La junta de fiscales de Anticorrupción ha terminado este martes con una victoria holgada del fiscal jefe Alejandro Luzón en su pugna con la fiscal de 'Púnica' Carmen García Cerdá por una causa que está bajo secreto de sumario. La fiscal había planteado un artículo 27 del Estatuto del Ministerio Público al considerar que la instrucción que le había dado su superior era ilegal o improcedente, pero la mayoría de miembros reunidos (19) hoy se han situado con el jefe de la Fiscalía, según confirman fuentes presentes.

Poco se sabe sobre el asunto de fondo porque la causa, que está judicializada, está secreta. García Cerdá está llevando las pesquisas y chocó con Luzón antes de verano por una batería de diligencias que ella quería llevar adelante y el jefe no. Fue entonces cuando la fiscal decidió plantarse y activar los mecanismos que la Fiscalía tiene para buscar la independencia de un superior.

El artículo 27 que rige a la institución reza: "El fiscal que recibiere una orden o instrucción que considere contraria a las leyes o que, por cualquier otro motivo estime improcedente, se hará saber así, mediante informe razonado a su fiscal jefe. De proceder la orden o instrucción de éste, si no considera satisfactorias las razones alegadas, planteará la cuestión a la Junta de fiscalía". Por eso, tal y como avanzó este periódico, Luzón no tuvo más remedio que dar traslado de toda la causa y los argumentos a los 24 funcionarios que componen esta Fiscalía Especial para que hoy se produjera una votación, si bien ésta es únicamente consultiva.

La reunión este martes ha durado desde las cuatro y media de la tarde hasta casi las nueve de la noche. El debate ha terminado dando la razón al jefe con 19 votos a favor del criterio de Luzón y cinco en contra. El jefe podía retirar el asunto de las manos de la fiscal García Cerdá, pero fuentes del caso señalan que ella seguirá al frente, acatando lo que ha salido votado en la junta. También el teniente fiscal, Antonio Romeral, estaba a favor de Luzón.

El otro '27' de Cerdá

Aunque activar este mecanismo no es muy habitual en un órgano tan jerárquico como el Ministerio Público, García Cerdá tiene experiencias anteriores. En 2017, tanto ella como su compañero Carlos Yáñez que lideraban el 'caso Lezo' se opusieron a las instrucciones del entonces jefe Manuel Moix. En ese momento el resultado fue al contrario y fue el criterio de Moix el que quedó denostado en favor de los dos fiscales.

La relación entre García Cerdá y Luzón se ha venido deteriorando durante la instrucción del 'caso Púnica'. Ella es una de las dos fiscales que junto a Teresa Gálvez lleva casi una década instruyendo este asunto sobre la corrupción del PP madrileño. Ambas se negaron a firmar uno de los últimos informes presentados en la Audiencia Nacional que dejaban al margen de toda responsabilidad a la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre. Las divergencias con su compañero de equipo Alejandro Cabaleiro y con el propio jefe de Anticorrupción terminaron por hacer que las dos fiscales no rubricaran el escrito.