Cada colilla de cigarro puede contaminar 10 litros de agua y tardar 10 años en degradarse. De los tres componentes básicos de un pitillo –tabaco, papel y filtro–, este último es el más contaminante, debido a su alta concentración de acetato de celulosa. Esto es lo que refleja una de las siete imágenes seleccionadas en la 16ª edición de FOTCIENCIA, una iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) que cuenta con la colaboración de la Fundación Jesús Serra. La fotografía, titulada ¡Prohibido fumar!, muestra el corte transversal de un filtro de cigarro visto a través del microscopio.
Como en ediciones anteriores, un jurado integrado por profesionales de la fotografía, la microscopía, la divulgación científica y la comunicación ha escogido las imágenes más impactantes y que mejor describen algún hecho científico. El embrión de un ratón modificado genéticamente, un fenómeno óptico que proyecta luces sobre hojas de hiedra o la curiosa forma de los acúleos (una especie de pinchos) de la ‘hierba pegajosa’ son otros de los temas retratados.
¡Prohibido fumar!
Autora: María Carbajo Sánchez
Esta imagen representa un corte transversal del filtro de un cigarro, la parte más contaminante del tabaco. Su principal componente, el acetato de celulosa, acumula las toxinas que se desprenden al fumar. Grupos de investigación de todo el mundo estudian cómo reciclar las colillas para su reutilización, pues el filtro puede emplearse en la producción de plásticos de uso industrial, e incluso usarse como fuente de almacenamiento de energía.
Entrelazados
Autora: Isabel María Sánchez Almazo. Coautoras: Dolores Molina Fernández y Concepción Hernández Castillo
Estas curiosas formas pueden observarse a través del microscopio al examinar las hojas de Galium aparine, la “hierba pegajosa”. Lo que aparenta ser una especie de pinchos rosáceos son en realidad los acúleos de esta especie, responsables de que la planta se adhiera a la ropa o a la piel como si fuera velcro. En la imagen, estos acúleos aparecen entrelazados uniendo dos hojas. Galium aparine también ha sido conocida como cuajaleches, por utilizarse para cuajar este alimento en la elaboración del queso.
El abrazo
Autora: Cristina Sánchez-Camacho
¿Qué sucede al modificar genéticamente un ratón? En la actualidad, a través de las técnicas de biología molecular, es posible introducir genes ‘foráneos’ o exógenos (ya sean de otra especie o de la misma) en el genoma de embriones de mamífero para crear animales transgénicos. En la imagen, que representa un embrión de ratón de 14 días de desarrollo, puede verse la expresión de un transgén (el gen transferido) en diversas estructuras, como las patas, el cerebro o el hocico.
Trampa de luz
Autor: Cristiano Matricardi
Una hoja de hiedra, celulosa biodegradable y varias técnicas de nanotecnología son las piezas clave para crear este juego luminoso. En los laboratorios de óptica se fabrican cristales fotónicos, estructuras nanométricas y ordenadas que pueden interactuar con la luz visible, reflejando o “atrapando” zonas específicas del espectro luminoso. Por eso vemos los tonos reflejados en las hojas y los colores transmitidos que llegan al objetivo espejándose en el agua. Al mismo tiempo, parte de la luz se queda atrapada y puede usarse para activar fenómenos electrónicos, térmicos o biológicos.
Las redes sociales del bosque
Autor: Pablo Ibort Pereda
El 90% de las plantas terrestres establecen a través de sus raíces una relación simbiótica con hongos beneficiosos que se encuentran en el suelo. Estas asociaciones se denominan micorrizas. Las plantas aportan carbono fijado a través de la fotosíntesis a los hongos, mientras que estos aportan agua y nutrientes minerales a la planta. La fotografía refleja una red de hifas y esporas de hongos que forman micorrizas arbusculares. Dicha red permite a la planta comunicarse e intercambiar señales y nutrientes para ayudar a individuos enfermos, alertar a otras plantas de peligros cercanos y así superar amenazas de forma colaborativa.
Manzana programable
Autor: Jesús Miguel Rodríguez Castaño
El diseño de ingredientes activos y la manipulación genética nos permiten influir en el proceso de producción, transformación y distribución de los alimentos. En las últimas décadas, el desarrollo de la agricultura, la biotecnología y la tecnología en la industria alimentaria han llevado a la creación de alimentos funcionales. Esta imagen simboliza todo ese despliegue tecnológico, al representar cómo podemos modificar a nuestro antojo algunas de las características de los alimentos.
Efecto Schlieren
Autora: Carla Blanco
Lo que aparece en esta imagen es invisible. Es decir, podemos verlo gracias al denominado efecto Schlieren. De manera sencilla, con un espejo cóncavo, un haz de luz, una cuchilla de afeitar y una cámara, conseguimos ver las variaciones en la densidad de un fluido, en este caso el aire, provocadas por las ondas de sonido o los cambios de la temperatura. En la fotografía se aprecia el movimiento del aire, no el humo, que genera el aumento de la temperatura provocado por el calor que desprende una cerilla. Este fenómeno de la ciencia, no muy conocido, nos permite atisbar un mundo que nuestros ojos no alcanzan a apreciar.
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