Así se formaron las Islas Canarias

Hace aproximadamente 30 millones de años un grupo de siete islas y numerosos islotes se levantaron sobre el mar. Con un clima primaveral durante todo el año y unos paisajes de infarto, el archipiélago cautivó desde entonces a aquellos que llegaron a sus costas.

Existen diferentes teorías sobre la creación de las llamadas Islas Afortunadas, la más firme es la Teoría del punto caliente.

Esta teoría mantiene que en ese periodo conocido como Mioceno la placa africana se fisuró, haciendo que el magma encontrara una vía para escapar del interior de la tierra e hiciera surgir así un grupo de volcanes en el fondo del océano.

En los siguientes 28 millones de años la expulsión de lava fue prácticamente continua haciendo emerger a las islas a la superficie. La más antigua es Lanzarote a la que siguieron Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Siendo La Palma y El Hierro las más jóvenes, con apenas 1,8 y 1,2 millones de años de edad respectivamente.

El relieve de estas islas es fruto casi exclusivo de los volcanes que en sucesivas erupciones han ido aportando materiales nuevos. Las lavas basálticas llamadas pāhoehoe –término hawaino- que son las más conocidas, formaron las laderas suaves. Eran muy fluidas y se solidificaban lentamente por lo que cubrían grandes extensiones antes de endurecerse.

El punto caliente se encuentra aún bajo ellas y por eso tienen volcanes activos que las hacen crecer en extensión y superficie como ha sido el caso de  la erupción del volcán de Cabeza de Vaca, en La Palma. Desde que los castellanos habitaron la isla en 1493 se han llegado a registrar siete volcanes más cuya lava se llevó casas, cultivos y puertos. Pero entonces, su impacto fue menor debido a que la isla estaba menos poblada y no existían potenciadores económicos como el turismo o los invernaderos de plátanos.

La actividad volcánica también condicionó la flora de las islas. El continuo aporte de nuevos materiales retrasó la labor de la erosión y con ello la creación de un suelo donde los árboles y los arbustos pudieran establecerse. Los líquenes, una asociación íntima entre un alga y un hongo fueron los primeros en implantarse sobre la lava por su inigualable resistencia.

Aparición de nuevas islas

Los vulcanólogos aseguran la aparición de nuevas islas, siempre hacia el oeste, dentro de  millones de años. Al igual que opinan que las islas más viejas, Fuerteventura y Lanzarote, acabarán desapareciendo bajo el mar debido a la erosión.

En el mapa se muestra la posibilidad de un nuevo nacimiento de islas correspondientes al archipiélago canario. En 2017 un buque de investigación localizó una zona a 400 kilómetros al oeste de El Hierro con nuevos volcanes submarinos  -a 5.000 kilómetros de profundidad- que han tenido actividad reciente o que podrían tenerla incluso en la actualidad.

Al sur de esta zona hay también otros volcanes sumergidos ya extintos apodados por algunos científicos como “Las Abuelas” de las Canarias. Estos emergieron del mar hace unos 120 millones de años por la acción de otro punto caliente y hace 70 millones se volvieron a hundir. Más o menos coincidiría con la extinción de los dinosaurios

Muchas de estas islas sumergidas fueron descubiertas hace apenas unos años por el equipo del geólogo Luis Somoza, quien explica que la forma de alguna de ellas es casi idéntica a las Canarias actuales, como si fueran “unas pre-Canarias”. Su equipo las bautizó como Drago, Bimbache, Ico, Pelicar, Malpaso, Tortuga y Las Abuelas.

Otras Teorías sobre la creación de las Islas Canarias

La Tectónica de Placas

Esta Teoría plantea que la Tierra está dividida en un conjunto de Placas litosféricas que al desplazarse producían un periodo de compresión, distensión o deslizamientos que daban lugar a la formación de las islas.

“Las Placas crecen y se extienden a lo largo de las cordilleras centro-oceánicas. Al estar en movimiento, dos placas pueden chocar entre sí y dar lugar a un fenómeno de subducción. Este fenómeno consiste en que una placa se ve forzada a meterse bajo otra, a lo largo de las fosas y cadenas costeras próximas. Si las placas se deslizan, unas con respecto a otras, se forman grandes sistemas de fallas siguiendo una dirección. La falla de San Andrés en California es parte de tal sistema”.

Fractura propagante

Esta teoría asocia los ciclos eruptivos del archipiélago a las principales fases de la formación montañosa del Atlas -lo que conocemos como la cordillera montañosa al noroeste de África-. Esta formación montañosa ocasionaría una serie de fracturas que derivarían en erupciones y su posterior creación de las islas.

Teoría de la corteza de transición o bloques levantados

Esta Teoría es la que cuenta con mayor credibilidad por parte de los científicos. Relaciona el origen del archipiélago con el proceso de compresión que dio lugar a la formación del Atlas - provocada al chocar la placa africana con la euroasiática- con un movimiento de compresión durante la orogenia Alpina.

Esto llevó a la formación de cordilleras por plegamiento de materiales (Atlas de Marruecos) dando lugar al levantamiento de bloques que conformaron la base de cada una de las Islas. Al cesar el movimiento de las placas litosféricas se originó el ascenso del magma a través de las fracturas formadas entres los bloques dando lugar a una primera fase de vulcanismo submarino y a una segunda de vulcanismo subáereo –en superficie- hace aproximadamente 20 millones de años.

Teoría de empujes ascensionales

Similar a la de los bloques levantados. Plantea que la creación del archipiélago canario se debe al empuje ascensional del magma como consecuencia de la detención de la placa africana.

Es decir, cuando finaliza el movimiento entre las placas, se reactivan los focos magmáticos más profundos a causa de la expansión del fondo oceánico y comienza el ascenso de los materiales volcánicos, primero produciendo un abombamiento en la corteza oceánica y posteriormente una ruptura donde asciende el magma y aflora a la superficie.