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Un estudio confirma la creciente virulencia de los incendios por el cambio climático

Los expertos destacan el peligro para los Pirineos como gran masa boscosa amenazada por los nuevos incendios.

Incendio en Galicia: fuego en los alrededores de Vigo. | EFE

El cambio climático cambiará el régimen de los incendios forestales, que serán de mayor intensidad y de difícil extinción, y comprometerán seriamente las economías rurales y la recuperación de los bosques mediterráneos, según una investigación publicada en la revista Ecological Monographs. En el estudio internacional, coordinado por el investigador Víctor Resco de Dios, de la Universidad de Lleida, han participado además investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de la Western Sydney (Australia) y de la holandesa de Utrecht.

Europa ha perdido más de tres millones de hectáreas de bosque mediterráneo en los últimos 15 años de acuerdo a los datos del Joint Research Centre de la Unión Europea recogidos en el estudio, cifra que refleja el actual momento clave para el futuro de los bosques mediterráneos. El aumento de las temperaturas, la falta de lluvias y las sequías, consecuencias del cambio climático, favorecerán la propagación de incendios forestales.

Durante 2017, se quemaron en España 174.788 hectáreas, lo que le convirtió en el peor período en incendios en una década y el primero desde 2013. Esa transformación del régimen de incendios provocará episodios de deforestación a gran escala, que cambiarán profundamente la estructura de la vegetación a lo largo de los próximos años.

"Ya estamos viendo una transformación en las características de estos fenómenos, ha explicado a EFE Resco de Dios. Por ejemplo, ha añadido, los fuegos en bosques de media montaña, tradicionalmente de baja intensidad y fáciles de apagar, están adquiriendo una intensidad que puede superar nuestra capacidad de extinción".

La vegetación (el combustible, como lo denominan los investigadores) está cada vez más seca y, por lo tanto, es más propensa al fuego. "Si la cantidad de árboles que han sufrido falta de agua en bosques de media o alta montaña sigue aumentando en los próximos años, podemos encontrarnos con incendios aún más graves que los de la década de los 80", ha sostenido el investigador de la Universidad de Lleida.

Peligro para los Pirineos

Esta situación podría presentarse, por ejemplo, en la zona de los Pirineos donde existe una gran masa boscosa y donde la propagación de los incendios sería muy rápida, explica. "Esto comprometería seriamente las economías rurales y la estructura de nuestra vegetación".

Además, cabe esperar que la capacidad de recuperación de los bosques mediterráneos disminuya durante este siglo con especies como los quercus (robles, encinas, alcornoques) y las hayas, que tendrían mayores dificultades para rebrotar por los efectos combinados de falta de agua y el fuego, ha indicado el profesor de Física Matemática y de Fluidos de la UNED, Rubén Díaz Sierra.

De ahí la importancia de saber cuáles son las especies más propicias para la reforestación en los bosques mediterráneos. La investigación se enmarca dentro del Máster de la Universidad de Lleida y está financiado por el Ministerio de Economía.

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