Pequeño, matón y mexicano. Un paleontólogo estadounidense ha descubierto un nuevo pariente del temible Tyrannosaurus rex, que compartía algunas características con su enorme y feroz allegado. Bautizado Suskityrannus hazelae, difería en tamaño, con menos de un metro de altura, según ha publicado este lunes Nature Ecology & Evolution.
Sterling Nesbitt, profesor adjunto del departamento de Geociencia del Virginia Tech College of Science, en Estados Unidos, encontró el fósil con solo 16 años durante una excavación en Nuevo México en 1998 liderada por Doug Wolfe, que es coautor del artículo difundido 'on line' por la revista británica. Los orígenes del tiranosaurio son poco conocidos debido a la falta de información por una brecha de muestreo asociada con los altos niveles del mar que hubo durante el periodo Cretácico superior (hace entre 60 y 80 millones de años) en lo que hoy es América del Norte.
Eesta nueva especie de Suskityrannus hazelae (suski es una palabra local de lengua zuni para decir coyote) "llena un vacío en el registro fósil de dinosaurios tiranosauroides porque hay pocas especies entre el Cretácico temprano y el tardío, incluyendo al Tyrannosaurus rex”, cuenta a Sinc el también autor principal del estudio Sterling Nesbitt.
También pertenece a una fauna de dinosaurios icónicos del Cretácico como Triceratops o los dinosaurios de pico de pato Edmotosaurus.
Una mordida mortal, ¿bracitos pequeños?
Si algo ha caracterizado a los tiranosaurios es lo cómico que resulta el choque entre su ferocidad y el tamaño minúsculo de sus extremidades superiores. "No se encontraron fósiles de brazos de ninguno de los especímenes, pero se encontraron garras parciales de las manos; son bastante pequeñas".
Con un cráneo similar al de un coyote, no superaban los 40 kg
Los fósiles descritos por el equipo representan los especímenes más completos encontrados de un tiranosauroide cretácico medio. Según los expertos, este dinosaurio tenía un cráneo de unos 25 a 32 centímetros de largo total, un tamaño de cabeza similar al de un coyote (de ahí la referencia). La especie tenía características similares a sus primos del Cretácico superior como una fuerte mordida. Eso sí, frente a las cuatro toneladas que podía pesar un tiranosaurio, éste no superaba los 40 kg de peso.
Aunque los restos analizados datan de hace 92 millones de años, los autores señalan que se trata de los esqueletos de dos especímenes juveniles y estiman que, aun así, los adultos de S. hazelae habrían sido considerablemente más pequeños que sus primos del Cretácico superior como el tiranosaurio rex.
Suskityrannus tenía las patas especialmente adaptadas para correr y una mordida robusta. Sin duda, una combinación de características que no estaban presentes en los tiranosauroides tempranos, pero sí en las especies más tardías. “Es probable que estas características se encuentren en otros tiranosauroides del Cretácico medio, pero es la primera vez que los encontramos en una especie”, aclara el investigador.
El análisis sitúa a esta nueva especie como un tiranosauroide intermedio, entre las especies pequeñas más antiguas y los gigantes del Cretácico superior.
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