Ciencia y Tecnología

La verdadera pantalla infinita

Samsung Galaxy S9. | EFE

En el último año muchos fabricantes han presumido de colocar a uno de sus móviles la famosa pantalla infinita. El término, acuñado hace ya más de 12 meses y popularizado desde la presentación de los Galaxy S8 de Samsung, está de moda.

Sin embargo, hasta la llegada del nuevo Galaxy S9 del fabricante surcoreano no sabíamos lo que es una verdadera pantalla infinita. La que viste el nuevo terminal estrella de Samsung ocupa prácticamente toda la parte frontal, gracias a que Samsung ha estrechado aún más los margenes superior e inferior, dejando el de la parte de abajo casi indetectable.

Es muy difícil encontrarle algo malo a esta parte del teléfono. Los bordes curvos se integran perfectamente y se adaptan a la reproducción, que a pantalla completa es espectacular, con una calidad que hasta ahora no habíamos visto en un smartphone. No hay problemas de color y la fluidez es inmejorable, posicionando a Samsung en la cima en cuanto a fabricación de pantallas.

Samsung ha decidido proteger este nuevo activo del Galaxy reforzando aún más su dureza, y ha colocado un cristal Gorilla Glass 5 de 0,6 milímetros de grosor, una décima más que los que llevaba la versión anterior de la familia Galaxy.

Esta gran pantalla es fundamental para que el otro gran elemento del nuevo móvil de Samsung funcione como un reloj: la cámara. Más allá de las calificaciones de las firmas que se dedican a analizar las cámaras, y que en algunos casos como DxOMArk la han calificado como la mejor de la historia en un móvil, lo cierto es que la sensación que desprende el móvil al hacer fotos es muy buena.

Imagen tomada con el Samsung Galaxy S9+.

Tras probarlo durante algo más de dos semanas, lo que más me ha impresionado es la capacidad para hacer buenas fotos con unas condiciones de luz muy desfavorables. En mitad de la noche, y sin necesidad de un flash excesivo, el Galaxy S9 es capaz de exprimir hasta la última gota de color.

La apertura dual, de f1,5 y de f2,4, funciona como una pupila humana. Cuando hay mucha luz se cierra, mientras que cuando las condiciones son algo menos favorables se abre para captar toda la luz posible. En el caso del S9+, el que hemos probado, el rendimiento es muy bueno gracias a la doble cámara montada en vertical.

Potencia y fluidez

Samsung ha creado un móvil tremendamente fluido y potente, en un nivel en el que sólo el iPhone X es capaz de competir. En sus tripas lleva un procesador Exynos 9810 con ocho núcleos que, en ambas versiones, es más que suficiente para dar unas prestaciones muy buenas.

En cuanto a la RAM, las opciones pasan por los 4GB o los 6GB. No hay que fiarse al 100% de estas números, pues recordemos que ningún iPhone ha pasado de los 4GB, pero sí que son un marcador que ayuda a medir la capacidad de un móvil para funcionar al máximo rápidamente.

El fabricante surcoreano también ha querido marcarse un hito: el Galaxy S9 es el móvil que más almacenamiento es capaz de soportar. La versión con más memoria tiene 128GB, pero todas son ampliables vía tarjeta SD hasta los 400GB. Habrá que ponerle mucho empeño para llenarlos.

Imagen tomada con el Samsung Galaxy S9+.

La batería sí que es algo mejorable, sobre todo si tenemos en cuenta el resto de especificaciones del teléfono. Los 3.000 mAh del S9 y los 3.500 mAh del S9+ dan para aguantar todo un día incluso para los que más expriman su smartphone, pero estaría bien ver algún avance más en cuanto a la duración. En cualquier caso, nada grave.

El resto, accesorio

El Sasmung Galaxy S9 es un móvil con una pantalla estratosférica y una cámara muy potente, y el resto de cosas son casi accesorias. Sin duda, servirán para atraer a todo tipo de público, pero en son todo herramientas y elementos útiles que sólo añadirán un punto más.

Imagen tomada con el Samsung Galaxy S9+.

Uno de los ejemplos de ello son los altavoces. Samsung se gastó un dineral en comprar Harman para mejorar el sonido de sus móviles y está claro que lo han conseguido: los dos altavoces, uno arriba y otro abajo, son capaces de llenar la habitación gracias a la tecnología de AKG. Es un elemento accesorio, que funciona bien, pero no decisivo.

Algo menos necesario, casi prescindible, son los Emojis AR, los emojis personalizados de Samsung que se sirven de la realidad aumentada a través de la cámara para crear una imagen digital del usuario y darle la opción de ser un emoticono él mismo.

Imagen tomada con el Samsung Galaxy S9+.

Sin embargo, aún falta para que esté bien afinado. En el tiempo que he podido testear el teléfono no ha habido una vez en la que el emoji se pareciera a su versión real. A mi no me ha convencido esta herramienta, pero es posible que consiga atraer a algunos usuarios ya que, al contrario que los del iPhone X, son compatibles con cualquier otro modelo de smartphone.

Precio y disponibilidad

El Samsung Galaxy S9 y su versión plus ya se pueden comprar en la página web de la compañía surcoreana y Amazon, aunque no se pone a la venta hasta el día 16 de marzo. A partir de entonces empezarán a distribuirse las primeras unidades, y está por ver si la demanda logra superar al stock de terminales en España.

El S9 se puede comprar a partir de 849 euros, mientras que la versión con pantalla más grande y mejor cámara está disponible a partir de 949 euros. Podremos elegir entre tres colores, púrpura, azul y negro, pues la versión en gris no llegará de momento a España.

Además, el que decida hacerse con la última versión de la familia Galaxy podrá rebajar el precio entregando su antiguo móvil. El descuento puede alcanzar los 376 euros, aunque depende del modelo y del estado en el que se encuentre.

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