Este martes 11 de diciembre se celebrará la ceremonia de ingreso de Nuria Oliver en la Real Academia de Ingeniería. Es una fecha importante para la Inteligencia Artificial, que ve así como una de las grandes expertas en la materia entra a formar parte de una institución tan importante.
Oliver, que actualmente es la directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone, ocupará el asiento con el número uno y será la primera académica cuyo principal campo de trabajo es la Inteligencia Artificial.
"Estoy deseando poder hablar de Inteligencia Artificial en un lugar como la Real Academia de Ingeniería", explicaba la propia Oliver a este diario unos días antes de la celebración del I Congreso Internacional de Inteligencia Artificial, que tuvo lugar en Alicante. "Quieren renovarse y dar la oportunidad a gente nueva", comentaba ilusionada.
Por su interés, y por lo que significa para el presente y futuro de esta tecnología, a continuación reproducimos un fragmento del discurso que Nuria Oliver pronunciará en la tarde de este martes, unos instantes antes de que le sea impuesta la medalla como académica.
Inteligencia Artificial: ficción, realidad y... sueños
Meses antes de que fuese creada la Real Academia de Ingenieria, cuando yo era estudiante de Teleco en la UPM, descubrí la Inteligencia Artificial, el área a la que he dedicado mi vida profesional. Y fue amor a primera vista. [...]
Desde aproximadamente 25 años, he centrado mi actividad investigadora en el modelado computacional del comportamiento humano utilizando técnicas de Inteligencia Artificial. He trabajado con habitaciones, ropas, coches y móviles inteligentes. He inventado sistemas capaces de reconocer comportamientos o características humanas, tales como: expresiones faciales, actividades, interacciones humanas, maniobras en la conducción, la apnea del sueño, el riesgo crediticio, los puntos calientes de crimen en las ciudades, la malaria o incluso el aburrimiento…he construido sistemas interactivos e inteligentes en ordenadores y en móviles.
Gracias a haber desarrollado mi carrera científica en un contexto empresarial, he podido sentir, en primera persona, la felicidad profunda que te invade cuando consigues que lo que no era más que una idea -a veces incluso un tanto alocada- se convierta en una realidad que puede ayudar a millones de personas.
La felicidad profunda te invade cuando consigues algo que no era más que una idea
Durante toda mi carrera, la inspiración y el motor de mi trabajo ha sido siempre una pregunta con una clara aplicación social. En todos mis proyectos, la persona –a nivelindividual o colectivo—ha sido y es el elemento central: tecnología por y para la sociedad; tecnología que nos entiende, como paso previo para poder ser capaz de ayudarnos. Sin embargo, hoy, más que nunca, siento preocupación por el impacto que dicha tecnología está teniendo en nuestras vidas, impacto no necesariamente siempre positivo.
Por ello, además de compartir algunos de mis sueños he decidido dedicar mi discurso de toma de posesión en esta Real Academia a la Inteligencia Artificial. [...]
Respecto a su nivel de competencia, los sistemas de Inteligencia Artificial suelen dividirse en tres tipos:
- 1. Sistemas con IA específica, que es el tipo de Inteligencia Artificial que tenemos hoy en día. Son sistemas capaces de realizar una tarea concreta (por ejemplo, reconocer el habla, reconocer imágenes, procesar texto…) incluso mejor que un humano, pero solamente esa tarea. Por ejemplo, aunque un algoritmo diseñado para jugar al ajedrez juegue mejor que el mejor de los humanos, es incapaz de hacer cualquier otra tarea. De hecho, tampoco “sabe” qué es el ajedrez y tendría dificultades para poder jugar si hiciésemos una variación a las reglas del juego.
- 2. Sistemas con IA general, que sería la aspiración de la Inteligencia Artificial ya que son sistemas que exhiben una inteligencia similar a la humana: múltiple, adaptable, flexible, eficiente, incremental…Estamos muy lejos de llegar a este tipo de sistemas
- 3.Sistemas con súper-inteligencia, término un tanto controvertido que hace referencia al desarrollo de sistemas que tendrían una inteligencia superior a la humana, tal y como propone el filósofo británico Bostrom. [...]
Inteligencia Artificial versus Inteligencia Humana
El éxito reciente de los sistemas de Inteligencia Artificial quizás este desviando la atención respecto a problemas fundacionales de la Inteligencia Artificial actual que todavía están por resolver. Entre otros: (a) la necesidad de incorporar semántica y razonamiento en los sistemas de procesamiento del lenguaje natural; (b) la necesidad de desarrollar representaciones de la incertidumbre que sean tratables computacionalmente; (c) la importancia de desarrollar sistemas que puedan formular, adaptarse y perseguir objetivos a largo plazo; (d) la importancia de representar e inferir la causalidad; (e) la necesidad de incorporar la información de contexto en los modelos; (f) la capacidad para aprender constante, incremental y asociativamente, a partir de pocos ejemplos y de manera muy eficiente; (g) la importancia de que los modelos estén dotados de robustez, de manera que no fallen estrepitosamente cuando se cambian ciertas características en los datos de entrada, como sucede hoy en día. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, la Inteligencia Artificial ya está teniendo un gran impacto en la sociedad y forma parte integral de la Cuarta Revolución Industrial, en la que estamos inmersos.
El éxito de los sistemas de IA está desviando la atención de sus problemas fundacionales
La Cuarta Revolución Industrial se apoya la ubiquidad de la tecnología digital tanto en nuestra sociedad como en nuestro cuerpo y la unión creciente entre el mundo físico, el mundo biológico y el mundo digital. Los avances tecnológicos que hacen que esta nueva revolución sea posible incluyen a la robótica, la Inteligencia Artificial, la disponibilidad de Big Data, la nanotecnología, la biotecnología, el internet de las cosas, los vehículos autónomos, las impresoras en tres dimensiones y la computación cuántica. [...]
Impacto laboral y económico de la Inteligencia Artificial
El progreso tecnológico asociado a la Cuarta Revolución Industrial está polarizando el mercado laboral. Por una parte, aparecen nuevos trabajos altamente remunerados y que requieren especialización en áreas tecnológicas (por ejemplo, científico/a de datos, …). Por otra parte, desaparecen otro tipo de profesiones y trabajos al verse automatizados parcial o totalmente (por ejemplo, taxistas/transportistas, cajeros/as, agentes de viaje…). Todo lo que pueda automatizarse o sustituirse con el uso de tecnología, será automatizado. Esta tendencia pronostica un cambio completo en la estructura ocupacional que probablemente conlleve riesgos para la sociedad si no somos capaces de adaptarnos a dicho cambio.
En España, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cifra en el 12% los empleos que pueden estar en riesgo por la automatización. Al mismo tiempo, el desarrollo de tecnologías disruptivas con capacidad para transformar la sociedad ha conllevado históricamente una generación de empleo.
La OCDE cifra en el 12% los empleos en riesgo por la automatización
Según un estudio de McKinsey, un tercio de los nuevos puestos de trabajo creados en EEUU. en los últimos 25 años pertenecen a disciplinas que no existían anteriormente, en áreas como las tecnologías de la información. A nivel mundial, un estudio reciente del Foro Económico Mundial estima que habrá un crecimiento neto de 58 millones de puestos de trabajo en 2021 como consecuencia de la IA.
La Comisión Europea anticipa una necesidad de más de 900.000 nuevos puestos de trabajo tecnológicos en el corto plazo que seremos incapaces de cubrir si no transformamos nuestros programas educativos. En el contexto nacional, el informe EPYCE 2017 recoge que el perfil más demandado en España actualmente es el de ingeniero/a informático, seguido por perfiles relacionados con el Big Data. Además, el informe predice que un 49% de las profesiones más demandadas en el futuro en España serán en los ámbitos de la ingeniería y la tecnología. Sin embargo, ¿estamos preparados como sociedad para suplir tal demanda laboral de nuevos puestos de trabajo derivados de la IA? Considero que no. [...]
Desde un punto de vista económico, en 2018 el mercado de productos, hardware y software relacionados con la Inteligencia Artificial se espera que supere los 4 mil millones de dólares, según un estudio de Statista. Un estudio macroeconómico de PwC estima que la Inteligencia Artificial genere en el año 2030 más de 15 billones de dólares a nivel mundial, con impacto en todos los ámbitos de actividad, tanto en el sector público como privado. Este impacto económico es debido tanto al aumento de la productividad como a una demanda creciente por parte de los consumidores de productos y servicios enriquecidos con IA. Geográficamente, Norteamérica y China experimentarán los mayores beneficios dada la concentración de la investigación, la innovación y el desarrollo de la Inteligencia Artificial en estas dos regiones. [...]
El potencial de la Inteligencia Artificial para mejorar la sociedad
La sociedad debería verse enriquecida por la Inteligencia Artificial. Es indudable que la Inteligencia Artificial está contribuyendo y contribuirá al crecimiento económico, como acabo de explicar. Permitirá que tengamos una medicina de precisión (personalizada, preventiva y predictiva), una educación personalizada y permanente, ciudades inteligentes, una gestión más eficiente de los recursos y una toma de decisiones más justas, transparentes y basadas en la evidencia. Pero, este impacto no vendrá exento de cambios sociales profundos.
El desarrollo e implantación de una Inteligencia Artificial centrada en las personas debería resultar en un empoderamiento de la sociedad. Una condición necesaria para este empoderamiento es el conocimiento. Para ello deberíamos invertir tanto en educación formal como informal. Si no lo hacemos, será muy difícil, si no imposible que seamos capaces como sociedad de tomar decisiones sobre tecnologías que no entendemos y que en consecuencia frecuentemente tememos. Coincido plenamente con las palabras de Marie Curie, “nada en la vida debería temerse, sino entenderse. Ahora es momento de entender más para así temer menos.”
El desarrollo de la IA centrada en las personas debería empoderar a la sociedad
Desde un punto de vista formal, en las etapas de educación obligatoria (primaria y secundaria) de muchos países del mundo –entre los que desgraciadamente no se encuentra España—ya se ha incorporado una asignatura troncal de Pensamiento Computacional15 [18] que abarca cinco áreas de conocimiento básicas en un contexto tecnológico: los algoritmos, la programación, los datos, el hardware y las redes.
En el libro “Los nativos digitales no existen” [19] escribí un capítulo llamado “Eruditos digitales” que enfatiza la necesidad de enseñar tanto Pensamiento Computacional en la educación obligatoria, como de desarrollar el pensamiento crítico y habilidades de las inteligencias social, emocional y creativa que hoy en día no estamos desarrollando y que cada vez van a resultar más importantes para nuestra salud mental y nuestra coexistencia pacífica y armoniosa tanto con la tecnología como con otros humanos y con nuestro planeta. Si no invertimos en cultivar estas habilidades, corremos el riesgo de no preparar mentalmente a millones de personas ante la revolución tecnológica impulsada por la Inteligencia Artificial.
Además, el conocimiento del ciudadano/a medio con relación a conceptos tecnológicos es muy limitado. Por ello, considero que deberíamos hacer más divulgación científico-tecnológica para dar más visibilidad a la tecnología y realzar el impacto que tiene en nuestras vidas, educar en conceptos básicos e inspirar a las nuevas generaciones –sobre todo a las chicas—a estudiar carreras tecnológicas.
Desgraciadamente el porcentaje de mujeres que estudian informática o que trabajan en posiciones técnicas dentro de empresas tecnológicas se encuentra entre un 10 y un 20%16. Esta falta de diversidad de género es alarmante, especialmente porque los porcentajes de mujeres en estas disciplinas han disminuido progresivamente desde los años 80. Este declive es fruto de un conjunto de factores, entre los que destacaría:
- una imagen errónea y fuertemente estereotipada sobre quién trabaja en puestos tecnológicos y en qué consiste dicho trabajo, como refleja esta imagen que, es, sin duda, muy poco atractiva para las chicas y además lejana de la realidad; y una gran estereotipación de género en los juguetes, libros, ropa y películas/series que consumen nuestros niños/as y adolescentes.
- Los sesgos –conscientes y subconscientes—de género que tanto hombres como mujeres tenemos y que conllevan una infravaloración de las mujeres frente a homólogos masculinos con cualificaciones idénticas.
- Una falta sistemática de visibilidad y reconocimiento hacia las mujeres en todos los contextos y en particular en las carreras tecnológicas, ilustrada por la brecha salarial y la pobre presencia de las mujeres en los premios, distinciones y posiciones de poder en este campo –por ejemplo, de todos los ganadores de Premio Nobel en física, química y medicina desde su creación en 1895 solo un 3% son mujeres; el Premio Turing (equivalente al Premio Nobel en Informática) ha sido otorgado únicamente a 3 mujeres desde su creación en 1966; justamente la semana pasada se anunciaron los 5 Premios Nacionales a la Investigacion en física, tecnología, ciencias y recursos naturales, química y transferencia de tecnología y, desgraciadamente, no hubo ninguna mujer entre los galardonados; y las mujeres fundadoras de startups solo recibieron un 2% de las inversiones de capital riesgo de EEUU en 2017, a pesar de que las startups lideradas por mujeres proporcionan mas del doble de retorno de la inversión que la startups lideradas por hombres.
- una cultura marcadamente sexista y misógina, llamada cultura brogrammer19, que en un estudio reciente publicado por la revista Fortune20 fue citado por un 68% de las mujeres como el motivo causante del abandono de su trabajo en el sector tecnológico.
Para fomentar la presencia de mujeres en el este campo han surgido --tanto a nivel nacional como internacional-- decenas de iniciativas. En esta casa, tenemos la excelente iniciativa de Mujer e Ingeniería, puesta en marcha por la Real Academia y liderada por Sara Gómez, cuyo objetivo es dar apoyo a las chicas que están estudiando ingeniería a través de redes de tutorización.
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