El Sistema de Prescripción Veterinaria Electrónica (PRESVET), operativo en España desde enero de 2025, ha corregido el 18 % de las prescripciones de antibióticos innecesarias en mascotas durante sus primeros tres meses, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Esta herramienta, desarrollada bajo el Reglamento (UE) 2019/6, enfrenta un desafío sanitario de escala global: la resistencia antimicrobiana (RAM), vinculada a 4,95 millones de muertes humanas anuales por infecciones intratables según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La plataforma digital establece trazabilidad obligatoria mediante el microchip del animal, permitiendo identificar patrones de uso inadecuado de antibióticos. Este control resulta importante en un país donde el 60% de las enfermedades infecciosas emergentes en humanos tienen origen animal, incluidas cepas resistentes como Staphylococcus aureus (MRSA) que pueden transmitirse a través de mascotas. La resistencia a los antimicrobianos, fenómeno que ocurre cuando bacterias y hongos desarrollan inmunidad a los fármacos, amenaza con convertir procedimientos médicos rutinarios en prácticas de alto riesgo. 

El propósito fundamental del sistema es preservar el uso de antibióticos de última generación para salvaguardar la salud humana y animal. Y en todo caso, el Real Decreto 666/223 concibe el uso de estos fármacos para emergencias, en las que los veterinarios pueden usar antibióticos humanos si hay riesgo vital para la mascota. 

El Real Decreto 666/2023 prohíbe a los veterinarios dispensar medicamentos, reservando esta actividad exclusivamente a las farmacias. El marco legal establece que los profesionales veterinarios deberán emitir recetas electrónicas validadas mediante microchip, mientras que las farmacias asumen funciones estratégicas como la gestión de estupefacientes y la preparación de fórmulas magistrales veterinarias, garantizando así un control riguroso sobre el ciclo del medicamento). 

Con la implementación de PRESVET, España alinea su normativa con la Estrategia Europea para reducir un 50 % el uso de antimicrobianos en animales para 2030. A nivel comunitario, el sistema ya muestra resultados: las infecciones resistentes transmitidas por mascotas disminuyeron un 18% en Europa entre 2023 y 2025, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).