Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) han participado en un estudio internacional que ha identificado una forma sobre cómo las células tumorales pueden desactivar el sistema inmunitario, permitiendo que el tumor crezca sin control.
La investigación, publicada en la revista Science, muestra que las células tumorales con una mutación particular liberan una sustancia química que debilita las células inmunitarias cercanas, haciéndolas menos capaces de combatir células cancerígenas.
Los investigadores han recordado que, cuando el cáncer aparece en el organismo, el proceso comienza con el crecimiento de las células tumorales que aumentan de tamaño, se dividen rápidamente y comienzan a extenderse sorteando el sistema inmunitario.
Esta investigación, liderada por la Harvard Medical School y hecha con ratones, ha identificado que las células tumorales con una mutación particular liberan una sustancia química, un metabolito, que debilita a las células inmunitarias cercanas, haciéndolas menos capaces de combatir las células cancerígenas.
El trabajo también señala el papel esencial que juega el área en torno al tumor en el crecimiento del cáncer, llamada microambiente tumoral.
Los autores del estudio proponen profundizar con futuras investigaciones para desarrollar terapias mejores y más dirigidas para tratar cánceres cuyo crecimiento es impulsado por este mecanismo.
La investigación se centra en intentar comprender cómo los metabolitos actúan entre las células tumorales y las inmunitarias y por eso escogieron analizar tumores con una mutación en un gen llamado isocitrato deshidrogenasa (IDH).
Las mutaciones IDH se producen aproximadamente en el 3,5% de los cánceres, incluidos los cánceres sólidos, como los gliomas y los cánceres de sangre, como la leucemia mieloide aguda.
Aproximadamente el 80% de los gliomas de bajo grado y de los glioblastomas secundarios tienen una mutación IDH, y las células tumorales que albergan esta mutación segregan a D-2-hidroxiglutarato (D-2HG), un metabolito que normalmente no se encuentra a niveles elevados en el cuerpo humano.
Estudios anteriores ya habían demostrado que el D2HG ayuda a crecer a las células tumorales, alterando sus vías genéticas para transformarlas permanentemente en un estado más agresivo y de rápida división.
Sin embargo, hay todavía pocos estudios que se centren en cómo el D-2HG afecta a otras células del microambiente tumoral, incluidas las células T CD8+, células inmunitarias que liberan unas proteínas llamadas granzimas y otras sustancias químicas inmunitarias llamadas citoquinas para destruir las células cancerosas.
En este estudio han llevado a cabo una primera serie de experimentos en ratones para dilucidar cómo interacciona el D-2HG con las células T CD8+ en el microambiente del tumor, y en otros experimentos, los científicos controlaron las células T D-2HG y CD8+ en tumores de glioma humano con mutaciones IDH.
Los resultados muestran que las regiones tumorales con mayores niveles de D-2HG tenían niveles más bajos de infiltración de células T, mientras que las regiones tumorales con más células T tenían niveles de D-2HG más bajos, es decir, los hallazgos muestran que este metabolito secretado por el tumor secuestra el mecanismo de defensa normal del cuerpo y hace que no funcione correctamente.
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