El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha comparecido este lunes en el Senado y ha confirmado que presionó al equipo del Ministerio durante la pandemia para la compra de mascarillas porque había "muertos diarios". Ábalos se ha mostrado firme, tranquilo e incluso ha agradecido el trato y no se ha movido ni una coma de la línea que ha seguido hasta ahora con respecto al 'caso Koldo': no conocía nada sobre las actividades presuntamente corruptas de empresarios que se llevaron comisiones ilegales de contratos durante el Covid. E incluso duda de la existencia de esa red ilegal: "No voy a ratificar la presencia de la trama ni me voy a poner en plan juez". Además, tachó de "bulo" algunas informaciones que se han publicado sobre la visita de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España en 2020.
A las 11 de la mañana comenzaba puntual la comisión de investigación sobre el 'caso Koldo' en relación a la red que se investiga en la Audiencia Nacional sobre la compra de mascarillas con su raíz principal en Transportes. Se trataba de dirimir responsabilidades políticas y, al contrario que la declaración del que fuera su asesor Koldo García que fue a todas luces infructíferas, Ábalos no quería "rehuir ninguna pregunta". Él no está imputado por el momento, así que jugaba con esa baza.
El exministro ha defendido en todo momento la gestión en la compra de material sanitario que se hizo desde su Ministerio. "De modo casi desesperado encargué a todo el mundo que se pusiera a buscar material. A todo el mundo", ha remarcado ante la pregunta de si Koldo García tenía un encargo específico. Como avanzó El Independiente, la expresidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) Isabel Pardo de Vera acusó a Ábalos ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de haberla presionado para adjudicar "con la mayor premura posible" un contrato de 5 millones de euros de mascarillas.
Pardo de Vera rechazó, eso sí, que se le impusiera la contratación de la empresa que está bajo el foco de la Fiscalía Anticorrupción. El exministro ha ratificado esta versión: "Yo presioné a todo el equipo del Ministerio que no estaba en casa para que se adquiriera el material urgentemente. Claro que presioné. Podría estar relajado yo con muertos diarios", ha ironizado.
El grueso de su comparecencia se ha centrado en desmontar cualquier duda sobre su conocimiento de una trama que cobraba mordidas por los contratos de pandemia y ha descargado la responsabilidad económica en el subsecretario de Transportes. "No tengo claro que hubiera ninguna trama", ha apostillado. Según él, nunca supo qué comisiones y quiénes se las llevaban porque "no se metía en esos temas", pero claro que suponía que había beneficios. "¿Hay alguna empresa que contrate con el Ministerio que no gane dinero?".
La diligencia de Transportes fue modélica según su declaración, de hecho, "yo estaba satisfecho de toda esa gestión hasta hoy", ha sonreído."Me parecía una operación de éxtio", ha remarcado. "Aquí se aseguró el pago, se exigió la financiación del proveedor y se bloqueó el pago hasta que el material estaba". Ábalos se ha esforzado en que los políticos entendieran el contexto de la crisis sanitaria: "Los muertos no bajaban, no sabíamos cómo impedir eso. Hasta que al final a alguien se le ocurrió que el virus se mueve y había que parar la movilidad. Por eso, el Ministerio de Transportes era tan importante porque era el de la movilidad". Si en "la trastienda" hubo algo irregular, es materia de la Justicia, dice.
El valenciano se ha mostrado seguro de sí mismo, después de haberse leído el sumario a fondo y sobre el hecho de que el juez Ismael Moreno lo ubique como "intermediario" de la red de empresarios, él ha afeado que "esa expresión es un auto que hace un copia y pega de la UCO" y ha señalado que también se menciona a un militante del PP aunque no ha querido nombrarlo "porque no merece ser estigmatizado".
El "factor humano" de su unión con Koldo
El exministro no ha buscado hacer sangre con el que fuera su asesor más cercano. Dice que las decepciones las lleva dentro, pero que, sin defenderlo, tampoco va a acusarlo. "Ni voy a hacer un obstáculo para su defensa", ha agregado.
En Transportes, Koldo era un asesor más de los cinco que él pudo nombrar, según ha explicado, "no ocupaba ningún nivel jerárquico en la Administración", "no tiene ninguna capacidad resolutiva, ni siquiera se le puede considerar servidor público según la doctrina jurisprudencial", ha mentado un Ábalos muy estudiado. Que no le sorprendió el incremento de patrimonio de su mano derecha porque eso fue tras la salida del Ministerio, "y no le veo muy opulento, era una motocicleta lo que llevaba. Y eran vehículos de segunda mano, de segundísima mano".
Eran cercanos, sí, no lo niega. "El factor humano cuenta mucho, y efectivamente una persona que te acompaña todo el tiempo, que se preocupa de muchas cosas humanas, se genera ese vínculo personal que supuso que me lo llevara al Ministerio cuando entro en el Gobierno", ha reflejado.
A Víctor de Aldama, otro de los empresarios en el centro de la supuesta red criminal, Ábalos también ha reconocido que lo conocía de cuando era dueño del Zamora Fútbol Club y de su asesoría para Air Europa. Pero poco más. Y sobre los demás empresarios, ni idea. No sabía ni remotamente quién era Juan Carlos Cueto, el cerebro de las operaciones fraudulentas según la Fiscalía Anticorrupción. "He visto incluso un chat de 'los cuatro mosqueteros', pero no conozco a nadie".
El "bulo" de Delcy Rodríguez
Su objetivo en el aeropuerto de Barajas (Madrid) la noche que aterrizó la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en enero de 2020 era uno: "Solo tenía un propósito, asegurarme de que no entrara en España. Y eso es lo que conseguí". No fue en coche oficial, sino que lo llevó Koldo en su coche personal. "El coche oficial no lo tengo en la puerta. Hay que llamar al Servicio de Seguridad y no tenía tiempo para todo eso", ha revelado.
Cuando llegó la famosa cuestión de las maletas, Ábalos ha reído. "Me alegra que me haga esa pregunta que tampoco es nada original. Es de los bulos, ahora que hablamos de bulos, mejor instalado en este país".
Sobre el equipaje de Delcy Rodríguez se ha escrito que podían ser hasta 40 maletas cargadas de oro. Una teoría de la que el exministro se ha burlado. "Todos hemos visto el tamaño del avión. Introduzca 40 maletas, miren a ver si caben. Luego, además, en un alarde de imaginación, ¿De qué las llenamos? De dólares, de cocaína... Ahora hagan el reparto, intenten despegar y crucen todo el charco".
Para él, esta información "escala a toda lógica racional" y cuando se dice que hubo decenas de maletas "se pone en duda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que son los que tienen que velar por que no entre nada". Además, el asunto se judicializó y pasó por todas las instancias. "Me queda el tribunal de Dios", se ha reído.
Su futuro
El exministro se ha mostrado desesperanzado con su futuro en política y ha hecho una reflexión sobre la presunción de inocencia. "Me llamaron muchos políticos y me dijeron 'no dimitas, serás culpable'. Y me lo dijeron personas que, lamentablemente, no han conseguido ninguna rehabilitación, pero sí que sienten la empatía de la gente que recibió procesos iguales y finalmente han quedado en nada", ha expresado.
Ábalos ha subrayado que no ha hablado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras haber sido expulsado del PSOE. Sobre si ve esta actitud normal, su respuesta: "La normalidad no es un término absoluto. Es como la amistad".
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