La Inteligencia Artificial se ha convertido en una de las piezas angulares de todos los sectores. La fiscalidad y la tributación no ha dejado escapar la oportunidad que brinda la tecnología y ya es un pilar fundamental para agilizar tramitación o mejorar la calidad de la burocracia e, incluso, investigar malas prácticas en un tema tan relevante como pagar impuestos.
De hecho, según indican los técnicos de Hacienda, la evasión fiscal en nuestro país alcanza una cifra de unos 32.000 millones. Una cantidad, que tal y como revela José Antonio Belso, director de Suma Gestión Tributaria, podría disminuir con la aplicación de la IA en el sistema tributario. El experto también habla de otras cuestiones importantes como la educación en la digitalización o la oportunidad de oro que tiene el sector para acercarse a la inteligencia artificial con los fondos europeos.
Pregunta.- ¿Cómo ha cambiado la inteligencia artificial en el sector de la tributación y fiscalidad?
Respuesta.- Al igual que sucede con otros organismos tributarios, Suma dispone de masivas cantidades de datos sobre impuestos, tasas, contribuyentes, formas de pago, como gestionan los contribuyentes sus obligaciones tributarias entre otras. La Inteligencia Artificial aplicada a estos datos mediante técnicas de Big Data nos ofrece una oportunidad única para establecer patrones que permitan mejorar aspectos como la calidad de nuestras campañas de comunicación, diseñar nuevas fórmulas que faciliten el cumplimiento de pagos o reforzar aspectos clave en materia publicitaria.
P.- ¿La IA ayuda a que pueda haber más claridad en las instituciones y sobre todo ayudar a la evasión fiscal?
R.- Sin duda, algunos de los patrones derivados del tratamiento de datos mediante la Inteligencia Artificial permiten la identificación de comportamientos oportunistas y prácticas irregulares. Por ejemplo, son conocidos los proyectos piloto de la Agencia Tributaria para la detección del fraude en grandes empresas, la identificación de falsos no residentes con patrimonios relevantes o la regulación de bases imponibles de las grandes tecnológicas. Estas experiencias son muy incipientes en la esfera de la tributación local, si bien Suma ya está realizando esfuerzos en este sentido mediante colaboraciones con las universidades del entorno.
P.- ¿Desaparecerá la burocracia en papel con la inteligencia artificial?
R.- En consonancia con su alineamiento con los objetivos ODS, la desaparición del papel es un objetivo de Suma. Creo que los procesos de digitalización en general, y la IA en particular, tienen mucho que decir. En mi opinión, hemos de ser cautelosos en la implementación de estas herramientas avanzadas de tratamiento de datos. Es necesario abrir un rediseño eficiente de los procesos de gestión internos para avanzar de manera exitosa hacia la total digitalización de la actividad administrativa. Sólo entonces, se podrá desplegar todo el potencial que ofrece la IA en aspectos como la automatización de la gestión o el propio uso de la voz en las sedes electrónicas. Sin embargo, todavía nos resta un largo camino por recorrer.
P.- ¿Se reducirían los plazos de solicitudes o tramitaciones?
R.- Algunas de las herramientas que ofrece la IA representan una oportunidad innegable para mejorar el servicio que los organismos tributarios ofrecen a los ciudadanos y a los ayuntamientos para los que recaudan. La robotización permite horarios de atención más extensos, la automatización en la generación de expedientes a partir de la información proporcionada o consultada a tiempo real, o incluso fórmulas cada vez más sofisticadas de identificación digital configuran un escenario donde los ciudadanos pueden llegar a tramitar de manera más sencilla y con tiempos mucho menores a los existentes en la actualidad.
P.- ¿Qué necesitan los organismos locales y provinciales para que la IA pueda ser verdaderamente útil?
R.- Como decía anteriormente, a pesar de los esfuerzos que venimos realizando, los organismos locales deben apostar por una estrategia de digitalización como paso previo a un despliegue eficaz de la IA. En mi opinión, debemos alcanzar una información completamente digitalizada que resulte accesible a toda una red de organismos y a los propios interesados mediante sistemas realmente interoperables. Esto, aparentemente sencillo, no está exento de resistencias mentales, culturales o procedimentales a nivel organizacional. Solo cuando venzamos estas barreras y completemos el proceso de digitalización, estaremos en disposición de aplicar la IA para facilitar la vida a los ciudadanos y a los ayuntamientos para los que recaudamos los tributos.
P.- ¿Ayudarán los fondos europeos a dar un paso en la digitalización en las instituciones públicas?
R.- Son una oportunidad única para dar pasos en la dirección de la digitalización de la Administración. Pero no hemos de olvidar que la consecución de los mismos requiere de proyectos innovadores y consorcios colaborativos sólidos. Merece la pena lidiar con la complejidad burocrática de su diseño, vencer inercias o redoblar los esfuerzos necesarios para su tramitación.
P.- ¿Qué puede hacer un contribuyente con la IA que antes no podía utilizarlo?
R.- La IA está más presente en nuestras vidas de lo que parece a primera vista. Está en nuestros teléfonos cuando escribimos un mensaje y nos corrige, está en la cámara digital cuando es capaz de localizar los rostros en una foto de grupo y acomodar la iluminación al momento, también está en cualquier publicidad que recibimos en nuestro correo personal. Muchos de aspectos básicos de la IA, sin que los ciudadanos lo perciban claramente, ya están integrados en la gestión tributaria. Pero esto es solo el principio.
P.- ¿Está España preparada a nivel de Educación para este salto a un nuevo escenario de la digitalización?
R.- La gran heterogeneidad que existe entre los contribuyentes dificulta dar una respuesta inmediata. Cuando hablamos de colectivos como los nativos digitales, el salto es inexistente. Incluso, determinados estratos de edad conviven fácilmente con el uso de los ordenadores, las aplicaciones web o el empleo de los dispositivos móviles a la hora de relacionarse con los organismos tributarios. Sin embargo, todavía existen amplios colectivos reacios al empleo de las herramientas digitales. Hay que dar pasos para lograr una tecnología digital aplicada y hacer pedagogía para conseguir ampliar la base social que conozca sea cada vez mayor. Conseguir estos dos objetivos, pasa por realizar una reflexión interna que transforme a nuestros propios recursos humanos en diseminadores de esta cultura digital.
Congreso de Inteligencia Artificial
El Independiente organiza por cuarto año consecutivo la edición 2021 del Congreso Internacional de Inteligencia Artificial que tendrá lugar el próximo viernes 26 de noviembre en Alicante, en esta ocasión en la sede de Distrito Digital Comunitat Valenciana. Como en años anteriores, este Congreso Internacional ha sido posible gracias al impulso de organismos como Suma Gestión Tributaria, de la Diputación de Alicante, y Distrito Digital de la Generalitat valenciana; además, participan empresas como Telefónica, Banco Sabadell, Huawei e Hidraqua, entre otras.
Tras un período marcado por la pandemia del coronavirus, y que fue el tema a tratar durante el evento del año anterior, durante esta edición las mesas y los expertos que estarán presentes en el congreso debatirán sobre el papel que juega la Unión Europea en la Inteligencia Artificial.
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