La arquitectura de la cárcel de Alcalá Meco (Madrid II) convirtió en el escenario ideal la fuga de Yousef Mohamed Lehrech, alias 'El Pastilla', que permanece en paradero desconocido desde vísperas de Nochebuena. El hombre engañó a una funcionaria para que le abriera una puerta por la que se camuflaría con las familias para huir del centro penitenciario por su propio pie. La unidad de fugitivos de la Policía antidroga se ha hecho cargo de la investigación y busca al joven de 20 años en países como Marruecos, según apuntan distintas fuentes penitenciarias y policiales.
La prisión de Alcalá Meco tiene un gran tránsito diario de personas, coches e, incluso, camiones de carga porque la misma puerta de acceso se utiliza tanto para la cárcel de hombres --con unos cerca de 500 internos-- como para la de mujeres. Ese gran pasillo o túnel que conecta tres edificios tiene un trasiego mayor de lo habitual en Navidad cuando los centros hacen excepciones para que exista un número mayor de visitas a los presos. "La estructura de Meco no ayuda nada", confiesa una fuente penitenciaria.
Todos estos ingredientes se unieron a una cadena de errores humanos que nadie niega. La inspección de Instituciones Penitenciarias visitó ayer la prisión y mantiene abiertas unas pesquisas para esclarecer si lo ocurrido se queda en responsabilidades disciplinarias o si, como apuntan algunas versiones internas que circulan, pudo haber dinero de por medio y la deriva del caso es penal. De cualquier forma, de momento nada apunta más allá de que una serie de fallos fueran aprovechados de forma casual por un preso "muy peligroso", según la Policía Nacional.
Pasadas las cinco y media de la tarde del 23 de diciembre, el responsable de la prisión ordenó un recuento extraordinario, indican fuentes penitenciarias. No sabían si había habido una fuga o varias. 'El Pastillas' no estaba en ni en su celda ni en ningún lado. Unas horas antes habían acudido cuatro familiares a verlo desde Ceuta, entre ellos su hermano y su madre. La comunicación se realizó de forma correcta y cada uno salió por un lado porque un cristal los separa, pero los errores comenzaron después.
"La ida y la vuelta del locutorio la hace solo porque no hay personal", dice una fuente. Por eso, cuando estaba retornando por su pasillo, el joven engañó a una funcionaria y le dijo que ahora tenía un vis a vis, por lo que ella abrió la puerta que conectaba con el pasillo en el que estaban el resto de familiares. La estructura de Meco hace que el camino para ir a ese encuentro íntimo sea el mismo para presos y visitantes, por lo que este fue el momento, según citadas fuentes, en el que logró entremezclarse con más gente.
A partir de aquí ya nadie más se percató de que era un preso. Su familia lo ayudó a camuflarse y cuando llegó el siguiente control de seguridad en el que el funcionario devolvía el DNI hubo un nuevo error. El trabajador dejó un hueco a su espalda por el que 'El Pastilla' se coló en un despiste y se congregó con el tumulto que ya había recogido su documento de identidad. Faltaba un último control de funcionarios, por eso, el preso trató de escabullirse por la salida de los coches. Allí, los guardias civiles lo redirigieron a la salida como todo el mundo.
Volvió atravesar la puerta sin problema porque en esos controles de salida ya nadie revisa la identidad. Cada cárcel tiene sus propios protocolos y Meco, al tener tanto trasiego, ya no controla en la última barrera persona por persona. Nadie lo conocía porque llevaba apenas 20 días en Madrid. Logró escapar.
El clan de los Piolines
'El Pastilla' estaba catalogado en el Fichero Especial de Seguimiento (FIES), en concreto en el número 5 que es de "características especiales" y suelen referirse a personas vinculadas al crimen organizado o de especial gravedad. Sobre ellos hay que tener una precaución extrema y los funcionarios de prisiones deben saber con quién hablan, por dónde se mueven... Por eso, algunas de las voces consultadas no entienden cómo Instituciones Penitenciarias decidió enviarlo a Meco y no a cárceles con mayores elementos de seguridad como Estremera o Soto del Real en Madrid, donde están los presos más peligrosos. En los centros penitenciarios más antiguos, por ejemplo en Navalcarnero no existe actualmente ningún FIES.
Lo cierto es que Madrid II es el centro de referencia para los internos jóvenes como era este caso, sin embargo dichas fuentes agregan que lo primero debe ser la seguridad.
Yousef Mohamed formaba parte de uno de los clanes de narcotráfico que estaban enfrentados en Ceuta con el de los 'Piolines'. Las peleas entre los grupos llegaron a tal nivel de violencia que el joven se trasladó a vivir a Algeciras, según fuentes policiales. Estaba en prisión provisional a la espera de ser juzgado por dos asesinatos. El primero lo cometió presuntamente en octubre de 2022, pero no fue hasta abril de 2023 cuando lo detuvieron tras matar a su propio jefe, el cabecilla de una de las bandas Nayim K. conocido como 'Tayina'.
Las pesquisas sobre la fuga las lleva ahora la unidad de fugitivos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) que ya están tras la pista del joven. Las fuentes consultadas señalan que barajan como hipótesis una posible fuga a Marruecos, aunque no se descarta que pueda continuar en España.
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