El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha remitido el 'caso Balizas' a un juzgado ordinario después de la petición de la Fiscalía. La investigación sobre las presuntas irregularidades en la actuación de un guardia civil con un grupo de narcotraficantes tendrá que dirimirse en un juzgado ordinario.

En el escrito, al que ha tenido acceso El Independiente, Pedraz acuerda "deducir testimonio de lo relativo a la actuación del sargento de la Guardia Civil" a un juzgado de Madrid. La Fiscalía, que fue contraria a investigar al agente, solicitó hace unas semanas que el asunto viajara a Las Rozas, Móstoles o Tres Cantos que fue donde presuntamente se cometieron los delitos.

Los hechos bajo sospecha se circunscriben a la operación contra el narcotráfico Águila-Frazen, en la que fueron detenidas más de veinte personas por delitos de drogas y blanqueo de capitales. Los abogados de algunos de los investigados tratan de demostrar desde 2021 que algunos guardias civiles del Grupo de Delitos Económicos de la Comandancia de Madrid utilizaron prácticas irregulares como colocar balizas de seguimientos en los coches sin autorización judicial. El juez Pedraz no había entrado a analizar estos hechos hasta que hace unos meses una de las defensas aportó un audio del brigada Sergio B. reconociendo que él era el "más ilegal de los ilegales".

La grabación fue hecha por una mujer con la que supuestamente el tricornio tuvo una relación esporádica. La versión de ella es que grabó porque había tenido malas experiencias con hombres en el pasado y casualmente conocía a uno de los investigados y quiso ayudarlo. La versión de él es que en realidad estaba actuando de agente infiltrado porque suponía que ella formaba parte de la organización criminal. Ambos pasaron una noche en un hotel y el juez había pedido averiguar quién la había pagado.

La reserva se produjo la noche del viernes 21 al sábado 22 de abril de este año en el Secortel AB Rivas de Madrid. En un escrito de este 5 de octubre, el magistrado solicita que tanto la información emitida por el hotel (en la que señala que el pagador fue Sergio B.) como la factura con el número de cuenta y la hora a la que se procedió el pago (19:56) se incluya en las diligencias. Fuentes jurídicas señalan que esto daña el relato del brigada quien aseguró en su declaración el pasado 12 de septiembre que actuó con distancia y con el único fin de "desenmascararla".

Sergio B. insinuó que se inventó muchas de las cosas que se escuchan en esas grabaciones para ganarse la confianza de la mujer. Sostuvo que quería dar informaciones falsas para despistar a los responsables del narcotráfico y aseguró que siempre hubo espacio entre ellos. Fuentes policiales explican que un agente infiltrado tiene terminantemente prohibido intimar con las personas de las que trata de sacar información por eso, la noche en el hotel puede poner en jaque su versión.