que atentan contra la intimidad y la propia imagen de la persona, independientemente de cómo se hayan creado estas imágenes sí que podrían ser delito", expresa Ignacio Álvarez profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Igualdad.

"Me ha llegado un link donde hay fotos mías desnuda editadas y creadas por IA. A parte de sentirme totalmente utilizada y expuesta, hay algo que hace que me hierva la sangre. El cuerpo de una mujer no se utiliza. Ni para el placer, ni para abusar ni manipular. Me repugna la persona que las haya creado, pero también los que están ahí y les parece divertido y callan", revelaba la influencer Escanes en sus redes sociales a mitad del mes de agosto. La magistrada Concepción Roig señala cómo estos delitos siempre suceden contra las mismas víctimas. "Desgraciadamente casi siempre este tipo de delitos inciden sobre menores y sobre todo mujeres, con lo cual vemos cómo se siguen inventando diferentes tipos de violencia de mujer", expresa la coordinadora de Igualdad del secretariado de Jueces y Juezas para la Democracia.

Según la togada hay una diferencia clara entre una fotografía real que se difundiera, en cuyo caso sería un delito contra la intimidad, y una imagen creada sin consentimiento que para ella es un delito contra la integridad moral. "La distinción se hace por el bien jurídico que protege. Cuando son imágenes tuyas pertenecen a tu intimidad real y cuando son imágenes que no es tu persona se trata de la integridad", agrega Roig.

Precedentes

Ningún caso de este tipo ha llegado al Tribunal Supremo, especifican las fuentes consultadas allí. La Policía ya se está familiarizando con algunas actuaciones de este tipo. En enero de este año detuvieron al primer pedófilo en España que utilizaba la inteligencia artificial para crear imágenes de menores manteniendo relaciones sexuales, como publicó este periódico. Los agentes lo reconocieron porque la extrema dureza de las imágenes no cuadraba: la corta edad de las menores y el tamaño de los órganos y juguetes "desproporcionados". “Utilizaba un programa donde describía lo que quería y este generaba las imágenes”, comentó el jefe de la investigación.

En el caso de Extremadura, la voz de alarma la dio la ginecóloga y docente Miriam Al Adib cuando descubrió una foto con el rostro de su propia hija, de 14 años. "Los montajes son superrealistas, es muy preocupantes y una auténtica barbaridad", dijo a través de un vídeo en Instagram. La Policía Nacional ha confirmado que ya ha identificado a varios menores. Ocurre que en el caso de que estos sean los autores el Código Penal no se aplica sino que se hará a través de la legislación de menores que no incluye penas de cárcel en ningún supuesto.