La posibilidad de perder el gobierno, como a otros barones socialistas en las autonomías, preocupa al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. El líder y candidato del PSOE-PSPV y su partido, ha rescatado junto a sus socios de gobierno, en el contexto del Pacto del Botánico, la idea de rebajar la barrera electoral del cinco al tres porciento de cara a las próximas elecciones del mes de mayo. Un margen del que disfrutan comunidades como Aragón, Navarra, Castilla y León, Cataluña, País Vasco, Castilla-La Mancha, Asturias y Andalucía [el resto tienen un cinco porciento excepto Canarias, con un cuatro general y un 15 porciento insular]. Esto beneficiaría sobre todo a partidos como Podem, quién ronda esa cifra mínima ligeramente por encima con un 5,6%, según la última encuesta de SigmaDos. También a Ciudadanos, que con un 3,1% de atribución, sacaría representación con el cambio. Ahora bien, cualquier modificación deberá ir de la mano de los tránsfugas no adscritos en la cámara regional. La de Vox ya ha trasladado su 'no'.

Fuentes del parlamento valenciano, aclaran en conversaciones con El Independiente, que la idea está sobre la mesa, sobre todo por el acercamiento producido entre el Botánic y la nueva síndica de Ciudadanos en Les Corts, Mamen Peris, quien será la candidata regional. Pero que, en estos momentos, es difícil sacar una reforma de la Ley Electoral adelante. No por los plazos y trámites necesarios, dado que a principios de abril se disuelven las Cortes a nivel general en todos los territorios; sino porque las posiciones de los grupos están enquistadas.

Por un lado, Ciudadanos no quiere negociar con sus tránsfugas, a quienes reprocha sus salidas y la pérdida de peso parlamentario. Y emplaza a los socios de gobierno a hacerlo si así lo desean. De hecho, ya se han producido contactos entre la cúpula de los socialistas y los díscolos liberales. Éstos, por su parte, han garantizado a la oposición del PP, que aspiran a alcanzar la Generalitat, que no apoyarán cualquier petición en este sentido. Este enrocamiento, cierra la puerta al PSOE, que pretende que los ex de Ciudadanos se comprometan por escrito para no llevar una propuesta fracasada a pleno para su votación; para que sean ellos los que queden retratados y no el Gobierno de salir mal. Y es que, esos parlamentarios no quieren cerrarse la puerta para un posible salto a las listas de Carlos Mazón. El senador Emilio Argüeso, que empezó la legislatura con Ciudadanos y próximamente se sumará al proyecto popular, ha sido el dique de contención que, en principio, garantiza seguridad a la derecha.

Hay que recordar que el Proyecto de Ley Electoral en la autonomía ya fue impulsado por el Gobierno en octubre de 2020 como respuesta a la reivindicación histórica de formaciones como Esquerra Unida -dentro de de la coalición morada-, que siempre ha bordeado el límite. En casos similares, consideran injusto que centenares de miles de personas queden al margen de la toma de decisiones. Asimismo, se incluyó una propuesta de listas "desbloqueadas", con opción a ser pioneros en la elección de tres nombres junto a la papeleta del partido, que permitiría a los representantes escalar en la posición que ocupan en las listas e incluso entrar en el caso de quedar su puesto por debajo del reparto final basado en el escrutinio.

Pero, como aseguran fuentes conocedoras del hecho, en este momento el dictamen de la propuesta se encuentra paralizado en la comisión de Coordinación, Organización y Régimen de las Instituciones de la Generalitat. De alcanzarse un acuerdo, el trámite podría rescatarse y llevarse al último pleno de la legislatura para su votación a finales de mes y antes de que se cierren las candidaturas para los comicios. Y ello, en vista de las encuestas publicadas, daría más margen al PSOE-PSPV a poder reiterar la coalición por tercera vez seguida ya con Joan Baldoví y Héctor Illueca como principales novedades de Compromís y Podem

Los díscolos de Ciudadanos han garantizado al PP que no respaldarán a Ximo Puig en este trámite, lo que imposibilita que prospere a falta de un voto favorable para sumar dos tercios de la cámara

Para ponerlo en marcha y darle luz verde es necesario aglutinar a dos tercios de la cámara autonómica, es decir, 66 sufragios favorables, algo que demanda el sustento de los socios de Gobierno para alcanzar los 52 votos [PSOE (27), Compromís (27) y Podem (8)], de los 13 representantes de Ciudadanos , y de al menos uno de los cinco tránsfugas que han ido dejando el partido a lo largo de la legislatura. Recabar el apoyo de uno de esos cinco diputados, es la verdadera complicación que imposibilita a poco menos de un mes que se pueda legislar un 'salvavidas' que permita mejorar el ambiente político de la izquierda y a los naranjas mantenerse vivos otros cuatro años en la Comunidad. Y, así mismo, poder ser decisivos en muchas materias a lo largo de ese periodo. Tanto a izquierda como a derecha, como pretenden los liberales con la nueva dirección al frente.

Son varios los aspectos que han desgastado a los socialistas y sus socios hasta la actualidad. Primero la propia estancia en el poder, que como a nivel nacional, acaba pasando factura. Pero también han sido perjudiciales las informaciones sobre el caso Azud -añadido ahora la investigación de la trama del 'Tito Berni' desde Canarias, que se extiende a Madrid en el Congreso de los Diputados- o la imputación de la hasta el pasado junio vicepresidenta Mónica Oltra. El escenario electoral que se vislumbra es muy ajustado, y el color del Ejecutivo estará definido por entre uno o dos escaños. Esa proyección viene dándose desde hace semanas y la acreditan la última oleada de mediciones hechas desde la óptica valenciana. Según SigmaDos, la horquilla en la que se mueve el Pacto del Botánico es entre 47 y 50 escaños, siendo este máximo el estándar necesario para la mayoría absoluta en un parlamento de 99 bancadas. La derecha, entendiéndose una alianza entre PP y Vox, reduce ese balance a 49-51. En el caso de Target Point para El Debate y Data10 para OkDiario, el margen de la izquierda es de 47-50 para la primera demoscópica y de 50 exactos para la segunda. De 49 a 52 en ambos para la derecha.

El giro de Ciudadanos, mayor transversalidad

Si bien desde Ciudadanos en la Comunidad Valenciana se justifica para este medio apelando a que la bajada del listón electoral ya era una pretensión desde 2015 e iba integrada en el programa electoral, la reforma ampliaría la capacidad de los naranjas de sobrevivir y evitar el extraparlamentarismo en la región en contraste con los otros diez feudos que concurren el 28 de mayo, donde las estimaciones son muy pobres y no dan opciones de continuidad. Consta que a principios de febrero Peris, ya en el cargo, se reunió con Puig [que no quiere cerrarse puertas a la derecha por si a partir de mayo le cuadran otras cuentas] y dejó clara su predisposición a abordar este cambio en la ley.

Ese gesto demuestra un cambio impulsado desde Ventas y la nueva dirección. En 2018, pese a incorporarlo entre sus propuestas, Ciudadanos rechazó impulsar una nueva ley electoral. Con el proyecto de modificación de 2020, los naranjas abandonaron la negativa, pero ésta fracasó [por requerirse esa mayoría de 2/3 de la cámara] al ser registrado por el Botánico sin esperar a los de Ruth Merino, la exportavoz en el parlamento-. Algo que enfadó al tercer grupo de la cámara. Ahora, dado el panorama político, reactivar en la comisión previo paso por el pleno esa propuesta, a ojos de Ciudadanos parece más razonable.