Los abejorros pueden sufrir pájaras. Cual ciclista impostor, parecen quedar dopados cuando se exponen a un moderno grupo de pesticidas llamados neonicotinoides; tres de ellos fueron prohibidos en la UE. Su velocidad de vuelo se dispara durante unos metros. Pero el sprint se acaba pronto, y caen rendidos, sin posibilidad de volver a la colmena, en el caso de que esto –como parece– esté ocurriendo en la naturaleza.
Un equipo del Imperial College de Londres ha tratado de probar el efecto del imidacloprid en un entorno de laboratorio. Para ello tomaron ejemplares de Bombus terrestris audax y los colocaron en un molino de vuelo experimental (rastrear su vuelo en un entorno salvaje es complicadísimo). Se trata de un aparato giratorio con brazos largos conectados a imanes. Los abejorros tenían un pequeño disco de metal adherido a sus lomos, lo que permitió a los investigadores unirlos temporalmente al brazo magnético, evitando la fricción. A medida que los abejorros volaban en círculos, el equipo pudo medir con precisión la distancia y la rapidez con la que se movían en un ambiente controlado.
Los abejorros expuestos a este pesticida neonicotinoide (un compuesto cercano a la nicotina) vuelan sólo un tercio de la distancia que pueden alcanzar los no expuestos. El comportamiento de vuelo es crucial para determinar cómo se alimentan las abejas y abejorros, por lo que la reducción en el rendimiento del vuelo debido a la exposición a pesticidas podría hacer que las colonias pasen hambre y los servicios de polinización se vean afectados. Los resultados se han publicado en Ecology and Evolution.
Otro paso hacia el misterioso declive de los insectos
Las abejas son polinizadoras esenciales para los cultivos que comemos y las flores silvestres en nuestro campo, jardines y parques. Cualquier factor que comprometa el rendimiento del vuelo de las abejas podría, por lo tanto, afectar este servicio de polinización.
El estudio en concreto concluye que los pesticidas podrían reducir el área en la que las colonias pueden buscar alimento hasta en un 80%. Curiosamente, los abejorros expuestos parecían entrar en un estado de hiperactividad en el que volaron inicialmente más rápido que los no expuestos y, por lo tanto, pueden haberse "desgastado".
El primer autor del estudio, Daniel Kenna, del Departamento de Ciencias de la Vida de Imperial, explica que "los neonicotinoides son similares a la nicotina en la forma en que estimulan a las neuronas, por lo que tiene sentido el estallido de actividad o la actividad hiperactiva". Sin embargo, los resultados sugieren que puede haber un coste para este vuelo rápido inicial, seguramente a través de un mayor gasto de energía o una falta de motivación, en forma de menor resistencia de vuelo.
"Nuestros hallazgos son paralelos a la fábula de La tortuga y la liebre. "Al igual que la liebre, ser más rápido no siempre significa que alcance su meta más rápido, y en el caso de los abejorros, la exposición a los neonicotinoides puede proporcionar un chute hiperactivo, pero en última instancia, perjudicar la resistencia".
Richard Gill, también del Departamento de Ciencias de la Vida en Imperial, comenta que "estudios anteriores de nuestro grupo y otros han demostrado que las abejas expuestas a los pesticidas neonicotinoides llevan menos alimento a la colonia. Nuestro estudio sobre el rendimiento de vuelo bajo pesticidas proporciona un mecanismo para explicar estos hallazgos".
La exposición a los neonicotinoides puede proporcionar un chute hiperactivo, pero en última instancia, perjudicar la resistencia
A medida que el uso de neonicotinoides se ha vuelto más restringido, los fabricantes han desarrollado pesticidas que se consideran "seguros para las abejas". Sin embargo, estas sustancias podrían causar problemas por sí mismas. De hecho, un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences descubrió que un compuesto conocido como flupirradifurona (FPF), que se comercializa como "seguro para las abejas", puede causar daño a las abejas cuando se une a un fungicida común.
Esto no solo podría reducir la abundancia, diversidad y calidad nutricional de los alimentos disponibles para una colonia que afecta su desarrollo, sino que también podría limitar el servicio de polinización que brindan las abejas, en línea con lo que parecen mostrar otros estudios en relación con las abejas y ciertos pesticidas.
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