El Ayuntamiento de Valencia, al margen del 'caso Mazón', atrae el foco esta semana por el devenir que tendrá que afrontar las relaciones entre el PP y Vox, la coalición que gobierna el municipio desde octubre de 2023. Ello, días después de ambos socios rompiesen la alianza en Ciudad Real, incrementando las tensiones mutuas con repercusión, incluso, a nivel nacional. Por el momento, no hay tensiones en Valencia, es más, se destaca sintonía y se utiliza buen tono por ambas partes. Sin embargo, la alianza se pondrá a prueba a través de la figura de Juan Manuel Badenas, el segundo teniente de alcalde, responsable de Empleo y portavoz de Vox en el consistorio, que este mismo lunes ha sido inhabilitado temporalmente por Vox mientras se cursa una investigación interna por indicios de supuesto tráfico de influencias. También su posicionamiento respecto a la autoridad de la dirección nacional de Santiago Abascal.
El origen de este procedimiento viene de los audios filtrados y publicados por el digital The Objective a finales de febrero, donde el propio Badenas, en conversaciones informales con trabajadores de la fundación Valencia Activa, reconoce un delito de malversación de dinero público. Concretamente, que adjudicó al Instituto Mediterráneo de Desarrollo Sostenible (Imedes) un contrato de Valencia Activa, entidad pública destinada a la promoción del empleo, entre otros objetivos. En ella trabaja el marido de la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, Javier Cebrián quien, según el diario habría participado con Badenas en el amaño.
Este lunes, desde Madrid, los de Abascal trasladaron que la inhabilitación de militancia y de cargos de partido busca que Badenas "pueda defenderse sin estar condicionado" por sus puestos dentro del partido. Aseguran que de demostrarse que no hay irregularidad, se le devolverán sus competencias. Fuentes nacionales del partido estiman que el jueves podría haber una resolución al respecto. No obstante, la confesión explícita de Badenas en esos audios, los ataques lanzados contra el máximo dirigente territorial y las decisiones orgánicas en el Ayuntamiento, aseguran fuentes del partido ligadas a la Comunidad Valenciana, dificultan que Badenas vaya a salir indemne de este proceso que encabeza el Comité de Garantías del partido.
En esas conversaciones, Badenas carga contra la "presión" que ejerce Vox desde Madrid. Especialmente contra Ignacio Garriga, vicepresidente y secretario general. Le reprocha quererle endosar a cargos que habían conformado las capas inferiores del Gobierno valenciano de Mazón y Vicente Barrera y ahora se quedaban sin puesto. Algo que califica de "totalmente inaceptable". Entre ellos, asesores y personal de prensa, por ejemplo. Según se trasladó anteriormente a El Independiente, con el desplome nacional de 52 a 33 diputados, la necesidad de recortes supuso que parte del personal del Congreso de los Diputados se reciclase para los gobiernos autonómicos. Se acredita una discusión "muy fuerte" con el 'dos' de Abascal. Algo que justifica, además, las malas relaciones que existen entre Bambú y Badenas desde hace tiempo. "Aquí el único que aguanta el tipo soy yo", recalca el portavoz suspendido.
El reconocimiento de un delito, las quejas de Garriga y la destitución de la jefa de prensa que le había impuesto Madrid sin previa consulta, deja en la cuerda floja a Badenas
Incluye presiones de la vicesecretaria de Acción de Gobierno, Montserrat Lluís, desde Bambú. Se queja de las obligaciones del cargo a diferencia del resto de sus compañeros de grupo parlamentario, y tacha de "cabrón del PP" a Barrera, ya fuera de la Generalitat. Por ser "íntimo de Catalá" y quererle hacer "comulgar con ruedas de molino" como Garriga, en referencia a esas contrataciones. En Vox daban por descontado, de hecho, que Badenas no repetiría en las próximas elecciones. Hay que destacar que su participación en actos de partido era mínima.
Otro factor a tener en cuenta de que los puentes están rotos y será muy difícil que se recompongan es que Badenas ha ido a la contra de una de las directrices esenciales del partido: la ubicación de cargos de confianza de Madrid. El verano pasado, tras la ruptura de gobiernos autonómicos con el PP, Bambú situó como jefa de prensa de Badenas a Belén Bordils, que ejerció esa competencia con Elisa Núñez, exconsejera de Justicia con Mazón. El viernes, Badenas decidió destituirla sin consultar con Álvaro Zancajo, coordinador de Comunicación del partido.
En paralelo, el PP ha impulsado una investigación del contrato por parte de los servicios jurídicos del consistorio. Sigue en vigor. Al mismo tiempo, PSPV-PSOE y Compromís han anunciado que denunciarán los supuestos ante la Fiscalía. Le atribuyen cuatro delitos: tráfico de influencias, fraude, negociaciones prohibidas a funcionarios y prevaricación.
Las cuentas de Catalá, muy justas
De reafirmarse el Comité de Garantías de Vox en esa inhabilitación, a Badenas, a esperas de una futura actuación de la Justicia, se le exigiría su acta de concejal. Desde la dirección nacional de Vox evitan situarse aún en ese punto e instan a esperar a la decisión. Se distancian de las mismas, al recalcar la "independencia" de ese órgano del partido. Aunque fuentes nacionales reconocen que todo dependerá de la voluntad del exportavoz, llegado el momento. "No depende de nosotros, es su decisión", dicen en Vox. Por ahora, Badenas no ha dado ninguna muestra de querer irse ni de estar dispuesto a quedarse de forma forzada sin ceder el acta al siguiente de la lista. Tampoco se ha pronunciado sobre el asunto públicamente.
De rechazarlo, Badenas podría mantenerse como independiente dentro de los no adscritos, grupo ahora inexistente en el Ayuntamiento. No entran a valorar la posibilidad de que el grupo se divida, aunque al tratarse de un asunto de supuesta corrupción y no de diferencias de criterio, creen que no tendrá lugar. Una peculiaridad que puede incrementar la inestabilidad es que Cecilia Herrero, concejal de Vox, es la pareja de Badenas, lo que pone más en la cuerda floja al grupo. En Baleares, entre finales de 2023 y 2024, distintos acontecimientos y diferencias con Bambú desangraron el Grupo. Hasta dos diputados pasaron al Mixto.
A diferencia de Baleares, donde el PP tenía más holgura, Catalá tiene una mayoría absoluta muy justa. De los 33 concejales totales, cuenta con los 17 necesarios para gobernar [trece de su partido, el PP, y cuatro de Vox]. Además, Badenas es su número tres, como segundo teniente de alcalde. En definitiva, dependerá de él [si no se suma Herrero] y tendrá que hacer equilibrios entre asegurar su apoyo [hasta que un proceso judicial le impida continuar] y mantener también a Vox de su lado. Eso pasa por destituirle de sus competencias de Gobierno, con las consecuentes represalias a las que se puede exponer por parte de Badenas si decide adoptar la posición más dura. Para Vox es fundamental que el PP respete el acuerdo de coalición.
Vox deja libertad de decisión a Catalá con Badenas si, de confirmarse su inhabilitación, éste no se marcha. Saben que la gobernabilidad dependería de él
Ahora bien, los de Abascal se muestran comprensibles con la situación en la que puede verse Catalá. Saben que los números son muy claros y que la gobernabilidad pasaría por Badenas. A priori se muestran conformes a que Catalá "decida lo que hay que hacer". Si el Comité de Garantías se pronuncia con claridad y acredita irregularidades, "nosotros le comunicaremos que Badenas ya no va a ser portavoz, a partir de ahí, que el PP decida lo que es mejor". "No deberíamos entrar en ese juego, le corresponde a la alcaldesa", aseguran cuando se les plantea que Badenas puede demandar continuar en el Gobierno.
Sin Badenas, PP y Vox y PSPV-Compromís [piden a Catalá que eche a Badenas del Gobierno] empatarían a 16 escaños. Cabría la posibilidad de que la derecha confiase en el respaldo puntual de Badenas para mantenerse en el cargo y no precipitar unas elecciones que le despojarían de ese acta. También por compromiso ideológico. Unas elecciones municipales en este momento tampoco son favorables a Catalá, dado que el 'efecto Mazón' por la gestión de la DANA no es nada bueno. Vox sigue al alza en las encuestas al igual que los socialistas, mientras que los populares en la región caen hasta la segunda o tercera plaza.
Este lunes, según trasladó el portavoz del Gobierno municipal tras la mascletá, el PP de Catalá ha abierto una "vía de trabajo" y negociación con Vox para abordar el asunto y ver "cómo se traslada la decisión de Vox al Ayuntamiento de Valencia". Juan Carlos Caballero da por asegurada la coalición, como hace Vox desde Madrid. "En este momento, con el sosiego y el rigor, y garantizando la buena gestión, lo que vamos a hacer es hablar con ellos". Acredita el propio Caballero que Catalá ya ha hablado con la dirección nacional de Vox. La intención de ambos partidos es la de "dar cuanto antes una solución" para que el consistorio "no se vea afectado".
Adelanta que de confirmarse la expulsión de Barrera, habría que hablar con Vox sobre "competencias". Pero al estar la investigación interna de los de Abascal abierta y ser "una suspensión temporal de militancia", evita entrar a valorar futuribles.
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