La Fiscalía Anticorrupción apunta ya directamente a que el exministro de Transportes José Luis Ábalos cometió un delito de cohecho por el "disfrute" de la que fuera su pareja Jésica R. de una vivienda "pagada por el entorno" del empresario Víctor de Aldama, así como del chalé de La Alcaidesa (Cádiz) en el que pasó él un verano e, incluso, entregas en efectivo al que fuera su asesor Koldo García.

El fiscal jefe, Alejandro Luzón, lo especifica en un escrito que ha remitido al Tribunal Supremo en el seno del 'caso Koldo' en contestación al recurso del exministro que reclamaba que se le deshicieran las medidas cautelares que se le han impuesto de retirada de pasaporte, prohibición de salir de España y comparecencia cada 15 días en el juzgado.

Anticorrupción deja claro que comparte con el juez Leopoldo Puente todos los indicios que éste expone sobre que "persisten los indicios de criminalidad" y para ello pone de ejemplo: "Baste señalar, en lo que se refiere solo al delito de cohecho, que el disfrute por la pareja del entonces Ministro de una vivienda pagada por el entorno de Víctor de Aldama".

Pero, además, expone más indicios que a su juicio están siendo acreditados en el transcurso de la investigación como el alquiler con opción a compra de un chalet en Cádiz "previamente adquirido al efecto a instancias del referido Víctor de Aldama" y añade: "Hasta la entrega en metálico de importantes cantidades una vez más por Víctor de Aldama a Koldo García --más bien, 'asistente', en palabras del propio aforado-- para su reparto o satisfacción de distintas necesidades de Ábalos Meco".

Para el fiscal de Sala se trata de "poderosos indicios de entrega de dádivas o favores" que son los que apuntalan el delito de cohecho que se basa en eso, en agasajar a un cargo público para conseguir a cambio trato de favor. Por ello, apoya las medidas cautelares que ha apuntado el juez destinadas a evitar que el investigado pueda sustraerse de la acción de la justicia.