"Queremos vivir en un ambiente seguro. Pero también hay que hablar de Defensa, y esto lleva inevitablemente aparejado hablar de guerra. En ese punto, la IA está llamada a dar la ventaja en aquellas fuerzas armadas que la mejoren o la implementen".

Miguel Ballenilla, teniente general director del CESEDEN (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional), ha querido dirigir su intervención en el VII Congreso Internacional de IA directamente al impacto de estas herramientas en los conflictos armados y en la seguridad nacional de los países.

Por ello, Ballenilla ha puesto el foco en la importancia de organizar las fuerzas, tomar decisiones y ejecutarlas. Más aún hoy en día, donde todo ese proceso debe hacerse a una gran velocidad y en multitud de planos. "Ahora mismo un misil puede llegar en apenas unos segundos, y hay que reaccionar", ha relatado.

En ese sentido, el teniente general habló de la estrategia OODA (Observar, Orientarse, Definir y Actuar), donde esta tecnología juega un papel fundamental. "La IA es capaz de integrar toda la información de los diferentes sensores y predecir cuál es la trayectoria del torpedo. El comandante puede tener todos esos datos y saber qué opciones tiene para responder", ha asegurado.

La clave es esa. Ser lo más rápido posible en desarrollar el proceso OODA para salir victoriosos en una guerra. Ahí la IA ayuda a todos los niveles, porque "permea" desde la fase de observación hasta la ejecución, en todos los procesos y pasando por todos los cargos militares.

Además, también ayuda en incontables aspectos que pueden marcar la diferencia, como identificar cuándo usar drones o vehículos terrestres para organizar los suministros. "Quien lleve la ventaja tecnológica en su implementación tiene la ventaja de un ciclo OODA más rápido y eficiente que el del enemigo, y por tanto mayores probabilidades de victoria", aseveró.

Hoy la inteligencia es el análisis de miles de medios de comunicación de todo el mundo, de las RRSS y de las redes de comunicación. Hasta los vídeos de TikTok cuentan para saber si una narrativa está convenciendo o no. Y, por supuesto, también son importantes para estudiar cómo se desarrollan las guerras. Una escala imposible de alcanzar sin la IA.

"¿Y dónde esta España? Hace falta marco normativo que ponga orden. A día de hoy se basa en tres pilares. El primero son los principios éticos en el empleo de la IA, incluso en combate. El segundo es la autonomía y la seguridad de los datos. Y el tercero es la integración operativa de la IA, porque hay que marcarse horizontes y hay países que van realmente deprisa".

En esos tres pilares, Ballenilla ha querido destacar un aspecto en particular que tiene relación con el primero que ellos, y es la prohibición del uso de IA para intervenciones letales sin supervisión humana. Aunque también es necesario, ha apostillado, conocer en profundidad todos los algoritmos que se usen. Todo, siempre, bajo el compromiso de respetar el Derecho Internacional.

"Si queremos defender la democracia hay que hacerlo con democracia, sin autoritarismos", ha señalado, a la par que se ha mostrado convencido de la extrema importancia de no ceder nuestros datos y ha hecho un llamamiento para que Alicante invierta más en Defensa.

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