En 2015 un brote del MERS, el síndrome respiratorio de Oriente Medio, dejó 38 fallecidos y 186 casos en Corea del Sur. La experiencia obligó al país asiático a aumentar su capacidad de hacer test de diagnóstico y a sentar las bases legales para el rastreo de contagios. Hoy el enemigo es otro, la Covid-19. Una pandemia que ha contagiado a millones de personas y causado más de 360.000 muertes en todo el mundo. Corea del Sur, sin embargo, respondió pronto y aprovechó la tecnología para reducir el impacto del virus en su población.
Detectar y aislar rápidamente los casos positivos. Esta fórmula, aplicada también en países como China y Singapur, no se entiende sin ciencia ni tecnología. Los datos y los modelos digitales de gestión sanitaria han tenido un papel crucial en alguno de los países que mejor ha gestionado esta crisis. Los datos geolocalizados han permitido a las autoridades sanitarias localizar focos de contaminación y rastrear los contactos. Un trabajo para el que se necesita una red de Internet móvil capaz de soportar cantidades ingentes de datos. Es aquí donde entra en juego el 4G y el 5G.
Una red capaz de trasladar gran cantidad de datos es crucial para el éxito de 'apps' de rastreo o de tecnologías contra la Covid-19
Y es que los datos de localización hay que recibirlos, procesarlos y compartirlos con los algoritmos adecuados. Todo ello en el mínimo tiempo posible. Corea del Sur fue el primer país del mundo en desplegar el 5G. KT, SK Telecom y LG Uplus, sus tres grandes operadoras, desplegaron la red con el apoyo de Samsung, Huawei y Ericsson y lograron triplicar la velocidad del intercambio de datos.
El avance más importante de esta quinta generación de redes móviles es, precisamente, la velocidad. Si la tecnología 2G introdujo el SMS, la 3G trajo la conexión a Internet y la 4G la reproducción de vídeos en streaming, la 5G permite más velocidad de transferencia y baja latencia (el tiempo de respuesta que necesita un dispositivo para llevar a cabo una acción).
Otra gran ventaja del 5G es la capacidad de conexión. Las redes WiFi convencionales permiten 250 conexiones por punto de acceso. El 4G, en cambio, puede acomodar unas 10.000 conexiones por antena. El 5G permite aumentar en millones el número de dispositivos conectados. Esta última tecnología hace posible, por ejemplo, que los aparatos electrónicos del hogar o los robots industriales puedan compartir información en tiempo real. El 5G mejorará la asistencia médica y permitirá usar el big data para detectar antes los posibles rebrotes.
De China a Uruguay
No sólo en Corea del Sur. Otros países también han aprovechado sus infraestructuras tecnológicas para su respuesta sanitaria. China logró controlar el virus gracias a una aplicación móvil para geolocalizar a los ciudadanos. El gigante asiático ha aprovechado la crisis del coronavirus para extender su red 5G. De hecho, a finales de abril ya se habían construido más de 198.000 estaciones base 5G instaladas por Huawei y ZTE. La conexión 5G se ha extendido en sectores como la atención médica o la educación.
La capacidad de conexión móvil también ha contribuido para que Taiwán sea hoy uno de los países con una de las incidencias de mortalidad más baja del mundo. El móvil también ha permitido controlar la ubicación de los contagios en la isla. Gracias a las conexiones móviles, Taiwán ha desarrollado un sistema informático con información sanitaria en tiempo real de todos los viajeros. Esos datos, a su vez, se facilitaron a hospitales y farmacias.
Europa empezó a desplegar el 5G el año pasado, aunque el Covid-19 ha retrasado los planes de varios países
Fuera del continente asiático también hay ejemplos de la apuesta por la tecnología como arma contra el coronavirus. En Uruguay, primer país hispanoamericano en promover la red 5G, se lanzó un app para controlar el virus y se impulsó un equipo de big data para analizar los datos en tiempo real. Al igual que en Taiwán, China, Corea o Singapur, en Uruguay fallece por coronavirus menos de una persona por cada 100.000 habitantes. Cabe recordar que países en países como Reino Unido, Italia o España mueren por Covid-19 más de 50 personas por cada 100.000.
En Europa el 5G empezó a desplegarse el año pasado. Frente a la polémica sobre la privacidad y el uso correcto de los datos personales, la Unión Europea está satisfecha con el trabajo conjunto que se está realizando para salvaguardar la seguridad de las redes 5G. El coronavirus ha retrasado los planes de países como Francia, Austria y Portugal, que han aplazado sus licitaciones de bandas de frecuencias para 5G. En España, la pandemia obligó al Gobierno a aplazar la fecha final para la subasta de espectro de 5G, prevista para antes del 30 de junio.
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