Víctor de Aldama era mucho más que el expresidente del Zamora Club de Fútbol. Era el intermediario del 'caso Koldo', era la persona de enlace de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en España y esta semana se ha conocido también que era el cabecilla de un entramado de estafas de impuestos de hidrocarburo que llegó a defraudar 182 millones de euros al fisco. Por eso, el juez de la Audiencia Nacional lo envió ayer a prisión provisional. Pero un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala que Aldama era, además, la persona a la que se le encargó conseguir un lujoso chalé para el exministro de Transportes José Luis Ábalos. El antaño hombre fuerte del PSOE se encuentra ahora a un paso de la imputación, después de que se haya revelado como la cúspide de una supuesta trama de corrupción en torno a las mascarillas.

Este informe de 233 páginas de la UCO apunta a que Ábalos permitió a Aldama y al que fuera su exasesor Koldo García hacer y deshacer negocios en el Ministerio --mientras él estuvo entre enero de 2020 y julio de 2021-- a cambio de contraprestaciones en forma de favores. De un lado, el posible pago de 500.000 euros que fueron a parar a un chalé en Cádiz que disfrutó el exministro y, del otro, hasta 32 mensualidades del alquiler de un apartamento en Madrid en el que residía una mujer que era su pareja en aquel tiempo.

Todo comenzó por una serie de contratos de mascarillas muy jugosos que fueron a parar a la empresa de Víctor de Aldama, Soluciones de Gestión SL. Entre los días 21 y 27 de marzo de 2020, recién estrenado el Estado de Alarma, tanto Puertos del Estado como ADIF (ambas dependen de Transportes) firmaron sendos contratos de suministro de material sanitario con esta compañía. No fueron los únicos porque en abril resultó adjudicataria de otro contrato por parte del Ministerio del Interior, y en mayo por otros dos del Servicio Canario de Salud y el Servicio de Salud de Islas Baleares. En total, 54 millones de euros, que le reportaron un beneficio personal a Aldama de 6,6 millones.

La UCO ha encontrado un desglose de los gastos que hizo el empresario de esa operación en los que se lee "El Gran 2.000.000" y "Goblins 500.000 - Casa". El primer concepto consideran que puede tratarse de "El Grandullón" en referencia a un pago a Koldo; sobre el segundo, señalan a Ábalos. ¿Por qué? Pues porque el exministro unos meses después remitió a Koldo "de manera general sin contexto" continuos enlaces de inmuebles todos ellos de similares características: chalés ubicados en Málaga o en Cádiz. Eso puede vincularse a la anotación "casa".

Ábalos le encargó a Koldo la gestión para elegir la vivienda. Una de las que le remite como anuncio se ofertaba por 599.000 euros (precio muy parecido a la anotación) y esta es la que termina siendo adquirida por Aldama.

"Aldama ejerce de verdadero responsable y organizador de la compra, maniobrando a través de terceras personas que negociarían las condiciones, el pago de la señal o la firma del contrato de arras", exponen los agentes. El empresario propone inicialmente para este encargo a un venezolano muy vinculado a Suelopetrol S.L. (una compañía de petróleo y gas de América Latina). Pero "por razones que se desconocen", dice la UCO, decide finalmente prescindir de estos servicios y se los encarga finalmente a Claudio Rivas, empresario dueño de Villafuel S.L (una comercializadora energética).

Y aquí es donde se cruza la segunda trama de corrupción, la de los hidrocarburos. Si Aldama ya había sido detenido por el 'caso Koldo' el pasado mes de febrero, este mismo lunes la Guardia Civil lo volvía a detener. La Fiscalía Anticorrupción informaba de una red de fraude de IVA relacionada con empresas que hacían de intermediarias en combustibles y que cuando Hacienda les pedía el pago de los impuestos desaparecían repentinamente. La sorpresa llegó cuando entre los detenidos estaban, precisamente, Aldama y Claudio Rivas. La UCO llevaba tiempo investigando ambas organizaciones criminales (la de las mascarillas y la de hidrocarburos) en paralelo.

La entrevista con Industria

Mientras se resolvía la selección del chalé, en diciembre de 2020, se gestó una entrevista ante el Director de Gabinete del Ministerio de Industria al que acudiría Claudio Rivas y otras cinco personas más. Encuentro que "fue promovido y orquestado por Aldama, quien les puso en manos de Koldo para que fueran recibidos por el referido Director", refleja el Instituto Armado. El objetivo del empresario de hidrocarburos era obtener la condición de operadora de productos petrolíferos al por mayor.

El 19 de abril de 2021 Claudio Rivas firmó las arras (52.500 euros) de una casa para Ábalos a través de una de sus sociedades. El 9 de junio otra mercantil dedicada al combustible (Have Got Time S.L.) abonó el dinero necesario para adquirir la casa de La Alcaidesa, en Cádiz. "De acuerdo con la escritura de compraventa de este inmueble, esta sociedad ubicada en a esfera de control de Aldama, abonó 526.500 €". En resumen, Aldama consumó la compra de la vivienda, empleando para ello sociedades presuntamente controladas por Claudio Rivas para que "el uso real" del chalé lo hiciera Ábalos.

El cese de Ábalos da al traste con todo

El 10 de julio de 2021 se produce un hecho relevante: el BOE publica el cese de Ábalos como ministro. Termina también el trabajo de Koldo García. "Con ese nuevo escenario, y ya en diciembre de ese año, Koldo enviaba a Aldama una captura de pantalla con un documento que parecía ser un burofax". Se dirigía a la empresa que había comprado el inmueble y contenía una reclamación al exministro del pago de las mensualidades de agosto, septiembre, octubre y noviembre de la casa de La Alcaidesa.

Para la UCO es revelador que Koldo a quien se queje sea a Aldama, es decir, que le reclame a él los pagos que le están exigiendo a Ábalos. "Se colige, por tanto, que el verdadero responsable de efectuar el pago de esas mensualidades no atendidas podría no ser Ábalos sino el propio Aldama a través de alguien de su esfera de control". Pero hay otra conversación que a los agentes les llama la atención y es la que tiene Aldama después con su 'socio' Claudio Rivas.

Este último le dice: "Buenos días macho, y perdona pero te voy a dar una mala noticia o buena nose. Es muy importante que el grandullón se quite del medio en el ministerio. Palabras textuales del Jefe de Servicios de industria osea el puto jefe. Que ya no intervenga ni moleste más ese señor es lo que dice y me ahorro los descalificativos. Vamos que con respecto a Villafuel por favor que lo deje ya estar que no haga nada. Sino ni de coña sale el título hemos marcado un protocolo nuevo con el directamente para solucionar todas las dudas que ha creado el grandullón dentro del ministerio (sic)".

El empresario dueño de la empresa de hidrocarburos sentía que Koldo (Grandullón) estaba interfiriendo negativamente en ese momento en las gestiones que ellos estaban haciendo para que le dieran la licencia para operar. Finalmente, en diciembre, el título para Villafuel les fue denegado. "Esto va a traer problemas y muy serios", le dice Claudio Rivas a Aldama tras la negativa. "Por cierto, al burofax no lo contestan hay que empezar a tramitar el desahucio, antes de que vengan los líos".

El círculo se cierra para los investigadores con estos mensajes. Cuando Industria deniega la condición de operador a los empresarios del fuel, una condición que era necesaria para la consumación del eventual fraude, es cuando Rivas advierte a Aldama de que hay que empezar con el desahucio de Ábalos. "De esta manera confirmaría una relación causa-efecto entre la negativa por parte de industria y el desalojo de Ábalos del chalet", certifica el Instituto Armado.

Claudio Rivas y Aldama a prisión

Este jueves tanto Rivas como Aldama han pasado a disposición judicial. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, que es quien dirige la investigación del asunto de los hidrocarburos los ha enviado a ambos a prisión provisional por un supuesto delito contra la Hacienda Pública, otro de pertenencia a organización criminal y otro de blanqueo de capitales.

El modus operandi era bien complejo, a través de un entramado empresarial y de testaferros creaban empresas que hacían labores de intermediación y terminaban cerrando corriendo antes de que Hacienda pudiera cobrar el IVA. El juez indica que se han identificado transferencias al extranjero por valor de casi 74 millones de euros. Es decir, que Aldama y el resto de investigados pueden tener dinero oculto fuera de España, concretamente en Portugal, Colombia y China. La empresa Villafuel S.L. parecía solvente pero la realidad es que cuando la UCO realizó las entradas y registros únicamente contaba con dos trabajadores.

Pedraz justifica que ambos acudan preventivamente a la cárcel ante la gravedad de los delitos y por quedar mucho material todavía por analizar. Dice que existe riesgo de destrucción de documentos.