El exministro de Transportes José Luis Ábalos prepara ya su defensa del 'caso Koldo' en el Tribunal Supremo. El que fuera hombre todopoderoso del PSOE ha fichado a José Aníbal Álvarez, un prestigioso letrado de Madrid conocido por haber llevado a los principales imputados de los 'GAL' o al cerebro de la 'operación Malaya', según ha podido confirmar este medio. El alto tribunal admitió este miércoles la exposición razonada del juez de la Audiencia Nacional para imputar a Ábalos por delitos de tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal.

Aníbal es socio del despacho Aníbal & de Pablo Abogados, un bufete especializado en asuntos penales económicos, cuya oficina está en la céntrica calle Goya de la capital. Él defendió a una parte de los agentes que se sentaron en el banquillo en 1998 acusados de formar parte de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que fueron agrupaciones parapoliciales que practicaron supuestamente terrorismo de Estado contra ETA. Defendió al exjefe superior de Policía de Información de Bilbao Miguel Planchuelo; al excomisario Julio Hierro; al excomisario general de Información de Bilbao Jesús Martínez Torres y al inspector de Policía Francisco Saiz Oceja, además interrogó al expresidente del Gobierno Felipe González en el marco de esta causa.

Fue, igualmente, el defensor de Juan Antonio Roca, el asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella que ganó 50 premios de la lotería y que fue mano derecha de Julián Muñoz, acusados en el caso de corrupción conocido como 'Malaya'. Roca fue condenado a 11 años de prisión y a 240 millones de euros de multa, si bien Aníbal, que participó en el documental Malaya: Operación secreta de RTVE, dejó su defensa antes de llegar a juicio.

Llevó igualmente la defensa de Alfredo Prada, exconsejero madrileño, que estuvo investigado en el 'caso espías' y terminó en archivo; o ha ejercido la defensa de otros tres comisarios de Policía en distintas investigaciones relacionadas con el 'caso Villarejo'. El abogado es quien dirige, además, la defensa del teniente general de la Guardia Civil Pedro Vázquez Jarava, imputado en el 'caso Cuarteles'.

Ábalos se prepara

Hasta ahora los distintos pleitos por revelación de secretos que había iniciado Ábalos se los había llevado otro despacho, pero el diputado toma ahora un rumbo distinto al escoger a un histórico en las causas de corrupción de tribunales, consciente de que su periplo en el Supremo no va a ser sencillo. De hecho, según distintas fuentes conocedoras de las negociaciones, el político ha estado en contacto con varios despachos en los últimos meses para poder encajar el que más se ajustara a sus necesidades.

El exministro ha intentado ser parte del procedimiento en la Audiencia Nacional tratando de personarse primero como perjudicado y pidiendo posteriormente declarar por escrito como testigo. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, negó que él pudiera ser perjudicado por estar a la espera de los informes que, a la postre, le han señalado como posible integrante de la red corrupta.

Sin poder dar su versión en los tribunales hasta ahora, el hecho de que el Supremo asuma lo relativo a Ábalos abre una nueva dimensión en el 'caso Koldo'. Lo previsible es que el instructor Leopoldo Puente pueda llamarlo a declarar para escuchar su línea de defensa y realizar tantas diligencias sean pertinentes para esclarecer la actuación de él en la supuesta organización criminal que se dedicó a enriquecerse con contratos millonarios de mascarillas durante la pandemia.

La investigación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hasta el momento apunta que un grupo de empresarios liderados por Víctor de Aldama pagaron un chalé en Cádiz para el exministro así como un piso en Madrid para la que fuera su pareja a cambio de lograr trato de favor en Transportes y contratos en la Administración Pública.