El de M87 es el primer agujero negro del que tenemos una foto real, después de 40 años de imágenes generadas por ordenador o salidas de la mente de artistas. Los resultados han sido presentados esta tarde a través de siete ruedas de prensa simultáneas desde distintos puntos del mundo.
Casi un siglo después de que un Eclipse encumbrase a la fama a Einstein, sus ecuaciones brillan en forma de sumidero cósmico. El primer agujero negro ha sido cazado por el llamado Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT), un equipo internacional que ha orquestado el trabajo de ocho radiotelescopios terrestres, incluido el IRAM 30m de Sierra Nevada, en España. Un agujero negro es un objeto con tanta masa que atrae irremediablemente a todo cuanto se le acerca, incluida la luz, que queda engullida en su interior.
En España, el resultado de esta investigación se ha presentado en el CSIC desde Madrid. "Ya no hay más simulaciones. Estamos viendo, por la primera vez, un agujero negro real", ha dicho en la rueda de prensa internacional desde Bruselas el ingeniero español Carlos Moedas, comisario europeo de I+D+i, quien ha subrayado que la "ciencia da una lección a los políticos", en relación a la colaboración internacional.
El equipo ha perseguido dos objetos particularmente interesantes: el corazón de nuestra galaxia, donde habita el agujero negro supermasivo Sagitario A*, y el de la galaxia Virgo A (M87). El primero, pone a bailar a todos los objetos de la Vía Láctea y su existencia fue confirmada en 2002 por Reinhard Genzel. El segundo es una de las fuentes más potentes de radio del universo.
Un agujero negro está revestido normalmente de gas. La enorme gravedad generada en sus inmediaciones provoca que gire en espiral. Se forma lo que se conoce como disco de acreción. La velocidad a la que gira el material que no termina de entrar en la garganta del agujero hace que se encienda en forma de radiación electromagnética. La luz visible es parte de ella.
Una proeza para dar la razón a Einstein
El EHT estuvo realizando fotos durante 10 días en abril de 2017. Al equipo astronómico les ha llevado dos años cotejar los resultados. Los datos eran tan voluminosos, que era impensable transmitirlos por red. Tuvieron que ser almacenados en discos duros y trasladados en avión al Observatorio Haystack del MIT (EE.UU.) y al Instituto Max Planck de Bonn (Alemania). Hubo que esperar a diciembre de 2017 para recoger los discos del telescopio antártico, ya que hasta entonces era invierno y durante esos meses nada puede acceder a él por las condiciones meteorológicas.
"Muchas de las características de la imagen observada coinciden con nuestra comprensión teórica sorprendentemente bien", han admitido los científicos en la presentación mundial de este hito.
La imagen muestra un anillo brillante formado cuando la luz se curva en la gravedad intensa alrededor de un agujero negro que es 6.500 millones de veces más masivo que el Sol, de acuerdo con los cálculos realizados a partir de la observación.
Esta imagen largamente buscada proporciona la evidencia más sólida hasta la fecha de la existencia de agujeros negros supermasivos y abre una nueva ventana al estudio de los agujeros negros, sus horizontes de eventos y la gravedad, según destaca en un comunicado el proyecto EHT.
"Hemos tomado la primera fotografía de un agujero negro", proclamó el director de proyectos de EHT, Sheperd S. Doeleman, del Center for Astrophysics Harvard Smithsonian. Los agujeros negros son objetos cósmicos extraordinarios con masas enormes pero tamaños extremadamente compactos. La presencia de estos objetos afecta su entorno de manera extrema, deformando el espacio-tiempo y sobrecalentando cualquier material circundante.
"Si estamos inmersos en una región brillante, como un disco de gas brillante, esperamos que un agujero negro cree una región oscura similar a una sombra, algo predicho por la relatividad general de Einstein que nunca hemos visto antes", explicó el presidente del Consejo Científico del EHT, Heino Falcke, de la Universidad de Radboud, Países Bajos. "Esta sombra, causada por la inclinación gravitacional y la captura de luz por el horizonte de sucesos, revela mucho sobre la naturaleza de estos objetos fascinantes y nos permitió medir la enorme masa del agujero negro de M87".
El clipse que encumbró a Einstein
En este pódcast nos vamos 100 años atrás. En mayo de 1919. La Relatividad Genreal es una teoría bella sobre el papel. Pero a Einstein le falta poder demostrar empíricamente algo que casi nadie entiende. Ese día, un eclipse solar permitió al físico alemán demostrar que la masa del Sol desviaba la luz de algunas estrellas lejanas. Nace el icono pop y una nueva física.
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