Dependiendo de lo distante que esté de su estrella y su composición, un planeta puede seguir su curso o evaporarse en el cementerio oscuro del universo rápidamente (rápido, en términos cosmológicos, es millones de años). El telescopio espacial Hubble acaba de captar uno de estos cuerpos que están desintegrándose. Con la peculiaridad de que está llamado a desaparecer "en breve" con sus características. Es el planeta que más rápidamente se está evaporando, 100 veces más que los actuales conocidos. Los hallazgos, publicados en Astronomy & Astrophysics, nos dan pistas sobre la evolución planetaria, el futuro y el pasado de nuestro sistema solar.
Los astrónomos descubrieron que el planeta GJ 3470b, de tamaño mediano, aproximadamente el de Neptuno, se está evaporando cien veces más rápido que un planeta previamente descubierto de tamaño similar, GJ 436b. "Está perdiendo más masa que cualquier otro planeta hasta ahora; en solo unos pocos miles de millones de años, la mitad del planeta puede desaparecer", señala David Sing , profesor distinguido de Bloomberg en la Universidad Johns Hopkins y autor del estudio.
Pistas para entender de dónde vienen los planetas
Un tema particular de interés para los astrónomos es cómo los planetas pierden su masa por evaporación. Astros como las supertierras y los júpiteres calientes orbitan más cerca de sus estrellas y, por lo tanto, son más calientes. Eso hace que la capa más externa de sus atmósferas se extinga por evaporación. Esto es interesante de cara a pensar nuestro propio sistema solar. Aquí tenemos gigantes como Júpiter y Saturno. Sabemos que están hechos de gas y sospechamos que hay un núcleo sólido. Pero desconocemos si es así o qué características tiene. Estos planetas no perderán su gas por ahora, ya que son masivos y están lejos del Sol, pero, ¿y los que estuvieron más cerca hace miles de millones de años?
Júpiter y Saturno son gigantes gaseosos. No es seguro que tengan roca, pero cuadra con lo visto en exoplanetas como éste.
Los nuevos exoplanetas descubiertos en los últimos años son más grandes que Júpiter y más pequeños que la Tierra mayoritariamente; los medianos, del tamaño de Neptuno (aproximadamente cuatro veces más grandes que la Tierra), son raros. Los investigadores plantean la hipótesis de que estos neptunos son despojados de sus atmósferas y finalmente se convierten en planetas más pequeños. Sin embargo, es difícil presenciarlos activamente ya que solo pueden estudiarse con luz ultravioleta, lo que limita la investigación a la hora de examinar las estrellas cercanas a no más de 150 años luz de distancia de la Tierra. GJ 3470b está a 96 años luz de distancia y rodea una estrella enana roja en la dirección de la constelación de Cáncer.
¿Y a la Tierra le puede pasar esto?
No. No es un planeta gaseoso. Se podría evaporar toda el agua y fulminar el aire (es decir, nitrógeno, oxígeno y argón), desde luego. Una posibilidad es que desapareciese el campo magnético terrestre. El Sol está suficientemente lejos para arrasar la Tierra. Sin embargo, eso debió de pasarle a Marte, que fue un planeta con océanos y atmósfera. Todo apunta a que se enfrió más rápidamente y su dinamo interior se apagó, dejando al planeta rojo sin su escudo magnético. La Tierra goza de uno que desvía las partículas y radiaciones electromagnéticas del Sol.
En este estudio, Hubble encontró que el exoplaneta GJ 3470b había perdido significativamente más masa y tenía una exosfera notablemente más pequeña que el primer exoplaneta del tamaño de Neptuno estudiado, GJ 436b, debido a su menor densidad y la recepción de un ráfaga de radiación más fuerte de su estrella huésped.
El equipo de Sing estima que GJ 3470b puede haber perdido hasta el 35 por ciento de su masa total y, en unos pocos miles de millones de años, todo su gas puede haber desaparecido, dejando solo un núcleo rocoso. ¿Hay otros planetas que hayan nacido así? "Estamos empezando a comprender mejor cómo se forman los planetas y qué propiedades influyen en su composición general", señala Sing. "Nuestro objetivo con este estudio y el programa global PanCET es analizar de forma general las atmósferas de estos planetas para determinar cómo cada planeta se ve afectado por su propio entorno. Al comparar diferentes planetas, podemos comenzar a reconstruir la imagen general de cómo evolucionar."
Nuevo planetoide en el sistema solar
El descubrimiento se suma al de otro planeta enano, en este caso, más cerca del Sol. Se trata del llamado 2018 VG18 Farout (por su ubicación extremadamente distante, a aproximadamente 120 veces la distancia del Sol a la Tierra). Plutón se encuentra actualmente en aproximadamente 34 UA.
"El 2018 VG18 es mucho más distante y lento que cualquier otro objeto observado del Sistema Solar, por lo que llevará algunos años determinar su órbita por completo", asegura Scott S. Sheppard (Carnegie Institution for Science) en un comunicado. "Pero se encontró en una ubicación similar en el cielo a los otros objetos extremos conocidos del Sistema Solar, lo que sugiere que podría tener el mismo tipo de órbita que la mayoría de ellos".
Este descubrimiento pretende sumar pruebas para lo que algunos investigadores consideran el Planeta X. Uno masivo que aún no se habría descubierto y que estaría modelando la órbita de planetoides como el llamado Duende, descubierto también este año.
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