El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), ha estado cerca de 45 minutos declarando en el Tribunal Supremo y ha admitido que él difundió el contenido de un correo sobre la causa del novio de la presidenta madrileña a periodistas una vez ya estaba en los medios, y si lo hizo de forma incompleta fue porque desconocía que hubiera comunicaciones anteriores. En declaraciones en el exterior de la sede judicial, Rodríguez se ha mostrado contundente: "Creo que el fiscal general del Estado tiene que ser juzgado y condenado de manera ejemplar".
El asesor madrileño ha contestado a todas las preguntas de la Abogacía del Estado --que defienden tanto al fiscal general del Estado como a su subordinada la fiscal jefa de Madrid que están imputados-- y a la teniente fiscal del Tribunal Supremo. Las demás acusaciones populares no han hecho preguntas. Él ha salido agradecido con el trato recibido en el interior que ha sido "exquisito", si bien ha hablado de interrogatorio "largo, reiterativo" y en el que el juez de la Sala de lo Penal Ángel Hurtado ha tenido que intervenir varias veces para acotar las preguntas que ya se habían hecho.
Fuentes presentes en la declaración han informado de que la Abogacía del Estado pretendía realizar un volcado del móvil de MAR, pero una de las acusaciones populares se ha quejado por ser una acción muy invasiva para un testigo, por lo que se ha decidido hacer un cotejo de los mensajes que se produjeron la noche del 13 de marzo, cuando se filtraron los primeros emails de la causa contra el novio de Ayuso. Así, Rodríguez ha dejado su teléfono para corroborar la hora concreta a la que él envió ese mensaje en un chat con varias decenas de periodistas para, según su versión, contrarrestar una mentira.
MAR, ante los micrófonos de la prensa que se agolpaba en la puerta, ha extendido una supuesta causa de corrupción a todo el Gobierno socialista que, dice, sólo ha tratado de manchar a la presidenta madrileña por motivos políticos: "Creo que el que tiene que ser juzgado es el creador de la trama de corrupción que le rodea en su familia y en su partido y en su Gobierno que es el señor Sánchez".
Según él, el fiscal general, Álvaro García Ortiz, debe ser condenado "para que nunca a nadie más se le ocurra dar a conocer un expediente secreto de un español". La causa por la que García Ortiz y su subordinada, la fiscal Pilar Rodríguez, están imputados parte de una denuncia de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, después de que se conociera que estaba siendo investigado por un fraude a la Hacienda Pública. La revelación de esas diligencias, así como los correos internos y sus datos fiscales que salieron en prensa motivaron la denuncia que presentó en los juzgados de Madrid y que ha terminado en el Supremo.
La difusión del correo
MAR debía explicar hoy si fue él quien inicialmente filtró el primer email de la causa en el que la Fiscalía respondía afirmativamente a la posibilidad de un pacto que había pedido González Amador. Según fuentes presentes en la declaración y según ha aclarado él a su salida, lo que difundió fue el contenido del email después de que ya un medio lo hubiera publicado. Lo hizo a un chat con varios periodistas para desmentir la información que estaba publicando La Sexta y envió esa información a los informadores a las 22:27.
A él se lo pasó el propio González Amador, según ha explicado ante las cámaras --aunque fuentes presentes en la Sala señalan que ante el juez ha dicho que se lo reenvió el letrado--, pero no le pidió que lo difundiera. Lo difundió él posteriormente, con el beneplácito del afectado, para salir al paso de lo que se estaba publicando.
"El texto del fiscal señor Salto [el fiscal encargado de investigar al novio de Ayuso] dice: 'no es obstáculo para poder llegar a un acuerdo si su cliente y usted así lo creen'. Ese es el texto que yo difundo, pero es que había un email anterior que yo desconocía y que el fiscal señor Salto tampoco cita porque podía haber dicho el fiscal 'estamos en condiciones de llegar a un acuerdo que usted pidió el día 2 de febrero'. Pero eso no lo dice. Si él no consideró importante citar el email ¿Por qué ahora es tan importante?", se ha preguntado.
La cuestión es que como la prensa publicó únicamente el correo en el que la Fiscalía habla de pacto, inicialmente se generó confusión al pensar que el Ministerio Público estaba ofertando un acuerdo a la vez que denunciaba en el juzgado a González Amador. La realidad había sido distinta. Por este motivo, la propia Fiscalía hizo llegar a la prensa la mañana del 14 de marzo una nota en la que dió cuenta detallada de cómo sucedieron los acontecimientos y cómo el novio de Ayuso fue el primero en pedir un acuerdo al reconocer sus delitos.
"Desde luego es evidente que si el señor González Amador no fuera el novio de Ayuso, hacía tiempo que este asunto lo habría resuelto Hacienda como miles de casos diarios", ha sentenciado Rodríguez.
"Independientemente de mi declaración el fiscal general del Estado va a ir pa'lante y, además, insisto, que sea de un modo ejemplar. No se puede dar a conocer los expedientes de ningún español: sea fiscal, sea un médico o sea un guardia de tráfico. No se puede hacer. Y solo con una sentencia ejemplar todo el mundo tomará nota de que los cargos públicos no pueden dar a conocer datos personales de nadie y mucho menos utilizándolos como un ataque político, que es lo que está ocurriendo aquí", ha expuesto.
Durante varios minutos, Rodríguez ha incidido en la idea del ataque político dirigido desde Moncloa y ha señalado que este es el motivo por el que Sánchez también va a terminar "juzgado". "Por eso digo, aquí el presidente del Gobierno ha diseñado una operación política contra un rival político y eso de ninguna manera se puede soportar en democracia".
Los periodistas
Después de Rodríguez, ha llegado el turno de dos periodistas que esa noche publicaron informaciones sobre el asunto: uno de La Sexta y otro de El Mundo. Ambos han realizado una declaración breve en la que se han acogido a su secreto profesional para no revelar cuáles fueron sus fuentes de información.
Uno de los reporteros ha explicado que él desde la noche del 13 marzo ya tenía el email completo que terminó publicando a la mañana siguiente El Plural. Este asunto también ha estado en el centro de la polémica puesto que el exsecretario socialista de Madrid Juan Lobato protocolizó unos mensajes en los que a él le pasaban desde Moncloa este correo completo.
Sobre la denuncia del PSOE
El jefe de gabinete ha sido preguntado también a la salida por la denuncia que ayer interpuso el PSOE contra él por revelar en un chat de Whatsapp la identidad de dos periodistas de El País que conoció, supuestamente, a través de la Policía que escolta a la presidenta. "Pues es como si yo pregunto a un Policía Nacional, ¿Quién es ese señor del micrófono verde que se llama Jaime. Es una idiotez", ha dicho.
"Es ridículo que yo le pregunte a un Policía cómo se llaman dos periodistas que, no sólo conozco, es que están firmando todos los días en el periódico con su nombre. ¿Dónde está la revelación de secretos, que leo el periódico El País? Pues vaya secreto...", ha apostillado.
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