Los detectores que operan en el marco del proyecto SMART de la Universidad de Huelva desde los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla han grabado el paso de una bola de fuego sobre el centro de la Península Ibérica a 80.000 kilómetros por hora.
Según ha informado el investigador principal del proyecto SMART, el profesor de la Universidad de Huelva y del Instituto de Astrofísica de Andalucía, José María Madiedo, esta bola de fuego fue grabada a las 4:31 horas del pasado miércoles.
Se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca procedente de un asteroide; se inició a una altitud de unos 99 kilómetros, frente a la costa de Almería. Desde allí la bola de fuego avanzó en dirección sureste.
Finalmente se extinguió a una altitud de 31 kilómetros sobre el nivel del mar, sobre un punto situado a unos 70 kilómetros de la costa de Almería y a unos 90 kilómetros de la costa de Argelia, tras recorrer una trayectoria de 81 kilómetros en la atmósfera.
Los detectores que han captado la bola de fuego operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN) tienen como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. EFE
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Banco Santander cambia de estrategia en los depósitos: del no se van a remunerar a queremos competir en el mercado
- 2 Las 10 mejores pastas de dientes blanqueadoras del 2024
- 3 Sánchez en la Generalitat o en Las Vegas
- 4 Cinco mujeres y dos hombres: las propuestas de los vocales del nuevo CGPJ para presidirlo
- 5 Biografías y novelas históricas para leer este verano
- 6 RTVE investigará el gasto excesivo en hoteles, viajes y dietas
- 7 Por qué es festivo en Madrid este 25 de julio y qué hacer
- 8 El nuevo CGPJ se reúne por primera vez en busca de un presidente y con los ataques al juez Peinado en el horizonte
- 9 Mohamed VI: Radiografía de 25 años de reinado en Marruecos