Hace un año concluía la expedición científica MOSAiC, la más ambiciosa de lo que va de siglo y la misión más importante de la historia en el Ártico. Una misión que duró 389 días y en la que se ha logrado un hito: la permanencia de un rompehielos, el Polarstern, atrapado un año entero en la banquisa de hielo del océano Ártico.
Una misión científica determinante para investigar los efectos del cambio climático en el Ártico. El lugar del planeta que más rápidamente incrementa sus temperaturas y en el que cada año que pasa se reduce más el hielo que cubre el océano. La misión que involucró a 442 investigadores de 37 países diferentes y que fue coordinada por el Instituto Alfred Wegener de Alemania llega al canal Odisea en dos capítulos que componen Expedición al Ártico: Un año en el hielo.
El documental recoge la expedición vista desde dentro demostrando la dureza de la investigación en el entorno del Polo Norte. Una dureza a la que se sumó la situación pandémica “y que apunto estuvo de paralizar la misión”, afirma Manuel Dall’Osto (En la imagen).
Dall’Osto pertenece al Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) y ha participado en la misión. Allí llegó tras hacer una cuarentena de 14 días en agosto de 2020. La misión, que se inició en septiembre de 2019, contaba con “cinco etapas en las que se iban turnando los científicos y se llevaba material y diésel para el barco atrapado”, explica el investigador. Además del Polarstern participaron seis barcos más, aviones y helicópteros.
El Polarstern es un barco alemán, “pero Alemania sola, sin la participación de países no hubiese podido llevar a cabo un proyecto de esta magnitud”, explica Dall’Osto. “Este proyecto es importante porque nuestro planeta se está calentando y de todas las regiones, el Ártico, es la parte que más está calentándose y al calentarse más el clima cambia muchísimo y no afecta solo al Ártico sino que afecta a toda Europa, Norteamérica y Asia”.
“La misión se empezó a plantear en el año 2.000, y empezó a materializarse en 2010. Los últimos años se han destinado a la planificación de la misión, la búsqueda de financiación y cooperación, porque hemos necesitado barcos rompehielos de Corea, China y Rusia”, explica el científico.
Su investigación dentro de MOSAiC ha consistido en el estudio de la formación de nubes en el Ártico y analizar las interacciones entre océano y atmósfera en el círculo polar. “Hasta la fecha teníamos datos tomados en verano por investigaciones, pero nunca se había podido estudiar un año entero en el lugar, por eso era importante que el barco permaneciera atrapado”, asegura.
Todos los datos recopilados por la investigación son abiertos y a comienzos de 2022 se darán a conocer los primeros resultados. “De momento hemos descubierto algo muy peculiar que en la parte más al norte del Ártico el hielo tiene muy poca sal y hay una capa fina de agua dulce”, cuenta el científico.
La difusión de la misión en los medios de comunicación como la serie de Odisea es una parte fundamental de la misma. “La ciencia necesita ser divulgada para que se vea la importancia de los trabajos que se hacen. Entre otras cosas porque tendremos que volver a repetir una misión parecida. La ciencia necesita que se repitan los experimentos. No sé si será en una misión parecida, porque esta misión ha sido única”.