Qué hace el equipo de la misión Cassini el día después de estrellar su nave en las entrañas de Saturno? "Una fiesta", responden unánimemente su director, Earl Maize; el Jefe Científico Adjunto a la Misión, Scott G. Edgington; y la ingeniera Jo Pitesky.
"Vamos a tener una sensación de pérdida", reconoce Maize pensando en el 15 de septiembre, fecha en que la sonda Cassini se inmolará. "Hemos extendido la humanidad hacia los planetas exteriores. En los últimos 13 años hemos mostrado lo que Saturno hace con su meteorología, con sus lunas...".
Los tres responsables en el JPL de la NASA han visitado Madrid para presentar al público del Centro Conde Duque el llamado 'Gran Final' de la sonda que, lanzada en 1997, recorre Saturno desde 2004. Invitados por el Planetario de Madrid, han hecho un balance entre nostálgico y entusiasta coincidiendo con la anual oposición de Saturno respecto a la Tierra y el Sol [ver conferencia completa en el FB de la Embajada de EEUU]
En conversación con El Independiente, Maize reconoce que, desde el lanzamiento de la nave, en 1997, "nuestra mirada a Saturno ha cambiado". Nos llaman la atención sus anillos desde la antigüedad. Pero probablemente lo más interesante se ha encontrado en sus satélites Encélado y Titán. "Nos han empujado a repensar todo. Creíamos que eran una curiosa colección de rocas, pero hemos descubierto que son dinámicos y potencialmente habitables".
Encélado nos ha abierto los ojos: hay agua por todas partes del Sistema Solar
Uno de los grandes vuelcos de pensamiento de las últimas dos décadas reside en nuestro particular hidrocentrismo terrestre. Maize recuerda que "ahora estamos hablando de mundos con océanos, en plural. Antes de Cassini, pensábamos en que sólo los tenían la Tierra y [la luna de Júpiter] Europa. Ahora hay muchos, muchos más". El agua está por todo el universo. Y, hasta donde sabemos, es una condición indispensable para la vida.
"Encélado nos ha abierto los ojos [nos ha hecho ver que] hay agua por todas partes en el Sistema Solar". El satélite "tiene agua, hidrógeno... tiene todo lo que termina siendo vida. Pero tenemos que volver para poder comprobarlo", dice Maize. "Hay misiones de la NASA y ESA destinadas a ello", añade el doctor Edgington en un encuentro con los medios españoles.
Estrellar naves: una buena idea
Desde abril, Cassini se está adentrando en la peligrosa región entre los anillos saturnales y la superficie gaseosa del planeta. Tiempo de descuento. Se pensaba que la nave podría chocar con fragmentos de hielo y polvo que, en esencia, es de lo que están hechos los anillos. No encontró nada. Pero, según se acerca a la atmósfera de Saturno, se juega más la vida. "No está preparada para ello".
Y es que Cassini vive una larga prórroga vital. Hace ya años el equipo decidió que, cumplidas las previsiones de la misión, era necesario estrellar la sonda. Tal como ocurrió con Rosetta, la operación kamikaze permitirá recopilar datos de regiones inexplorables de otra forma. La última fotografía, la más cercana a su superficie, puede que no sea espectacular (la cámara data de 1997) "pero aportará valiosísima información científica".
En este sentido, esos eran los planes para 2018 de la NASA para Juno, la sonda que ronda Júpiter, y que terminará por pulverizarla (más tarde de lo previsto, eso sí). "La misión Cassini complementa la Juno. Comparar los dos [gigantes gaseosos] es extremadamente importante". En los dos casos, aún seguimos sin saber si hay un núcleo rocoso y de qué manera influye en sus campos magnéticos y gravitatorios.
En el caso de Cassini, liquidar la nave era importante para no contaminar los escenarios en donde se han descubierto condiciones posibles para la vida.
Pero, además, en ese descenso, pueden pasar más cosas. "El hecho de que nos metiéramos en un territorio [entre los anillos y la superficie] del que temíamos su polvo y que no hayamos encontrado nada es un completo misterio".
Maize, 25 años después, sigue fascinado: "Hace tres días pensábamos que Saturno no se parecía a nada conocido, hoy consideramos la posibilidad de que sea como el resto de planetas gaseosos porque hemos encontrado nuevos componentes. No me extrañaría que nos diese otra sorpresa antes del final".
La mejor noche para ver Saturno
Las noches del 15 y 16 de junio tenemos una oportunidad única de observar los anillos y la superficie de Saturno desde la Tierra. El planeta de los anillos se encuentra en oposición. Significa que está en línea con la tierra y el Sol. Está en fase llena. Y, además, bastante cerca: 1.353 millones de kilómetros.
Con un telescopio se puede observar su disco plenamente iluminado. Además, los anillos presentan un ángulo de inclinación ideal para su observación, dotanto al conjunto del planeta de más brillo en el cielo.
Saturno es fácilmente observable a simple vista. Se levanta por el sureste poco después de la caída del Sol. Es un punto brillante, dorado y que no titila. Cercano a la rojiza Antares, va subiendo por la bóveda celeste sur hasta alcanzar su máxima altura hacia las 2 de la madrugada (hora y latitud de Madrid).
Saturno se encuentra ahora en la constelación Ofiuco y es uno de los dos planetas visibles al ojo desnudo en esta fecha, junto con Júpiter, a su derecha, más brillante y más alto en el cielo.
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