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Amenaza asteroide

El segundo mayor meteorito en 30 años explotó sin que nos enterásemos

Una gran bola de fuego de un meteorito explotó en la atmósfera el 18 de diciembre con diez veces la potencia de la bomba de Hiroshima

El satélite Himawari detectó la estela dejada por la explosión del meteorito de Béring en 2018 | SimonSat

Fue el pasado 18 de diciembre de 2018. Una gran bola de fuego explotó en la atmósfera de la Tierra con diez veces la potencia de las bombas atómicas de la II Guerra Mundial. Y ni nos enteramos, porque lo hizo sobre el mar de Bering, frente a la península rusa de Kamchatka. La NASA acaba de confirmar la existencia del meteorito, el segundo más grande que nos visita en 30 años, y el mayor desde la bola de fuego sobre Chelyabinsk (Rusia), que dejó más de 200 heridos hace seis años.

Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA, señalaba esta mañana a BBC News que una bola de fuego tan grande solo se espera dos o tres veces cada 100 años. Alrededor del mediodía, hora local, el fragmento de asteroide recorrió la atmósfera a una velocidad de 32 km/s, en una trayectoria pronunciada de siete grados.

Asteroides potencialmente peligrosos E.I. / ESA

Se desconoce el tamaño exacto, pero la roca espacial explotó a 25,6 km sobre la superficie de la Tierra, con una energía de impacto de 173 kilotones. "Eso es un 40% de la energía de Chelyabinsk, aunque ocurrió sobre el mar de Bering, por lo que no tuvo el mismo tipo de efecto ni apareció en las noticias", explica Kelly Fast, gerente del programa de observaciones de objetos cercanos a la Tierra en la NASA. "Eso es algo que tenemos a nuestro favor, hay mucha agua en el planeta".

Por su parte, Peter Brown, de la Universidad de Western Ontario, Canadá, detectó el meteoro en mediciones recogidas por al menos 16 estaciones de monitoreo en todo el mundo. Él sí ha tratado de dar una estimación más precisa de las caracterísicas del meteoro: "Unos 10 metros de diámetro, una masa de 1.400 toneladas", según explica en su cuenta de Twitter .

La explosión fue detectada por estaciones infrasónicas de todo el mundo, que detectan ondas acústicas de baja frecuencia inaudibles para los humanos. Estas estaciones se establecieron inicialmente durante la guerra fría para detectar explosiones nucleares.

Los militares sí lo detectaron

Las conclusiones de este evento se presentan en la 50ª Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria en The Woodlands, cerca de Houston (EE.UU.). Los satélites militares recogieron la explosión el año pasado. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos notificó el evento a la NASA.

La bola de fuego apareció en un área no muy lejos de las rutas utilizadas por los aviones

La bola de fuego apareció en un área no muy lejos de las rutas utilizadas por los aviones comerciales que vuelan entre América del Norte y Asia. Así que los investigadores han estado verificando con las aerolíneas para ver si hubo avistamientos del evento.

El último evento en el mar de Bering muestra que los objetos más grandes pueden chocar con nosotros sin previo aviso, lo que subraya la necesidad de un mejor seguimiento.

Una red más robusta dependería no solo de los telescopios terrestres, sino también de los observatorios espaciales. Un prototipo de misión en desarrollo prevé un telescopio llamado NeoCam, lanzado a un punto de equilibrio gravitacional en el espacio, donde descubriría y caracterizaría asteroides potencialmente peligrosos de más de 140 m.

El último gran meteorito español

La madrugada del 24 de diciembre de 1858 el cielo estaba despejado y la luna brillaba. El pueblo de Molina de Segura dormía tras una intensa Nochebuena cuando una bola de fuego rompió la quietud, rugió en lo alto y un temblor que parecía un terremoto agitó las camas. El objeto ardiente cruzó la torre de la catedral y fue a parar a un bancal. Meses después, durante la siega, encontraron el meteorito de casi 120 kilos. Los lugareños nunca habían visto algo así. Es el más grande que ha caído en España.

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