Han tenido que pasar 110 años para confirmar una teoría de Albert Einstein. Es el tiempo que ha trascurrido desde la formulación de su teoría de la relatividad general, hasta que un grupo de astrónomos ha hallado un espectacular anillo de Einstein que, de nuevo, pone de manifiesto la capacidad de la gravedad para curvar la luz.

El descubrimiento, realizado con el telescopio espacial Euclid de la Agencia Espacial Europea (ESA), es un triunfo de la ciencia, pero también una inusitada oportunidad para estudiar la materia oscura y la estructura del universo.

Einstein y la predicción de los anillos gravitacionales

La teoría que lo cambió todo

En el año 1915, Albert Einstein cambió para siempre nuestra manera de entender el universo con su teoría de la relatividad general. Einstein afirmó que la gravedad que todos hemos aprendido no es sino una fuerza, sino más bien la curvatura del espacio-tiempo provocada por la ubicación de la masa. Gracias a ello, la luz que viaja junto a objetos extremadamente pesados puede llegar a ser desviada, condicionando sorprendentes efectos visuales.

El fenómeno de las lentes gravitacionales

Uno de los efectos más espectaculares de la relatividad general es el de las lentes gravitacionales, que mediante el cual, la luz de una galaxia lejana se curva al rodear a otra más cercana, creando imágenes magnificadas y distorsionadas. De hecho, cuando la alineación es perfecta se forma lo que se conoce como el anillo de Einstein, que es un círculo luminoso casi completo.

Un descubrimiento sin precedentes gracias a Euclid

La galaxia NGC 6505 y su papel clave

El telescopio espacial Euclid fue concebido para estudiar el universo oscuro, y obtuvo imágenes muy nítidas de la galaxia NGC 6505, que se encuentra a 590 millones de años luz de distancia de nuestro planeta. En la entrada, la galaxia descrita es la verdadera estrella de este descubrimiento, con la imagen de este anillo de luz que rodea a NGC 6505, que es, en efecto, luz de una galaxia aún más lejana, a 4.400 millones de años luz.

La rareza del anillo de Einstein

Estos anillos circulares únicos son algo muy inusual. La ESA estima que Euclid va a poder detectar menos de 20 anillos de Einstein en toda su misión. Este primer anillo descubierto es tan singular que lo podrían llamar el "Anillo de Altieri", en honor a Bruno Altieri, el astrónomo que lo descubrió en la primera imagen tomada por el telescopio.

Einstein y la exploración de la materia oscura

Una herramienta para medir la materia invisible

El descubrimiento de este anillo de Einstein no solo valida una vez más la teoría de la relatividad, sino que, además, concede una herramienta muy útil para el estudio de la materia oscura. Los astrónomos han calculado que más o menos el 11% de la masa de la galaxia NGC 6505 está formada por materia oscura, un elemento misterioso que no puede ser observado porque ni emite luz ni refleja la luz pero otra cosa sí que hace: ejerce una influencia gravitacional en el universo.

Euclid y el futuro de la cosmología

El telescopio Euclides asume la ambiciosa misión de cartografiar el universo en tres dimensiones y estudiar cómo evolucionan la materia y la energía oscuras, y partir de los datos obtenidos se espera que se llegue a reunir información de más de 100.000 lentes gravitacionales, lo que debe ayudar a los científicos a conocer mejor cómo está distribuida la masa disponible y cómo se desarrolla la expansión del universo.

El descubrimiento supone un nuevo paso para la astronomía actual y pone de manifiesto la vigencia de las teorías de Einstein. El legado del físico alemán sigue iluminando con hechas a cada nueva observación el derrotero hacia los secretos del cosmos que las ideas de Einstein abren a la humanidad.