Con el avance de la digitalización, y tras cerca de 30 años de saturación de tarjetas SIM en nuestros dispositivos, estas podrían llegar a su fin. Las grandes operadoras Movistar, Vodafone y otras están tirando de la tecnología eSIM, más segura, más eficiente y más flexible, lo que podría cambiar la manera en la que nos conectamos a las redes móviles o gestionamos nuestros dispositivos.

La evolución de la tarjeta SIM: pasado y presente

¿Qué es una tarjeta SIM y cómo funciona?

Desde su aparición el 30 de julio de 1991, las tarjetas SIM (Subscriber Identity Module) han llegado a ser un objeto fundamental para la conectividad móvil. Este pequeño elemento guarda los datos más relevantes como el número de teléfono, las claves de seguridad y la parte del sistema operativo que nos permite conectarnos a las redes GSM. Su almacenamiento interno para datos, aunque limitado (desde 32 KB hasta 512 Kb), ha sido suficiente durante varias décadas para que dicha tarjeta garantizara su funcionamiento.

Por otro lado, las tarjetas SIM físicas también tienen sus limitaciones. Su tamaño, aunque pequeño, requiere un lugar determinado en los dispositivos, y puede resultar un inconveniente para los usuarios que cambian a menudo de teléfono o que viajan de una manera frecuente.

Las limitaciones que impulsan el cambio

Pese a la utilidad de las tarjetas SIM tradicionales, no son capaces de dar respuesta a los requerimientos actuales de flexibilidad y seguridad. Cambiar de operador o asociar varios números a un solo dispositivo significa tener que llevar a cabo acciones manuales poco prácticas. Por otro lado, su vulnerabilidad física y su exposición a daños y robos entrañan un riesgo de seguridad.

La tecnología eSIM: el futuro de la conectividad

¿Qué es la eSIM y cómo funciona?

Una eSIM (Embedded SIM) es una tarjeta que no tiene un soporte físico y, de esta manera, está directamente integrada en el hardware del dispositivo. En consecuencia, no existe un componente físico que se pueda intercambiar, lo que evita problemas como el desgaste o la pérdida de una tarjeta SIM de plástico. Incluyendo una eSIM, los usuarios pueden realizar la configuración y el cambio de operador de forma remota, sin la necesidad de visitar una tienda ni de tener que esperar por el envío de una nueva tarjeta SIM.

Además, gracias a esta tecnología, se puede asignar el mismo número a varios dispositivos, como teléfonos inteligentes, relojes inteligentes o tabletas. Ofrece también la posibilidad de gestionar varias líneas, incluso líneas de distintos operadores internacionales, que es muy apropiado para viajeros frecuentes.

Ventajas para consumidores y operadores

La eSIM no solamente beneficia a los usuarios finales, sino que beneficia explícitamente a las operadoras. La simplificación de procesos como el aprovisionamiento y la gestión de redes, optimiza las máquinas para que su coste sea menor, además de hacerlas más eficientes. Para los consumidores finales, el uso de la eSIM significa que la comodidad, el acceso rápido a los servicios y la privacidad (o la calidad de la información, debido a las avanzadas técnicas de autenticación) son ahora realidades.

Disponibilidad y costos de la eSIM en España

Opciones ofrecidas por Movistar, Vodafone y Orange

En el territorio español, el panorama actual ya lo ofrecen las principales operadoras, las cuales ya ofrecen soluciones con soporte eSIM. Movistar permite realizar gratuitamente la conversión de una SIM física en una eSIM soportando su uso en dispositivos compatibles. Su servicio MultiSIM permite utilizar la misma línea en diferentes dispositivos eso sí, de pago.

La empresa Orange, aunque también apuesta por esta tecnología, tiene un coste de 15 euros por activar la eSIM. Por su parte, Vodafone lo ofrece a 5 euros, facilitando el cambio desde una SIM tradicional.

Un futuro prometedor para la eSIM

El precio de las eSIM, en la gran mayor parte de casos, es asequible, además de que su adopción masiva podría abaratar los precios. Cuando más fabricantes incorporan la compatibilidad con eSIM en sus dispositivos, el grado de adopción llevará a que esta tecnología se convierta en el modo habitual de conectividad móvil.

La migración a la eSIM constituye un avance en la forma de conectarnos al entorno digital. Con un mayor nivel de seguridad, flexibilidad y eficiencia, este nuevo sistema se dispone a arrebatarle a la tarjeta SIM convencional el protagonismo que ostenta. Estamos, por tanto, ante el umbral de una nueva era de la telefonía móvil.