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Entrevista con K.S. Immink, codificador del CD, DVD y BlueRay

El padre del CD ante su autodestrucción: "está muy vivo pero no tiene futuro"

La destrucción de la primera generación de CD hizo saltar las alarmas pero no debería importarnos demasiado

Kees Immink, padre del CD digital, el DVD y el BlueRay | OEP

#CDgate. Con esta etiqueta empezó a circular por las redes sociales la alarma ante el anuncio de que los primeros discos compactos estaban empezando a pudrirse. La pasada semana, una entrada en el blog Microsiervos rescatando un artículo del año pasado volvía a hacer saltar las alarmas. Es cierto: hay CD que están muriendo de viejos sin apenas cumplir la treintena. Destrucción. Son las leyes de la física, pero sólo válidas en algunos de esos ejemplares. Lo curioso es que el compacto sigue siendo el soporte más habitual en las tiendas de música. Se siguen vendiendo DVD y BlueRay y "su base es exactamente la misma que desarrollamos a finales de los setenta", afirma nada menos que el padre de su sistema de codificación, Kees Schouhamer Immink (Rotterdam, 1946). ¿Larga vida al CD?

"Hay gente a la que le gusta tenerlo en sus manos. En particular, el CD es estupendo como regalo. Es bonito, brilla, es el motivo por el que la gente aún lo compra", reconoce sonriendo Immink por videoconferencia desde los Países Bajos. Sin embargo cree que el futuro (y presente, en buena medida) es la nube. Un contenido está disperso en varios archivos a los que se accede desde dispositivos conectados a internet. "Ya no almacenamos en casa", pese a que "la nube también son discos, pero no ópticos, sino discos duros. En un futuro, memorias sólidas". Ya ahora, cuando escuchamos en streaming, valoramos la inmediata experiencia de la escucha, no el tangible soporte que lo contiene su ritual asociado de reproducción. "No habrá una cuarta generación de discos ópticos. No habrá reemplazo para el BlueRay".

Immink fue el líder del equipo holandés que, en 1979, creó el primer CD de audio digital. El inventor del disco óptico en sí es James Russell, un físico de Bremerton (EE.UU.) que patentó en 1966 la idea de poder leer un contenido mediante un rayo. Cómo convertir la música en ceros y unos, es decir, digitalizarla para grabarla en un disco fue cosa de Immink, ingeniero que entró en la Real Philips de Holanda en 1967.

En el éxito, tan importante es el invento como el momento del lanzamiento. Fracasamos con el Videodisc (1979) que no era sino un DVD.

A medidados de los sententa del siglo XX, "estaba trabajando en el Videodisc, que no fue precisamente un éxito", recuerda. "Sin embargo, para los ingenieros era muy interesante". No querían sustituir al vinilo como soporte musical. Iban a por los televisores. La industria pensaba a lo grande y el vídeo doméstico apuntaba a ser la revelación del momento. "El videodisc no es muy distinto en esencia al actual DVD o BlueRay (Immink es padre también de estos dos sistemas). Pero en el mercado las cosas tienen que ver con el momento adecuado. No tanto con el invento en sí. El Videodisc salió apenas unos años después de los primeros vídeocassettes, el Betamax y el VHS. La gente no se fijó. Si te das cuenta, el Videodisc es en esencia lo mismo que el DVD y el BlueRay, con exactamente la misma función. El timing es tremendamente importante para ser un éxito de mercado". ¿Puede morir ahora de éxito el CD? Vamos a ver primero lo que está pasando:

Apocalipsis CD: así saltaron las alarmas

CD autodestruido Hutschi (CC)

Michele Youket, encargado de preservación en la Biblioteca del Congreso de EE.UU., explica que "no hay una vida media de un CD, porque todos los discos son diferentes". Los expertos de este organismo, que lleva años utilizando compactos para almacenar cientos de documentos, han estado desarrollando algunos experimentos para comprobar esa longevidad. Temperatura y humedad son determinantes, ya que entre 1 y 10 grados centígrados se preservan mejor, "aunque aún estamos haciendo pruebas".

Un disco compacto es, en esencia, una matriz de policarbonato a la que se suma una capa muy fina de aluminio, usada para reflejar una luz láser que lleva el lector de CD. Como la matriz está microperforada, por los nanoorificios se cuela o no esa luz, que se reflejará (o no) en el aluminio. Un reflejo se interpretará como un 1 y su ausencia como un 0. Ceros y unos es la base de cualquier lenguaje binario o digital.

Muescas nanoscópicas en un CD

El equipo de Inmmink trabajó para elegir, justo, la forma y periodicidad que tenían que tener esos agujeros. A diferencia de un vinilo, en que la aguja guía la lectura del surco, en el CD eran los propios ceros y unos los que guiaban la lectura por su superficie. De modo que una simple mota de polvo podía detener el proceso y arruinar la experiencia. Immink inventó el llamado EFM (Eight-to-Fourteen Modulation), que es algo así como dejar muchas miguitas por el camino que trazan los ceros y unos para que el láser no se pierda, incluso aunque haya una rayadura de por medio.

Pese a lo avanzado de aquel ingenio, un CD puede sobrevivir a rayaduras, pero es más difícil si va desapareciendo esa finísima capa de aluminio, que es lo que está pasando. O, bien, si el hongo Geotrichum se come el plástico, tal y como descubrieron españoles en 2001. Eso sí, los estudios que datan de 2009 dicen que algunos discos (sobre todo, CD-ROM) podrían morir a los 30 años de su fabricación porque no son resistentes al azufre. Otros, sin embargo, pueden superar sin problema los 500 años de vida.

 

¿Immink implementó un algorimo impecable en un soporte falible? El padre del CD digital no entra a valorar eso. Pero sí destaca la superioridad del formato a pesar de todo. "Hay, desde luego, un debate. Hay gente que prefiere el sonido del vinilo y me parece perfecto. No hay debate en cuestión de gustos. Otra cosa es discutir la calidad objetiva del sonido, que viene definida por unos parámetros. Para lo demás, para gustos, colores. Claro que, por ejemplo, al conducir, en el tráfico, los colores de un semáforo no son subjetivos".

Immink en el laboratorio, tras la creación del Videodisc y el CD Archivo de K.I.

Para codificar el primer CD "usamos música clásica. Compramos algunos gramófonos de gran calidad y discos de música clásica de Polygram, porque esas grabaciones eran muy buenas, así como cintas sacadas directamente de los estudios". Buscaban, definitivamente, mejorar lo mejor que había entonces. Pero llegó internet y los formatos comprimidos.

De igual forma ocurre con la escucha en streaming, normalmente a partir de archivos mp3. "Conozco bastante bien [a Karlheim Brandenburg, padre del mp3]. Recuerdo cuando empezaron a utilizarse e intercambiarse por el lento internet de aquel tiempo. Por supuesto, no me gustaba la calidad del sonido", sentencia muy sereno Immink.

A pesar del envite de internet, "El CD sigue en las tiendas y lo puedes comprar masivamente por internet, después de 45 años" Eso sí, más que un problema de autodestrucción del soporte, Immink ve un problema en lo efímero de los estándares de formato. Se pasan de moda y la industria los abandona cada vez más rápido. "Los discos de vinilo estéreo tuvieron su apogeo de 1965 a 1985, aproximadamente. Esto es, apenas 20 años. Que las tecnologías duren poco no es muy positivo. La tecnología solía durar una vida o, al menos, una generación completa. En este sentido, el CD no lo está haciendo mal. Sigue muy vivo".

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