El comandante de la guardia civil Rubén Villalba, imputado en el 'caso Koldo', pasó unos días de mucha angustia al enterarse el 21 de febrero que habían detenido a dos de sus confidentes. El susto fue tan grande que borró todo rastro de conversaciones o relaciones con ellos por si acudían a detenerlo a él. Y fue entonces cuando realizó dos grabaciones hablando con sus superiores del Servicio de Información tratando de justificar los ingresos al margen de su sueldo que había percibido desde 2020, dejando así constancia de que los jefes estaban enterados de sus idas y venidas con Koldo García y Víctor de Aldama.

Por si venía a detenerle la otra unidad, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que encontraran de manera clara e inequívoca esos audios. Los agentes de la UCO advirtieron a Información de que los negocios de Koldo y Aldama no eran limpios y Rubén Villalba recibió una llamada de su jefe con un "aléjate" de ellos. Pero para entonces los indicios ya eran demasiados.

El 3 de marzo de 2024, cuando el comandante estaba en el aeropuerto y se dirigía a su nuevo destino como agregado en la embajada de España en Venezuela sus peores presagios se cumplieron. Los "suyos" acudieron a detenerlo. Tras el análisis de sus dos teléfonos móviles, dos ordenadores y un pendrive los investigadores lo tienen ahora incluso más claro que entonces: Villalba estaba presuntamente a sueldo de la trama corrupta.

Su carrera la había desarrollado en la Jefatura de Información de la Guardia Civil desde 2008 (comenzó en Guipúzcoa) hasta 2023, momento en el que se marchaba a Caracas. Curiosamente, el país con el que Aldama, quien organizó el polémico viaje de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España, tenía un intenso vínculo. Es más, antes incluso de su arresto, la UCO ya lo había pillado viajando en compañía del empresario, algo que les hizo sospechar.

"Jefe, él decía que aprovechando que iba a ir allí para recuperar los negocios porque no había viajado después del Covid y él todos los viajes que hace con Air Europa no paga. Él solamente paga las tasas. [...] Dije yo de pagar y dijo 'no, no esto lo hago yo'. Y a la vuelta pasó lo mismo", contó el comandante a su superior que trataba de entender en qué contexto el guardia civil había aceptado ser invitado por los sospechosos del 'caso Koldo' a un viaje tan lejos y, aparentemente, tan poco de trabajo.

Dos grabaciones y un informe

La investigación que se dirige en el juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional ha revelado que Villalba recibía una cantidad de 2.000 euros mensuales por parte de los empresarios para que les proporcionara teléfonos encriptados y otros sistemas de protección que dieran cobijo a sus actividades delictivas. El jefe de Información del guardia le pide que haga un ejercicio de memoria y que recuerde qué han podido hablar con Aldama y con Koldo, cómo les conocieron y qué les han aportado a la investigación. "Nosotros lo único que hemos hecho es ayudarles", dice Villalba. "Entiendo que lo que le hemos ayudado no es para ninguna actividad criminal por parte de ellos... entiendo", apuntilla su jefe.

El sistema de confidentes del Instituto Armado da cierto cobijo a quienes estén dentro porque aportan información de calidad a los investigadores. En este caso, la UCO no detalla qué tipo de confidencias compartían Koldo y Aldama a una unidad que se dedica al terrorismo. Los audios han sido cortados para aportarlos al sumario, eliminando los fragmentos en los que se habla de otros guardias civiles que nada tienen que ver con el caso, o en los que se explica información sensible que tampoco viene al asunto. Pero Villalba, desde el principio, confiesa que desconfía de lo que pueda hablar Aldama.

Rubén Villalba: Del que no me fío ni un pelo, del gominas

Jefe: ¿Por qué?

Villalba: Porque el gominas no es trigo limpio. Lo que puede hacer es inventarse cosas.

Jefe: A ver Rubén, a mí que alguien se invente las cosas, las tendrá que demostrar. A mí que se invente lo que quiera, no me preocupa. Yo lo que tengo claro es que no me he metido un euro en el bolsillo

El guardia intenta justificar que el rastro de los 2.000 euros mensuales que la UCO ha encontrado se han cobrado por darles servicios telefonía móvil segura. "Ahí la cosa fea, realmente Rubén es, qué hacemos nosotros comprándole telefonía a este tío", le admite el jefe. A la conversación se une un tercer tricornio que recuerda cómo al 'gominas' se le hizo además un barrido en varios de sus coches porque estaba obsesionado con su seguridad. "Él su psicosis siempre, aparte de su ego y de vender que tiene accesibilidad, llevaba tiempo diciendo a ver si podíamos mirar el coche", explica. "Yo pensaba que no se lo habíamos hecho", refleja el jefe. Lo que no llegaron a hacer fue una inspección en las oficinas de Aldama porque ahí fue todo puro "paripé". Le hicieron ver que las habían revisado, pero la realidad es que no tenían la maquinaria adecuada.

Villalba: En un principio no hay nada, ¿verdad jefe?

Jefe: No, no

V: Hombre yo ando jodido...

J: Que no, que no, que no hay nada. O sea lo que sí hicimos mal y, eso te lo recriminé en su momento, es haber cortado de una forma tan drástica

R: Ya, yo se lo reconozco, pero la verdad es que yo entré en psicosis. Además, sobre todo porque yo me veía con el nacimiento de otro niño y dije, hostia macho, me voy a la cárcel

J: Es cierto que cuando llega la noticia que te llamo por teléfono. Joder, hostia, nos quedamos acojonados. Que parece que tienen algo... Luego es cierto que yo, a los dos días hablo con la UCO y le digo qué pasa qué no pasa. Ya nos tranquilizan. Pero no debemos generar una situación que vaya en contra de nosotros cuando nosotros no hemos hecho nada malo. Pero claro, joder, el Koldo cabreado como una mona, el víctor de Aldama cabreado como una mona, pensando encima que les hemos hecho una croqueta. Que hemos estado con ellos y ahora que sabíamos que los iban a detener que los hemos dejado tirados, pues están cabreados. Dentro de ese cabreo lo que no quiero es que ahora empiecen a echar mierda.

En todo momento parece que el jefe trata de calmar a sus subordinados y de recomponer las piezas del puzle ante la seguridad de que ellos no han obrado mal. Pero Villalba sí reconoce estar nervioso y tener miedo a que los detenidos puedan "inventarse" cosas sobre él. La segunda de las grabaciones que la UCO aporta como prueba, sucede otro día y, en esa ocasión, el superior del comandante está más mosqueado con la situación porque los investigadores van avanzando en el desbroce del material y ven que siguen aflorando indicios sobre el comandante. Tanto es así que le llega a pedir un informe completo de su relación con Aldama y que haga un ejercicio de memoria. "Ellos están nerviosos porque la UCO está analizando material. El jefe le dice "Lo que tú también tienes que repasar un poco. Yo lo he repasado eh, yo he repasado mis whatsapp...", pero Villalba le interrumpe y le suelta una bomba:

V: Jefe, yo sinceramente, no lo puedo repasar porque lo borre todo. Lo borré todo jefe, a raíz de esa llamada que me hizo... miedo, psicosis pensaba que me iban a entrar a casa a registrar y digo 'como me pillen aquí pasando la filiación de alguien'

Al mando las explicaciones le descuadran cada vez más. "De todas maneras, el tema del dinero, es que son muchas cantidades dinero, Rubén. Yo puedo justificar Rubén, que le hayamos pedido una ayuda para financiar... lo que sí es cierto Rubén es que luego hay unas cantidades de dinero, macho, del tema de la telefonía, que son grandes macho". Él dice ser consciente, pero que Aldama es muy "parlanchín" y pedía mucho. "Yo por seguridad, necesitaba sentirme seguro. ¿Qué pasa? Que él tampoco quería un teléfono normal y corriente", agrega.

Una auditoría

Una de las grandes incógnitas del caso es saber quién avisó a Koldo y compañía de que iban a ser detenidos. Estaban avisados porque cuando la UCO llega a alguno de los domicilios se encuentra que han eliminado datos sustantivos. "Es interesante saber si alguien hace una consulta, porque si nos hacen una auditoría...", dice un agente que se incorpora a una de las conversaciones. Los miembros de Información vacilan con la posibilidad de que puedan hacer un repaso de sus bases de datos y ver quién consultó nombres relacionados con la investigación antes de que estallara la operación del 'caso Koldo'.

"Nosotros lo que sí hacemos que es lo que tenemos dado de alta, puntualmente hacemos un chequeo. A Koldo y al Gominas puntualmente le miramos en bases a ver si su antecedentes sobre todo por la UCO y tal", cuenta Villalba. En la grabación llega a reconocer, como ha contado este medio, que hizo consultas para Aldama del tipo, indagar en un inspector de Hacienda que le estaba pisando los talones al empresario acusado de corrupción.

El tercer agente apuntala la idea de que deben explicar a los investigadores que ellos "habitualmente antes de ir a hablar con una fuente, con un colaborador" miran "a ver qué tiene y que no tiene al principio y luego de vez en cuando". Ellos están seguros de que no fueron, no dieron el 'chivatazo'. Villalba llegó a grabar una de sus últimas llamadas con Aldama en la que él le preguntaba si sabía si los "azules" de la Policía estaban investigándolo. El informe policial refleja que Koldo confesó que se lo había contado el exdirector de la Guardia Civil Leonardo Marcos, pero la UCO añade que no ha encontrado ninguna evidencia que apuntale esto.