El calentamiento global es un problema que cada vez preocupa más a la sociedad. En los últimos años se ha intensificado la búsqueda de soluciones, especialmente para rebajar la contaminación urbana, que pasan por reducir las emisiones en ámbitos como el transporte. En este contexto, el gas natural es una alternativa eficiente y sostenible frente a los combustibles tradicionales.
Los pioneros en utilizarlo fueron los autobuses urbanos, los camiones y los taxis. De manera tímida pero continuada, ha ido aumentando el interés por utilizar un combustible más limpio y más barato, también en el transporte particular.
En los últimos años se ha intensificado la búsqueda de soluciones para rebajar la contaminación urbana
En el caso del gas natural vehicular (GNV), reduce el coste por kilómetro un 35% respecto al diésel y un 50% respecto a la gasolina. En concreto, con un vehículo a GNV, hacer 100 kilómetros cuesta unos cuatro euros.
También reduce las emisiones de CO2 entre un 15% y un 25%, elimina prácticamente las partículas sólidas y las emisiones de óxidos de azufre (SOx) y aproximadamente un 75% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), con lo que contribuye a la mejora de la calidad del aire. De manera adicional, este combustible reduce el impacto sonoro entorno al 50%.
Los coches propulsados por gas natural son ya una realidad que comienzan a poblar las carreteras españolas. Existen ya bastantes modelos que ya se comercializan con GNV, tanto para uso personal como vehículos ligeros, furgonetas, camiones o autobuses para fines comerciales o de transporte público. Además, el número de estaciones de suministro de GNV para vehículos sigue creciendo, y existen ya más de 60 estaciones por toda España.
Los vehículos que usan gas natural vehicular son híbridos con GNV y gasolina. De esta manera, si se consume todo el GNV sigue funcionando con gasolina, aumentando así la autonomía del vehículo.
Los vehículos propulsados por gas natural son ya una realidad que comienzan a poblar las carreteras
El GNV se puede presentar de dos formas: el gas natural comprimido (GNC), el más habitual, sobre todo para coches y furgonetas, y el gas natural licuado (GNL), normalmente solo para autobuses y camiones.
Desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente se impulsa la participación en la convocatoria de la Semana Europea de la Movilidad (SEM) 2017, que se celebra del 16 al 22 de septiembre para sensibilizar, entre otros, de los beneficios del uso de modos de transporte más sostenibles.
Los vehículos a gas tienen permiso para circular por la ciudad cuando hay restricciones de tráfico por altos niveles de contaminación, ya que su impacto medioambiental es mínimo. Son, sin duda, alternativas reales en la lucha contra el cambio climático.
Apoyo institucional y empresarial
Debido a sus ventajas medioambientales, cada vez son más las instituciones y empresas que están fomentando el uso de este tipo de vehículos. El propio Gobierno ha aprobado recientemente el Plan Movea, destinado a subvencionar la compra de coches propulsados por energías alternativas, como el GNV.
Enagás promueve el uso de estos vehículos entre sus empleados a través de su Plan de Movilidad Sostenible
La compañía española Enagás también promueve el uso de estos vehículos entre sus empleados a través de su Plan de Movilidad Sostenible. Una de las medidas puestas en marcha es un programa de subvención para que los profesionales interesados en adquirir un coche propulsado por GNV puedan beneficiarse de una ayuda en el momento de la compra y de otra para el repostaje.
El presidente de la compañía, Antonio Llardén, considera que, “la solución al gran problema de la contaminación urbana no es fácil. Hay que potenciar medidas más de fondo que la prohibición de circulación de forma aislada o la imposición de tasas, que siempre es más polémica”. Además, añade que “es clave una política activa de fomento y mejora del transporte público, y de impulso de vehículos menos contaminantes, entre ellos los impulsados por gas natural vehicular”.
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Una opción práctica y económica
Además de sus ventajas medioambientales, los vehículos de GNV son también una alternativa práctica. Su utilización es sencilla: repostan prácticamente igual que los vehículos de gasolina.
Cuentan con tanques de gas comprimido a alta presión, que pueden ir colocados debajo del suelo, de los asientos posteriores, del maletero o, en casos de adaptaciones realizadas a posteriori, ocupando parte del maletero. Tienen además la capacidad de funcionar indistintamente con gas natural o con gasolina. El motor apenas hace ruido, de manera que evitan también la contaminación acústica.
Además de las ventajas medioambientales, económicas y funcionales, los motores de GNV tienen una vida más larga que los tradicionales. Con todo ello, compensa la inversión inicial.
Contenido elaborado con la colaboración de Enagás
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