Víctor de Aldama quiso ayer escalar a todo el PSOE la investigación sobre corrupción que lo mantiene imputado, pero los indicios se quedaron a medio camino cuando el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente le preguntó que cómo sabía que una parte de las comisiones en negro, que pagaban supuestamente las constructoras por amañar contratos, iban al partido de Pedro Sánchez. "Por ellos dos [en referencia al exministro José Luis Ábalos y a su asesor Koldo García]", contestó. "¿Ha visto alguna entrega?", repreguntó el togado. "No", admitió Aldama.

El comisionista y empresario aportó dos imágenes al alto tribunal, que mantiene bajo el foco una parte de la investigación sobre el 'caso Koldo', para demostrar que las constructoras pagaban un porcentaje de entre el 1% y el 1,5% por adjudicación amañada y que ese dinero terminaba llegando tanto al exministro como a su asesor y ellos aseguraban que parte se la quedaba el PSOE. "Eso me lo decían Koldo y Ábalos continuamente, que una parte iba para el partido", repitió, según fuentes presentes en la declaración. En total, dio una cifra nueva: entre tres y cuatro millones que pagaron las compañías que participaban en el reparto del pastel fraudulento.

La fotografía aportada por Aldama

Señaló concretamente a José Ruz, empresario al mando de Levantina Ingeniería y Construcción S.L., que aparece en imágenes con Koldo García, y que según Aldama entre agosto y septiembre de 2019 transfirió dinero a una de sus sociedades "como comisiones por las obras". Estas mordidas le llegaban a él y él las repartía, aunque alguna vez los empresarios las llevaron en mano al Ministerio.

El juez dudó en varias ocasiones de lo que Aldama estaba poniendo sobre la mesa, tal y como se observa en los detalles de la declaración. El comisionista aportó una imagen de una hoja manuscrita, en teoría por el propio Koldo, en la que se leen adjudicaciones, pero nada más. No aparecen notas de cuánto iba a parar a cada uno o de la cantidad de dinero y esto, de acuerdo a fuentes jurídicas, es poca cosa para mantener que había todo un proceso de adjudicaciones al margen de la ley. Para sostener, al fin y al cabo, la financiación ilegal del partido que está en el Gobierno.

Entre las novedades con respecto a ese extremo, Aldama aseveró que a partir de septiembre de 2021, es decir, cuando Ábalos ya había salido del Ministerio, los pagos se articularon a través de Joseba García, el hermano de Koldo. "¿Por qué?", preguntó el juez. "Porque Koldo le dice que a Ábalos se le dice que están siendo seguidos, que tengan cuidado y que se vean lo menos posible y que sean reuniones de trabajo en el Ministerio. Porque él era consejero de Air Europa y por eso toman precauciones", reveló.

Lo que ocurrió entonces es que se les acabó el efectivo. Tanto líquido no es fácil de esconder, así que empiezan los viajes a República Dominicana para recogerlo. "Si queréis recoger efectivo os toca viajar a vosotros", les dijo. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha acreditado un viaje de Joseba García al país caribeño y una conversación con una mujer en la que hablan de unas entregas sin especificar de qué se trata.

Un pacto después de México

El viaje a México que supuestamente organizó Aldama al principio del mandato de Pedro Sánchez fue lo que descorchó la relación de colaboración entre los miembros del Ministerio y el "nexo corruptor". Ante el juez, Aldama ha especificado que fue tras esa visita al otro lado del charco cuando empezaron a "trabajar sobre adjudicaciones futuras de las licitaciones".

Aquí, el magistrado también dudó de su versión y le preguntó cómo era posible que en ese momento ya hubiera habido pagos en efectivo (dijo que habían comenzado en octubre de 2019) si las licitaciones eran a futuro. Aldama lo encuadró en un "riesgo", en que era un pago por el lucro que pretendían sacar de esos amaños aunque no se hubieran producido aún. "¿Quién le pedía el pago?", cuestionó Puente. "Al principio era Koldo, pero luego he visto a Ábalos en su casa o en el despacho", explicó.

Hasta 170.000 euros en efectivo le dio al exministro en varias entregas en su chalé de El Viso (Madrid) cuando era el jefe de la cartera de Transportes y en su puesto de trabajo, siempre según su relato.

Más pagos: Hacienda y Cerdán

Aldama también ratificó los pagos de 25.000 euros al jefe de gabinete de Hacienda, Carlos Moreno, que ya había desvelado en la Audiencia Nacional el pasado 21 de noviembre. "¿Tiene algún elemento que pueda corroborarlo?", pidió el togado. El comisionista dijo que tenía en su whatsapp una conversación sobre la ayuda a su sociedad que él pedía a Moreno porque tenía problemas con el fisco y, a cambio, la petición de el jefe de gabinete de Hacienda para que le ayudara económicamente con la entrada de una vivienda. Pero esa conversación fue intervenida en su móvil cuando le detuvo la Guardia Civil y tampoco la pudo presentar. El sobre con el dinero se lo entregó Koldo García y él lo vio, dijo, pero sobre eso tampoco tiene prueba.

En relación el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, mismo modus operandi: confirmar lo que ya había dicho, que cobró 15.000 euros, sin más prueba. Aclaró sobre los "cupos" que Cerdán tenía una relación con la energética Acciona y que, por eso, cuando él se presentó a una licitación, el diputado se enfadó porque le correspondía a su territorio de supuestas cuotas de corrupción. Le llamó "electricista de mierda", si bien fuentes presentes en la declaración detallan que no hubo más concreción que esta.

Cuando llegó el turno de su propio abogado, José Antonio Choclán, Aldama trató de implicar a más actores del Gobierno en la trama. A Ricardo Mar, otro asesor de Ábalos, que lo conocía "mucho", que tenía mensajes con él y que con esa relación tan estrecha entraba en el Ministerio de Transportes sin acreditarse y por el pasillo de atrás; a la exvicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera, que la vio por un proyecto de la España Vaciada; a la exministra Reyes Maroto, que tiene conversaciones con ella...

En este punto, el magistrado volvió a interrumpir para advertir de que esto no tenía relación con la causa. Aldama aclaró que podía afirmar que esto "es un tráfico de influencias porque si le dice Ábalos a Reyes Maroto o a Ribera que lo atiendan" ellas lo hacían.