Porque puede saltar, morder, matarte o colonizar la Tierra. Ojo con las muestras extraterrestres. Cada vez parece más plausible que haya o hubiera formas de vida en Marte u otros lugares, con las evidencias y estadísticas que manejamos. La película Life (Daniel Espinosa) que ahora se estrena, aborda el momento en que traemos del planeta rojo una roca que contiene lo que un día fue una célula activa.
"Tenemos que estar preparados para ese momento", señala Felipe Gómez, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC-INTA e integrante del equipo español del robot en Marte Curiosity. En Life la muestra se analiza en un laboratorio suspendido en la Estación Espacial Internacional para no introducir vida alienígena en la Tierra. Pero ni siquiera eso parece lo más conveniente: "es poco probable que hubiera una buena razón para ello", explica Catharine Conley, responsable de protección planetaria de la NASA. No hay un único protocolo.
"Para una misión de retorno de muestras de Marte (o de vida en Marte), probablemente sería una junta internacional la que evaluase un plan basado en la mejor información disponible acerca de la amenaza potencial que podría representar una muestra y la manera de contenerla", apunta Conley.
Habrá que tener especial cuidado en la esterilización de los equipos. Esto se hace con especial cuidado tras las misiones Apolo. Correríamos el riesgo de que la vida que encontrásemos en Marte fuera en realidad terrestre. Llevada a lomos de nuestras naves.
Actualmente, el Curiosity ya realiza experimentos con las muestras extraídas en el planeta rojo. La futura misión Mars 2020 planea recoger muestras de suelo para traerlas a la Tierra, aunque "aún no está claro cómo". Como mínimo se deben seguir los protocolos de un laboratorio de bioseguridad de nivel 4, conocido como el Mars Sample Return Receiving Facility (MSRRF).
También Europa se ha puesto a ello con ExoMars 2016-2018, si bien el revés de la sonda Schiaparelli ha dejado tocado el plan de recogida de muestras. Mucho menos claro está si, entre esas rocas, habrá indicios de vida.
Es casi imposible que no haya vida extraterrestre
"Es casi imposible que no haya vida extraterrestre". Para Gómez, "dadas las estadísticas (ecuación de Drake), características de nuestro entorno, el número de estrellas del universo, etc. es perfectamente factible que haya vida fuera". Otra cosa es que sea inteligente. Suponiendo que tengamos una definición solvente de inteligencia. Y de vida.
"Es un concepto muy antropológico. Buscamos lo que conocemos", dice el astrobiólogo Domingo Marquina, tras charlar con alumnado de la Universidad Complutense en el contexto de un coloquio en torno a la película organizado en la Facultad de Ciencias de la Información.
"La vida conocida está basada en el carbono, que es un átomo muy versátil. Con él se construyen moléculas complejas" que forman la vida, recuerda Márquez. "Pero el silicio (presente en la arena) y el arsénico se han planteado como átomos que podrían también interaccionar con otros elementos, aunque eso dificultaría más ese concepto de vida que tenemos".
¿Estamos preparados para identificar como vida cosas que no se parecen a las conocidas? ¿Y si ya la hemos encontrado en ciertas rocas y no nos hemos dado cuenta? "¿Cuáles son las señales moleculares que la definen?", apostilla Gómez, quien cree que tampoco deberíamos irnos por las ramas.
Marte tiene metano, que es un gas vinculado a la vida. Algo lo está produciendo allí
"¿Por qué iban a aparecer otras formas de vida (más allá del carbono) que seguramente estarían menos adaptadas?". La vida se parecerá a la vida, según esta tesis, por lejos de la Tierra que haya surgido. "Hasta ahora, donde hemos encontrado agua (en nuestro planeta) había vida". En Marte hay agua. Y metano, que es un típico subproducto derivado de las reacciones químicas de los seres vivientes, aunque también puede ser de origen geológico.
Por ahora, sólo indicios vitales en condiciones extremas. Aunque, "para extremos, quizás, nosotros" que necesitamos oxígeno, "un gas responsable del envejecimiento celular" y, en última instancia, la muerte.
Vamos a llevarnos bien
"Toda civilización tiene un componente egoísta", apunta Gómez. En Life se soslaya la idea de que un organismo extraterrestre, aun no teniendo un componente de maldad, podría ser atacante por el mero hecho de querer sobrevivir. Especialmente si comparte con los humanos la necesidad de una serie de recursos.
Pero no seamos pesimistas. "El desarrollo del conocimiento tiene el riesgo de llevar a la autodestrucción (bomba atómica, por ejemplo). Pero cuando se sobrepasa y no ocurre nada, ese conocimiento hace que se vaya en la corriente distinta a la belicista". En suma, que si nos encontramos una civilización más avanzada que la nuestra, probablemente venga en son de paz.
Con todo "hay que tener cautelas", como advirtió el astrónomo Stephen Hawking, quien cree que los aliens vendrán a la Tierra en busca de recursos. Gómez cree que, ante todo, es preciso armarse de un ejército de humanistas para abordar el "mayor descubrimiento de la historia".
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