El día 22 de abril es el día Mundial de la Tierra y es el día que ha elegido el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, para hacer las paces con el multilateralismo internacional sobre el que se alcanzaron los Acuerdos de París. Biden reestablece, a los cien días de llegar a la Casa Blanca, todas las alianzas que Donald Trump deshizo al salirse de los acuerdos internacionales para mitigar los efectos del cambio climático.

El presidente encabezará una cumbre virtual con líderes mundiales, de dos días de duración, que ha generado muchas expectativas entre científicos y ecologistas porque se ha puesto como objetivo elevar la ambición climática de los países más contaminantes en la lucha contra el cambio climático. Una ambición que se tiene que traducir en la reducción de gases de efecto invernadero en 2030.

Uno de los anuncios más esperados es el de EEUU que ha adelantado que elevará la ambición climática de su país sin precisar cuánto. Los grupos ecologistas y los científicos esperan una reducción de las emisiones de, al menos, el 50% para 2030, respecto a las emisiones de 2005. Para 2025 Estados Unidos sólo está comprometido con una reducción de entre 26% y 28%, lo que supondría un cambio relevante dado el peso en las emisiones de EEUU en el planeta. También se espera que Japón y Canadá hagan anuncios importantes.

La cumbre cuenta con la participación de 40 líderes mundiales, incluido el presidente español Pedro Sánchez, con representantes de países contaminantes y países afectados por los efectos del cambio climático.

De momento la cumbre ya ha obtenido algunos cambios importantes y esperanzadores para las relaciones multilaterales y la diplomacia climática. En los días previos se han intensificado contactos entre Estados Unidos, China, la UE, Corea del Sur, el Reino Unido y Japón. Todos los compromisos que se alcancen irán destinados a fortalecer los compromisos internacionales de la próxima cumbre del clima, que tendrá lugar en Glasgow en noviembre. Boris Johnson quiere que esa cumbre deje huella en la lucha contra el cambio climático y ya ha anunciado que su país reducirá, en 2030, el 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero que emitía en 1990.

A este anuncio ha seguido, la pasada madrugada, el acuerdo alcanzado entre Parlamento Europeo, Comisión y Consejo sobre la Ley de Clima que Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica ha valorado como la creación de "una hoja de ruta para el conjunto de la acción europea doméstica y externa durante los próximos 30 años".

Precisamente España aprovechará la cumbre de Biden para sacar pecho de su recientemente aprobada Ley de Cambio Climático. Pedro Sánchez participará en la última sesión de la cumbre dedicada a los beneficios económicos de la transición hacia la neutralidad climática. En esta sesión, asistirán líderes de la sociedad civil y empresarial y se prevé que Sánchez comparta la experiencia española en transición justa.

Ecologistas expectantes

Las organizaciones ecologistas de todo el mundo están pendientes de lo que ocurra en esta cumbre virtual ya que se han creado muchas expectativas. Además de los compromisos con las emisiones se ha especulado con un anuncio de apoyo financiero a Brasil para evitar la deforestación del Amazonas.

"La cumbre de Biden en el Día de la Tierra tiene que hacer historia. Hacemos un llamamiento a los líderes políticos para que se liberen del yugo de la industria de los combustibles fósiles y hagan lo que sea necesario para proteger a las personas y al planeta de la emergencia climática", ha señalado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional. "Las reuniones de alto nivel no tienen sentido a menos que deriven en acciones concretas, como leyes y regulaciones para eliminar gradualmente los combustibles fósiles, terminar con la deforestación e impulsar la restauración de la naturaleza a gran escala. Nuestra supervivencia depende de ello”, ha añadido la ecologista.