Nadie diría, viendo su tamaño, que algunas mariposas son capaces de atravesar miles de kilómetros por mar y tierra con sus vuelos. La migración de estos invertebrados es tan impresionante como poco conocida. Sabemos que viajan, pero no si siguen unas rutas específicas o si las cambian cada año, no sabemos en qué momento deciden emprender la migración ni lo más importante: ¿Cuántas son, miles, cientos de miles, millones?

La organización Asociación Fotografía y Biodiversidad en colaboración con la Plataforma Observation International va a estar hasta diciembre de este año buscando mariposas para “cazarlas” y sacarles esa información. ¿Cómo? Simplemente fotografiándolas y geolocalizándolas. Con los datos del dónde y el cuándo son vistos estos especímenes los científicos pueden crear patrones de comportamiento. 

“Esta campaña dura hasta diciembre, pero si es exitosa habrá otra de todas las mariposas que vuelven generación tras generación del sur al norte. Esta primera campaña es del norte al sur. Como el viaje de ida pues faltaría el viaje de vuelta”, explica Antonio Ordóñez, ecólogo de la asociación. “Las mariposas se pueden ver en cualquier sitio, pero hay lugares donde se avituallan de polen”, añade.

Este ecólogo explica que es en los lugares de costa donde se pueden ver más ejemplares.  En la costa sur de la península para dar el salto hacia África y en el norte de España, porque allí llegan a descansar, además se las puede ver en los collados de las montañas, porque son los lugares propicios para sortearlas.

Vanessa cardui. | Cedida Fotografía y Biodiversidad.

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Vanessa cardui: El viaje de la mariposa de los cardos empieza en el centro de África de donde parte en primavera para evitar el caluroso verano. Un viaje que llega hasta el norte de Europa donde en verano tienen alimento, algo que se acaba con la llegada del frío, por lo que acometen su regreso. Las migraciones hacia el norte en primavera son más fácilmente visibles, no así las otoñales de camino al sur que son más difusas.

Vanessa atalanta: Conocida como "mariposa pavo real rojo" puede llegar a hacer hasta 3,000 kilómetros durante sus migraciones. Es de las más fáciles de diferenciar por sus colores rojo, naranja y blanco sobre un fondo negro nos ayudan a distinguirla. En otoño hay importantes migraciones hacia el sur y es de las fáciles de ver.

Colias crocea: Esta vistosa mariposa amarilla realiza migraciones de sur a norte en primavera y de norte a sur en otoño. Aunque las migraciones pueden ser modestas en términos de número de individuos, existen datos históricos impresionantes sobre los movimientos de estas mariposas.

Danaus chrysippus. | Cedida Fotografía y Biodiversidad.

Danaus chrysippus: La mariposa tigre es la mariposa del Mediterráneo por excelencia, se cree que tuvo su origen en Egipto. Desde esta región se extendió hasta el litoral de la península ibérica. Una vez que llegan estas mariposas se reproducen y las nuevas generaciones se dispersan a lo largo de todo el litoral e incluso pueden remontar los ríos hacia el interior de la península.

Danaus plexippus: La mariposa monarca, como se la conoce, tiene algunas colonias permanentes en la costa de Andalucía. Ocasionalmente, se observan ejemplares en otros lugares, posiblemente debido a movimientos dispersivos desde estas colonias. Es fundamental registrar la dirección de su vuelo. En la actualidad, tanto la monarca como la mariposa tigre se desplazarían hacia el norte a lo largo de la costa o hacia el interior siguiendo los grandes ríos. Por otro lado, las dos especies Vanessa y la Colias crocea volarían hacia el sur.

“En estos lugares es donde hay mayores concentraciones para poder encontrarlas, pero como no se conocen exactamente las rutas o se están investigando, pues la idea es poder saber en qué dirección vuelan y dónde están, para saber por dónde pasan. A diferencia de las aves, no se tiene tanta información de las mariposas. 

El calentamiento global afecta también al comportamiento de estos invertebrados. "Las migraciones de las mariposas dependen principalmente de dos factores, las plantas que les sirven de alimento y la temperatura ambiental, y ambas cosas se están viendo afectadas por el cambio climático", afirma el presidente de la Asociación Fotografía y Biodiversidad, José Manuel Sesma. "Con el aumento de temperatura las plantas florecen antes y se secan antes, así las mariposas cada vez encuentran sus lugares adecuados más al norte y las migraciones son más cortas, un comportamiento parecido al observado en las cigüeñas".

Esta iniciativa de ciencia ciudadana está abierta a todo el mundo, basta con darse de alta en observation.org y subiendo observaciones tanto por la app como por el ordenador. “Es imposible que un estudio de investigación abarque la enorme dispersión de tantísimas mariposas, que son millones, a lo largo de una extensión que es toda Europa. Entonces en estos casos es muy importante que muchos ciudadanos puedan colaborar. Es como las estaciones meteorológicas que tienen miles de aficionados a la meteorología, pues esa unión hace la fuerza y eso ayuda muchísimo a la recopilación de datos”, explica.