Es una de las grandes tendencias tecnológicas. El Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), en desarrollo imparable, va a disparar el número de dispositivos conectados a la red hasta el trillón en pocos años, como están demostrando los gigantes de internet en este Mobile World Congress.
Sabiendo que hasta lo más sencillo va a contar con una conexión a la red -aspiradoras y frigoríficos con internet, está pasando- y que todos ellos van contener y trabajar con una ingente cantidad de datos personales de sus usuarios, miles de millones de ellos, la importancia de la seguridad es vital.
Según cálculos de empresas como Syniverse, los ataques informáticos le costarán a las empresas unos seis billones -con b- de euros en el año 2021. Buena parte de esos costes serán provocados por ataques a dispositivos conectados gracias al Internet de las Cosas.
"Conocemos los riesgos y sabemos cómo esas amenazas pueden ser usadas para atacar los dispositivos conectados a internet", explica el vicepresidente de la división de Internet de las Cosas de Qualcomm, Seshu Madhavapeddy. "Es fundamental mantener intacta la identidad de los dispositivos, sin cambios en su código o en su estructura que puedan volverlo vulnerable", ha afirmado.
Para ello no va a ser suficiente con un potente software de seguridad. El momento más vulnerable es la transmisión de los datos desde un dispositivos al otro, pues ahí es donde se pueden interceptar una vez que se ha conseguido acceder. Cuando ya está hackeado, el atacante solo tiene que modificar el código para ponerlo a su servicio.
Así lo entiende al menos Paul Williamson, vicepresidente de dispositivos IoT de ARM, que considera que la clave para atajar estas amenazas es "el machine learning. Los riesgos y los ataques van a evolucionar, van a ir cambiando y, sobre todo, mejorando. Cada vez son más difíciles de contrarrestar y de identificar. El objetivo es ponerles coto y evitar que se propaguen", explica.
Apuesta por la nube
La gran apuesta de los gigantes de internet para mejorar la seguridad del Internet de las Cosas pasa por la Nube. Así lo ha explicado la directora del departamento de IoT de Microsoft, Rashmi Misra, que considera que es "necesario construir soluciones de seguridad en la Nube".
"La mejor manera de hacerlo, o al menos una de las mejores, es a través de la simplificación de todos los procesos, sobre todo el de acceso", cuenta. "La seguridad debe ir desde el mismo chip del dispositivo hasta la propia Nube", relata.
Microsoft, con su plataforma Azure, lleva tiempo aprovechando todas las posibilidades que ofrece el conocido como cloud computing. De hecho es, junto a Amazon, la que lleva la voz cantante dentro del sector, si hacemos caso a las cifras económicas: Azure factura ya más de 7.000 millones de euros al año y sigue creciendo en dobles dígitos.
La colaboración entre Qualcomm y Microsoft, los primeros en el terreno del hardware con sus chips y los segundos con el servicio en la Nube, pretenden alcanzar un estándar de seguridad que permita desarrollar el Internet de las Cosas al máximo.
No va a ser fácil. Según datos de Syniverse, en internet se gestionan más de 24.000GB de datos cada segundo. Y eso ahora, antes de que la verdadera explosión del IoT dispare sin techo la cantidad de dispositivos conectados. La seguridad perfecta no existe, pero si hay alguna manera de alcanzarla será a través de la Nube.
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