Ciencia y Tecnología

Máxima actividad

Cómo ver la lluvia de estrellas Leónidas

Noches del 17 y 18 de noviembre

Grabado de la lluvia de estrellas Leónidas de 1833 | Elsevier / Littmann

La madrugada del 17 de noviembre, hacia las 5, se produce la máxima actividad de la lluvia de estrellas Leónidas, visibles a lo largo de todo el fin de semana. Estos fenómenos se dan cuando la Tierra, en su recorrido alrededor del Sol, se encuentra con fragmentos de escombro de roca y hielo que dejan a su paso cometas o asteroides.

En este vídeo explicamos cómo ver la lluvia de estrellas Leónidas de 2017 y por qué se produce este fenómeno, espectacular cada 33 años. | Vídeo: M.V. y G.M.P.

 

En el caso de las Leónidas, se trata de los restos del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que fue descubierto por Wilhelm Tempel el 19 de diciembre de 1865. Tiene un núcleo de unos 2 kilómetros de tamaño y se acerca al Sol cada 33 años, dejando cada ese periodo lluvias de estrellas espectaculares. Eso sí, este 2017 no será para tirar cohetes. Literalmente, tendremos que esperar hasta 2031 para ver el cielo como un espectáculo de fuegos artificiales. Se han llegado a superar los 200.000 meteoros por hora.

2017: año relativamente bueno para la observación

2017 es una año prometedor por la ausencia del brillo de la Luna y un pronóstico atmosférico relativamente favorable en buena parte de España. Sin embargo, "estará lejos de las 50.000 estrellas fugaces por hora de años intensos", señalan desde la NASA. Quizás no se superen las 10.


Las Leónidas no son tan populares como las Perseidas de agosto. Sin embargo, hay años en que son mucho más productivas. Este año, El Independiente salió a cazar lágrimas de San Lorenzo. Con aplicaciones fotográficas de larga exposición se pueden conseguir montajes como éste.  Aquí, el realizado durante una toma de 15 minutos en el norte de Monfragüe (Cáceres). |Vídeo: M.V.

 

Las partículas de los restos de cometas entran en la atmósfera terrestre. El rozamiento de estos granos, de apenas milímetros, calienta la partícula, que se calcina. El aire, a su alrededor, se ioniza. Es decir, pierde y gana electrones. Al saltar éstos dentro del átomo, producen luz. La destrucción de la partícula nos regala una estrella fugaz. Cuanto más grande sea, más brillante.

Las leónidas suelen ser rojas brillantes y, con suerte, dejan largas estelas, verdosas debido a la presencia de magnesio. Pese a entrar en la atmósfera a enormes velocidades, suelen tener recorridos aparentes largos y persistentes en el cielo.

Los meteoros pueden aparecer en casi cualquier sitio del cielo, pero parecerán emanar de la constelación de Leo, que se levanta por el este desde poco antes de la medianoche.

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