La fiscal Superior de Madrid, Almudena Lastra, ha defendido este jueves en el Tribunal Supremo su versión sobre que ella no estuvo de acuerdo en publicar la nota de prensa del caso del novio de Isabel Díaz Ayuso con detalles del procedimiento y ha revelado, además, que llegó a preguntarle en tono de reproche al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, si él había filtrado los correos. Él contestó: "Esto ahora no importa", según las fuentes presentes en el interrogatorio. Por su parte, el fiscal de Delitos Económicos, Julián Salto, ha señalado que no existe ningún protocolo de borrado en la Fiscalía que les obligue a eliminar el contenido de los teléfonos, como hizo García Ortiz, cuando cambian de terminal.

Esta es la segunda vez que declaran tanto Lastra como el fiscal Salto, que lo hicieron el pasado mes de junio también como testigos ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). El instructor de la Sala de lo Penal del alto tribunal Ángel Hurtado decidió volver a citar a ambos, una vez la causa estuvo en su poder, para que explicaran cuáles fueron sus comunicaciones la noche del 13 de marzo cuando se fraguó la polémica nota de prensa del Ministerio Público.

Hurtado investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y a la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, por un delito de revelación de secretos, después de que hayan trascendido datos del asunto del novio de Ayuso, Alberto González Amador, que está acusado de un fraude contra Hacienda.

Lastra ha estado declarando durante más de hora y media y, aunque no tiene la certeza de García Ortiz filtró, ha dejado entrever que, a su juicio, la filtración sólo pudo salir de la Fiscalía porque se estaban conociendo detalles que no estaban en el procedimiento. Eran datos que no tenía ni la defensa, ni el decanato, ha explicado. "En la radio se decían cosas que sólo venían en sus diligencias de información", ha expuesto.

La noche del 13 de marzo, su jefe de prensa la llamó para decirle que varios medios están preguntando si la Fiscalía iba a llegar a un pacto con González Amador, pero que este se había frustrado por "órdenes de arriba". Lastra ha reseñado que esta información provenía de un "alto cargo de Madrid" y que era falsa, por eso avisa al fiscal general y conviene con él en la necesidad de emitir una nota de prensa al día siguiente defendiendo al Ministerio Público.

A partir de ahí, la fiscal Superior ya no entiende por qué se produce la celeridad de las comunicaciones en las que entra también la fiscal provincial, Pilar Rodríguez, que llama varias veces a Salto para pedir cuenta de las diligencias y de los correos que se había intercambiado con el letrado del novio de Ayuso, Carlos Neira. Lastra ha declarado que, incluso, le llegó a decir a Rodríguez, que es su subordinada, que "dejara ya" el tema de los correos porque si se los pasaba a la Fiscalía General los iban a filtrar.

La mañana del 14 de marzo, cuando García Ortiz quiere publicar la nota de prensa, Lastra acudía en un taxi a su puesto de trabajo y mantuvo una conversación con su jefe que insistía en salir ya a dar explicaciones a los medios: "¿Álvaro, has filtrado tú?", le cuestionó ella, que estaba viendo que los emails de Julián Salto y la defensa de González Amador estaban en la prensa. "Esto ahora no importa", le contestó él, según la declaración de Lastra, evitando aclararlo.

García Ortiz la llamó esa mañana seis veces. Ella no se lo cogió porque estaba "muy quemada" por las filtraciones, hasta que el fiscal general llamó a la centralita y su secretaria se lo pasó para continuar la conversación sobre la nota de prensa que pretendían sacar.

El jefe de prensa de la Fiscalía Provincial se negaba a enviar el borrador que le habían remitido a los medios y Lastra tampoco estaba conforme con que se dieran tantos datos sobre el procedimiento del novio de Ayuso, por lo que se opuso a la orden y dijo que si se enviaba a la prensa se haría con el membrete de la Fiscalía Provincial (la que dirigía Rodríguez) y no con el de la Superior (la de Lastra). Así se hizo provocando una situación inédita.

Dación de cuenta

Ambos fiscales han defendido este jueves que no sabían quién era González Amador cuando las diligencias llegaron desde Hacienda a finales de febrero. Fue el 7 de marzo cuando el jefe de la secretaría Técnica, Diego Villafañe (también imputado en este procedimiento) les pide la dación de cuentas que se hace de forma oral entre Pilar Rodríguez y él.

Lastra ha declarado que a ella le molestó que, de alguna manera, la puentearan porque el cauce normal es que la fiscal Provincial dé traslado a la Superior y esta lo gestione con la Fiscalía General. Ha especificado que es extraordinario que una dación de cuenta se haga de forma oral y que verbalizó su molestia al día siguiente, el 8 de marzo, en los actos del día de la Mujer

Salto niega protocolo de borrado

Salto, por su parte, ha estado cerca de una hora declarando y ha explicado que él es el fiscal delegado de Madrid Digital en el Ministerio Público, pero que no conoce ningún protocolo de borrado de mensajes que los fiscales tengan que aplicar. Entre sus cometidos está digitalizar la Fiscalía de la capital, así que fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio consideran que, si era usual deshacerse de las comunicaciones, él debía saberlo.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encontró cero mensajes en el teléfono de García Ortiz tras la entrada y registro que realizaron en su despacho y, desde la Fiscalía General se achacó a que él eliminaba sus comunicaciones de forma recurrente por motivos de seguridad, de acuerdo a un protocolo que existía en el Ministerio Público.

El fiscal Salto, que instruía el procedimiento contra el novio de Ayuso, ha coincidido con la versión de Lastra. Él, la noche del 13 de marzo, estaba en un partido de Champions en el Wanda Metropolitano cuando recibe la primera llamada de la fiscal Superior Almudena Lastra. Ella le informa de que 'El Mundo' está publicando el asunto del pacto y que al día siguiente darán una nota de prensa, pero le transmite que no hay prisa en ese momento y que simplemente quería que lo supiera.

A las 21:39 lo llama Rodríguez, su jefa directa, para hablar sobre el mismo tema y le advierte de que cuando termine el partido quiere que le dé cuenta de lo que ha ocurrido. A las 21:43 lo vuelve a llamar Rodríguez y le dice que "el fiscal general del Estado no puede esperar" y que necesita los correos en ese preciso momento. Es entonces cuando él remite todos los emails que se ha cruzado con el letrado Neira. Salto ha rematado que él cree que Neira también se saltó el secreto profesional al entregarle al jefe de prensa de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, las mismas comunicaciones que salieron esa noche.

La anterior declaración

Lastra ya declaró el pasado 13 de junio que estuvo de acuerdo inicialmente con emitir una nota de prensa, pero no en los términos en los que se terminó publicando y, por eso, se apartó del asunto. "A las ocho y media aproximadamente de la tarde, mi jefe de prensa me llamó por teléfono y me puso en conocimiento que estaba recibiendo llamadas de distintos medios de comunicación en las que le informaban de que un alto cargo de la Comunidad de Madrid estaba poniéndose en contacto con ellos para decirles que tenía un correo de la Fiscalía proponiendo un pacto al letrado del señor González y que él manifestaba que el fiscal del asunto había recibido órdenes de su superioridad para retirar ese acuerdo que previamente le había ofrecido", expuso la fiscal entonces, según la declaración íntegra que ha publicado este medio.

Ella defendió que era mentira que ningún fiscal hubiera recibido orden alguna para frustrar un acuerdo, advirtió al fiscal general del Estado de lo que había ocurrido y convino que se debía "desmentir esta información falsa". Sin embargo, al día siguiente se negó a publicar la nota de prensa que se le estaba facilitando desde la Fiscalía General del Estado.

"A mi juicio no era necesario relatar los correos, ni si el señor González había reconocido o no había reconocido los hechos. Porque, insisto, como existe una norma de actuación establecida, bastaba con explicar en la nota de prensa que había habido una filtración irregular, quebrando la confianza con el letrado y la Fiscalía de un correo electrónico en el que, además, se afirmaba que el fiscal había recibido instrucciones y se podía haber explicado eso con cómo funcionan las conformidades cuando el ámbito es preprocesal", argumentó.